🍉; O53.

693 110 5
                                        

—Uhm— murmuró Hyunjin, analizando el rostro de un ido Mark de cerca y pasando su mano repetidas veces frente a él, casi rozando su nariz—. Creo que lo rompimos— dijo, enderezándose y mirándo al mayor con preocupación.

Woojin hizo una mueca, viendo el estado del canadiense. —¿Tú crees?— dudó. El alto asintió con vehemencia—. Pero si tiene casi veintiuno. ¿Cómo podría traumarse con algo así?

Hyunjin se encogió de hombros. —¿Fuiste muy específico, quizá?

—Pero-

—Tú fuiste el que le explicó todo, hyung— interrumpió Hyunjin—. Eres el que tiene experiencia, después de todo— agregó, haciendo un movimiento de cejas, sugestivo.

El pelinegro abrió la boca, formando una 'o', posando una mano en su pecho, indignado. —¿Yo? ¡Pero si tú fuiste el que habló más!

Hyunjin regresó su atención al extranjero, poniendo un dedo bajo sus fosas nasales, suspirando aliviado antes de retirarlo. —Al menos sigue respirando— avisó, regresando a su lugar en la cómoda silla de su jefe, cruzando sus piernas sobre el escritorio—. ¿Deberíamos dejarlo así?

Woojin se encogió de hombros, sentándose frente al del lunar. —Creo que es mejor que procese todo— opinó, cruzando sus brazos sobre el escritorio, lejos de los pies de Hyunjin, y apoyando su mandíbula en ellos—. Es eso, o tirarle agua encima. Ya me está preocupando.

Una sonrisa malévola surcó los rellenos labios del alto, mientras se levantaba. Woojin incluso pudo ver los cuernitos y la cola en ese preciso momento. —Me agrada más esa idea— dijo, tomando un vaso y llenándolo, dispuesto a acercarse al canadiense y realizar lo que el mayor había dicho. El mismo lo detuvo, sosteniéndolo por la muñeca, y haciendo que volviera a sentarse con un suave tirón. Hyunjin bufó, rodando los ojos—. Aburrido.

En ese momento, ambos híbridos entraron a la habitación. Jeongin fue directo hacia su dueño, Haechan hizo lo mismo, encontrándose con la mirada perdida del canadiense.

Imitó la acción de Hyunjin, añadiendo un par de palmaditas a una de las mejillas definidas del mayor. —¿Qué le pasa?

Hyunjin apoyó su rostro en el hombro de Jeongin, tapando las orejitas del mismo, dispuesto a explicarle la situación al felino con lujo de detalles. Por eso mismo, no era algo que Jeongin tuviera que escuchar.

—Verás, él nos preguntó algo— comenzó, casual, ganándose la mirada curiosa de Donghyuck, incitándole a continuar.

—¿Qué fue lo que preguntó?— indagó, genuinamente curioso. Debía ser realmente algo, o muy malo, o muy importante. Sino, no le encontraba explicación alguna al estado de su humano.

—Pues-

Al parecer eso hizo reaccionar a Mark, quien inmediatamente siseó, dándole una mirada de advertencia al más alto, rodeando la cintura del felino con sus brazos y atrayéndolo a sí. Donghyuck no podía saber de su condición por boca de alguien más. Él se encargaría de explicárselo una vez estuvieran a solas, con más calma.

—¿No te han dicho que calladito te vez más bonito, Hyunjin?— preguntó, con voz calma. Hyunjin hizo una expresión de indignación, mientras Woojin soltaba una risita.

—Yo me veo bonito siempre, ¿no es así, Innie?— puchereó, mirando a su pequeño expectante a una respuesta. Jeongin asintió repetidas veces, sonriendo—. ¿Ves?— le dijo a Mark—. Así que no, no me lo han dicho.

Haechan lo observaba, entre confundido por su repentina intervención, curioso por lo que Hyunjin iba a decir, y encantado por el tacto del mayor en su cintura, aunque no pudiese sentirlo del todo bien por la camiseta. Muy a su pesar.

—Makku— llamó, abultando su labio inferior. El gesto se le antojó adorable a Mark—. Quiero saber.

Mark suspiró. Sabía que no había forma de detener a Donghyuck cuando quería saber algo, al menos hasta que algo o alguien saciaba su curiosidad.

—En casa, ¿sí?— ofreció, acariciando levemente. Sus miradas estaban conectadas, y sus rostros se acercaban, ignorando completamente el hecho de que no estaban solos.

Donghyuck asintió, absorto en los oscuros orbes de su dueño. —¿Promesa?

Mark asintió, dejando un pico en sus labios. Hyunjin y Jeongin se miraron emocionados, suprimiendo un chillido al no querer interrumpir la tierna escena. Woojin rió ante la reacción de los otros dos, aún más al ver que Mark daba un beso más prolongado al minino.

—Promesa— repitió, a lo que el felino sonrió satisfecho.

cat || markhyuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora