Habían pasado unos días desde la repentina llegada de Yeji, la híbrido de perro que Donghyuck había encontrado fuera del edificio y a la cual decidió ayudar. Como su minino había dicho, la chica realmente estaba en celo cuando la encontró, y, afortunadamente, había acabado ese mismo día. No sabía exactamente cómo había sobrevivido tanto así, sabiendo lo mucho que debió sufrir por lo que Woojin y Hyunjin le habían explicado. Suponía que era algo que tuvo que soportar al vivir en las calles.
Según lo que la chica les había contado, era dos años mayor que Donghyuck, y era huérfana. Había vivido en las calles por mucho tiempo y también tuvo que pasar varios celos escondiéndose para no sufrir ningún percance. Las heridas se las había hecho al escapar de otro perro que la estaba siguiendo cuando el dolor había cesado los suficiente como para ser capaz de huir, pudiendo llegar solamente hasta la entrada del edificio antes de caer. Ahí fue donde Donghyuck la encontró, y el resto de la historia ya la sabemos.
Yeji se recuperó realmente rápido, pudiendo caminar por sí misma luego de dos días. Aunque alegó poder llegar hasta el albergue por sí sola, Donghyuck no se lo permitió, diciéndole que se quedara un par de días más hasta que pudiera caminar completamente bien, sin cojear, y la herida en su brazo hubiera cerrado. La chica aceptó con una única condición: ayudar en lo que fuese necesario. Y, pese a que Donghyuck intentó negarse, la híbrido era igual o más terca que él, así que no tuvo más opción que aceptar.
Contrario a lo que ellos pensaban, Yeji resultó ser más hábil de lo que creían. Podía hacer de todo, literalmente, así que fue de gran ayuda. Incluso había evitado que Donghyuck se metiera en problemas un par de veces, con ayuda de Seungmin, lo que tenía a Mark más que aliviado.
La chica estaba realmente agradecida con esos dos, y hasta ya se había acostumbrado a la compañía que ellos le brindaban. Sabía que estaba mal, que no debía encariñarse, menos cuando sabía que en cuanto se recuperara tendría que marcharse.
Y ese día llegó más rápido de lo que habría querido.
•°•°•° 🐈 °•°•°•
Donghyuck odiaba las despedidas. A veces porque no sabía qué hacer, otras porque realmente no quería despedirse. En este caso era la segunda.
Estaba feliz porque Yeji finalmente se recuperó, pero también se sentía egoísta por querer que se quedara un poco más. Le había tomado cariño, y ella incluso le había dado un par de consejos cuando la duda surgió de sus labios. En esos pocos días se convirtió en una hermana mayor para él.
Por eso mismo, luchaba por no llorar cuando estuvieron en la puerta de departamento, mirándose fijamente mientras Wendy estaba ahí, esperando a que terminaran de decirse adiós.
El único problema era que no querían.
Ambos humanos se dieron una sonrisa cómplice, asintiendo antes de que Wendy se acercara, aclarándose la garganta para llamar la atención de los dos híbridos.
—Sé que odias las despedidas— le dijo a Donghyuck, mismo que bufó, desviando la mirada, avergonzado—. Y tu dueño también lo sabe— continuó, ocultando su felicidad al ver que su niño se había encontrado con alguien maravilloso para cuidar de él—. Así que...— se detuvo un momento, mirando hacia las escaleras en el extremo del pasillo—. Conseguimos a alguien que adoptó a Yeji.
Ante las palabras de la chica, ambos híbridos abrieron los ojos con sorpresa, mirando a Wendy, expectantes. Su vista se dirigió a las escaleras al notar que alguien aparecía, encontrándose con una pelinegra que les sonreía con emoción, acercándose a ellos.
—Ella es Shin Ryujin— habló Wendy, señalando a la chica y luego mirando a Yeji—. Tu dueña.
Donghyuck sonrió al ver la expresión estupefacta de Yeji, sabiendo que se esperaba de todo menos ser adoptada tan rápido. Es más, debido a la cicatriz en su muñeca y tobillo producto de las heridas, creyó que tendría que pasar un largo tiempo antes de que alguien siquiera pensara en llevársela.
El felino miró a su dueño, interrogante, preguntándole silenciosamente si él había tenido que ver algo en todo esto. Mark se encogió de hombros, sonriente. No era malo hacer buenas acciones de vez en cuando, ¿cierto? Y se sintió aún mejor cuando Donghyuck se acurrucó en su pecho, en un gesto de agradecimiento.
Se sentía bien al saber que había hecho una buena elección al decirle a Ryujin sobre Yeji, y no tendría que manejar a un Donghyuck triste por despedirse. Era un dos por uno.
•°• 🐈 °•°
realmente esto no tiene mucho sentido vdd
pero lo hice por algo (además de rellenar, ahRE)
en cuanto al 🍋
¿les gustaría que fuera así re explícito o mejor un slight smut? porque desde ya aviso que no soy tan buena escribiendo esas cosas, ah.
y considerando ciertos factores, su opinión sería de mucha ayuda, así que...

ESTÁS LEYENDO
cat || markhyuck
FanfictionMark no sabía que realmente necesitaba compañía, hasta que conoció a Donghyuck.