cat || markhyuck

🍉; O24.

—Todo está perfecto.

Mark soltó todo el aire que no sabía que estaba reteniendo, acariciando al felino, plácidamente dormido, antes de cerrar la jaula.

Por alguna razón, siempre que iban al veterinario un sentimiento se asentaba en su pecho. Miedo. Miedo porque algo estuviera mal con su gatito. Aunque, gracias a Dios, nunca era así.

—Quería hacerte un par de preguntas, pero llegaré tarde— Kun hizo una mueca, tomando sus cosas apresuradamente—. ¿Puedes encargarte, Jinnie?— ante el llamado, los dos chicos que le ayudaban en su consultorio lo miraron.

—¿Woojin o yo?— preguntó el castaño que no conocía. Hasta ese día, Mark no lo había visto ahí.

—Ambos, por favor— pidió, prácticamente suplicándoles con la mirada, entregándole una hoja a Kim—. Yangyang debe de estar desesperado— se lamentó en un murmullo. Una vez en la puerta, les dió una última mirada—. Les dejo el resto, ¿sí? Pueden irse temprano por hoy.

Woojin asintió con una ligera sonrisa. —No se preocupe, hyung. Salude a Yangyang de nuestra parte— ante esto, el otro chico asintió de acuerdo. Kun les regaló una sonrisa antes de salir del consultorio. Definitivamente se había ganado la lotería con esos dos chicos.

Una vez el mayor de todos se fue, Woojin se giró hacia Mark, el chico castaño siguiéndole. —Supongo que te estarás preguntando que quién es él— habló, pasando un brazo por el hombro del más alto.

Mark asintió, analizando al chico. Ciertamente, viera quien lo viera, era guapo. En especial por ese lunar bajo su ojo. Lo hacía lucir más atractivo, según Donghyuck. No es como que se fijase en esas cosas, claro, pero su autoestima se vió un poquito dañada por la belleza indiscutible del chico.

—No estaba aquí la última vez.

El desconocido rió entre dientes. Mark se contuvo de fruncir el ceño. ¿Había dicho algo divertido?

—Eso es porque empezó la semana pasada— aclaró Woojin, evitando reír. Mark a veces hacía preguntas tontas—. Al grano. Él es Hwang Hyunjin. Estudia la misma carrera que yo, un año inferior— después de eso, le señaló—. Hyunjin, él es Mark, un amigo mío.

El de labios gruesos sonrió, extendiendo una mano hacia Mark, la cual aceptó, estrechándola. —Un gusto.

El canadiense simplemente asintió con una sonrisa amable. Luego de eso, Hyunjin se sentó en tras el escritorio de Kun, jugando con un par de lapiceros, Woojin siguiéndole, quedando de pie al lado del castaño.

—Nosotros somos los que hacemos preguntas ahora— habló Hwang, arrebatándole la hoja a Woojin, quien le dedicó una mirada molesta.

A pesar de eso, el mayor no se quejó. Le hicieron las preguntas habituales de cada mes, las respuestas siendo mayormente las mismas. Hasta que hubo una que llamó su atención.

—Ahora, ¿sabes si Haechan ya ha tenido celos?

—¿Celos?— repitió, confundido.

Hyunjin aclaró su garganta. —No es un estado de celo en sí. Por lo general, los machos entran en celo al percibir las feromonas de una hembra. Aunque hay casos... especiales— su voz bajó gradualmente, su mirada perdiéndose en un punto fijo de la caoba del escritorio.

—¿A qué se refiere?— le preguntó al mayor de los tres, viendo que Hwang se había quedado pensando en quién sabe qué cosas.

—¿Has escuchado hablar de híbridos macho que pueden tener crías?— preguntó el más alto, sin dejar que Kim respondiera.

Mark asintió con una mueca. —Jeno me dijo algo. ¿Por qué?

—Porque...— comenzó, mordiendo su labio—. Dile tú, hyung.

Woojin suspiró. Sabía que a Hyunjin le hacía rabiar todo el asunto, como el amante de los animales y defensor de derechos que era. Además, después del incidente, se le hacía casi imposible hablar sobre ello.

—Te lo diré de manera que entiendas— murmuró. Mark frunció el ceño. ¿Acaso tenía cara de idiota?—. Esos fueron resultados de experimentación, no creo que necesite explicar más— Mark asintió, haciéndole saber que también conocía esa historia—. Los machos que tienen la capacidad de procrear, pasan por un celo similar al de las hembras. Ya sabes, las ganas de... reproducirse, y todo eso.

—Kun tiene la ligera sospecha de que Haechan puede ser uno de ellos— comentó Hwang. Mark abrió los ojos, sorprendido—. Aunque bueno, nada es seguro, ¿sabes? No tienes que preocuparte por eso. Es sólo una suposición— tranquilizó. No le gustó la expresión que había puesto Mark.

—¿Y qué pasaría si así fuera?— cuestionó.

—Él tendría ganas de... consolarse— respondió Woojin, divertido por la expresión avergonzada que ahora tenía el pelinegro—. Pero, como dijo Hyunjin, es sólo una suposición.

Mark asintió, perdido en sus pensamientos.

Y si así fuera...

¿Qué demonios se supone que debería hacer?