cat || markhyuck

🍉; O12.

Jeno y Mark caminaban por la acera, de vuelta a sus departamentos luego de un largo y tedioso día de clases (como siempre). Hablaban de cosas triviales (si es que hablar siempre de sus respectivas mascotas podía considerarse como trivial), hasta que el canadiense vió una cabellera rojiza al otro lado de la calle.

—¡Chanyeol! — llamó el canadiense, sacudiendo su mano en un intento por llamar la atención del mayor. Chanyeol pasó su vista por todo el alrededor, sonriendo cuando se topó con el pelinegro, acercándose rápidamente, teniendo cuidado al cruzar la calle. Tenía un gatito que cuidar.

—¿Vas al departamento? — preguntó Jeno una vez el alto estuvo cerca. Chanyeol negó, sus labios convirtiéndose en una final línea.

—Tengo algo que hacer. — respondió, los otros dos chasquearon la lengua, un poco disgustados. Pasaban poco tiempo con el pelirrojo, y realmente les había caído bien a ambos. —Pero puedo acompañarlos hasta que tenga que separarme. — ofreció, su rostro adornándose con una sonrisa amable.

Dicho esto, los tres chicos retomaron su recorrido. Siguieron hablando de las mismas cosas triviales de antes (como si no tuvieran algo más de lo que hablar) hasta que se detuvieron. Chanyeol tenía que irse, al igual que Jeno.

—Chanyeol. — llamó Mark. El aludido hizo un ruidito, dando a entender que lo escuchaba. —Iré a por Haechan, ¿puedes prestarme la llave? Prometo devolverla en cuanto pueda.

Ante la petición del pelinegro, el mayor frunció el ceño, extrañado. Mark nunca le pidió algo así antes. —¿Por qué tan de repente?

El canadiense hizo un puchero, algo muy impropio de él, debo decir. —Baekhyun se tarda demasiado en abrir. Creo que lo hace a propósito.

Chanyeol rió entre dientes, culpable. A su gatito le gustaba (demasiado, podría decir) molestar al canadiense. No había razón. Simplemente le parecía divertido.

Sin más, el pelirrojo buscó el objeto, encontrándolo en su bolsillo y entregándoselo a Mark. —Puedes dejársela a Baekhyun.

Mark asintió, apretando la llave entre su mano y despidiéndose de ambos chicos, para empezar a caminar.

Jeno se mordió el labio, aún parado al lado de Chanyeol, viendo con preocupación a Mark alejándose. —¿No crees que puede encontrarlos?

Chanyeol jadeó, apenas percatándose de lo que quería decir Jeno.

¡Y que tenía razón!

Los grandes ojos de Chanyeol demostraban preocupación cuando buscó al canadiense y vió que este ya había salido del alcance de su vista.

Bueno, que ahora no había tiempo para arrepentirse. Lo hecho, hecho está.

Ambos estaban en silencio, Jeno esperando una respuesta y el más alto calculando cuánto tiempo le tomaría a Mark llegar al edificio, y cuánta importancia tenía lo que iba a hacer en ese preciso momento.

Definitivamente ninguna.

—Vamos. — declaró, tomando la mano de Jeno, quien asintió, comprendiendo. Ambos empezaron a caminar rápidamente, casi corriendo. Chanyeol por el bien del minino más pequeño, y Jeno por su integridad.

Sólo esperaban llegar a tiempo.

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