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—Ya, ¿por qué ustedes tienen que vivir en el mismo lugar?— se quejó el mayor, su labio inferior abultándose en un ligero mohín—. No quiero irme solo.

Hyunjin se encogió de hombros. —Coincidencias de la vida, hyung. Y no te irás solo. Puedo ver a Chan hyung desde aquí— apuntó tras el mayor. Cosa que no debió, ya que el mismo le pidió que no lo hiciera.

Ante esto, Woojin volteó rápidamente, corriendo a recibir al australiano tan pronto como lo vio. —¡Channie!

A pesar de que el alto había malogrado sus planes, el rubio correspondió el abrazo con gusto. Apoyó su cabeza en el hombro de su novio, mirando directamente a Hyunjin, dándole una mirada capaz de asesinar (aunque dependiendo del contexto, podría ser de miedo, o de un paro cardíaco por lo caliente que se veía... No homo, pensó Mark. Aunque definitivamente ese delineador le queda espectacular... Perdóname, hyung).

Se despidieron de los dos mayores, emprendiendo rumbo hacia su edificio. Apenas dieron un paso, cuando el maullido proveniente de la jaula llamó la atención de ambos. Haechan había despertado.

—Permíteme— dijo Hyunjin, cargando la jaula para que Mark pudiera sacar al minino. Al verlo, el castaño soltó un sonidito de ternura—. Es muy lindo, ¿me dejas cargarlo hasta llegar a casa?— pidió, suplicándole con la mirada.

Mark hizo una mueca. —No sé, él a veces puede ser muy arisco...— murmuró, mirando a su gatito en busca de su opinión. Suspiró al ver esa mirada que claramente signicaba "es lindo, ¿a qué esperas?". Lo sabía, había sido igual con Woojin—. Al parecer sí puedes.

Hyunjin aplaudió, dejando la jaula a sus pies para tomar al híbrido con cuidado, acunándolo en sus brazos. Mark tomó la jaula, viendo al castaño dándole mimos a su minino.

Haechan ronroneó, gustándole la calidez que emanaba el cuerpo del más alto. Le dió una última mirada con sus ojos color miel, el mismo devolviendo el gesto. Por alguna razón, a Donghyuck se le hacía terriblemente familiar. Pero no era momento de pensar, y el calor del cuerpo de Hyunjin era reconfortante. Tan así, que casi de inmediato se quedó dormido.

Mark negó ligeramente, y ahora sí empezaron a caminar hacia el edificio. La veterinaria quedaba a unas cuantas calles de distancia, y aunque podía ir caminando, la jaula era muy pesada para sus bracitos. ¿Debería de empezar a hacer ejercicio? Se preguntaba Mark, flexionando uno de sus brazos.

—¿Tú dejas que ande por ahí en su forma humana?— cuestionó Hyunjin, luciendo genuinamente curioso sobre ello. Mark asintió, sin saber a qué venía la pregunta realmente.

—Sí, está permitido de todos modos— Y era verdad. El dueño del edificio era parte de una organización que defendía los derechos de los híbridos, así que cualquier tipo de mascota, fuera un híbrido o no, era más que bienvenida. Podían andar libremente por ahí, no corrían ningún peligro.

—¿De verdad?— exclamó asombrado. Mark volvió a asentir—. Ya. Con razón mi pequeño insistía con querer salir.

—¿Tu pequeño?— repitió Mark—. ¿Tienes una mascota?

Ya habían llegado al edificio. Ambos saludaron con una pequeña venia al portero, dirigiéndose al elevador. Otra coincidencia, también vivían en el mismo piso.

Hyunjin asintió, una sonrisa orgullosa curvando sus bonitos labios. —Es un pequeño muy lindo— contó, sus ojitos brillaban de sólo recordar al pequeño y lindo ser que le esperaba en casa.

—¿Qué es?

—Un híbrido de zorro— respondió. Mark abrió la boca, sorprendido. ¿Acaso eso existía?

Haechan entreabrió sus ojos. ¿Hyunjin había dicho híbrido de zorro?

Habían muchos de esa especie, lo sabía. Pero existía la mínima posibilidad de que fuese su niño.

—¿Eso es legal?— dijo sin pensar. Sabía que sí existían, la pregunta de antes fue estúpida. Pero, según sabía, por lo general la gente sólo adoptaba gatos, perros, y similares.

Hyunjin rió, acostumbrado a ese tipo de reacciones. Después de todo, cuando le contó a sus hyungs sobre su pequeño, preguntaron exactamente lo mismo.

Sacó su teléfono, mostrándole una foto a Mark. Desafortunadamente, Haechan no pudo verla. —Lo encontré en un centro de adopción de por aquí. Fue amor a primera vista, créeme— suspiró. Mark asintió, comprendiendo a lo que se refería. Para ese entonces, ya habían bajado del elevador, quedándose de pie a un lado de la puerta del mismo para seguir charlando—. Aunque el proceso fue un poco tardado, e hicieron muchas pruebas porque creían que iba a ser un conejillo de indias o algo así— hizo una mueca—. Pero la espera valió la pena.

—¿Cuál es su nombre?— indagó. Lucía realmente lindo. Con sus ojitos rasgados característicos de su especie, y las orejitas rojizas contrastaban bien con lo ligeramente oscuro de su cabello.

—Hwang Jeongin.

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siempre tiene que estar skz and you can't change my mind

cat || markhyuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora