—Así que mis sospechas eran correctas. — habló en un suspiro.
Al escuchar su voz, ambos híbridos se giraron hacia él. Los ojos de Baekhyun demostraban sorpresa, mientras que los de su minino estaban inundados de pánico puro.
¿Por qué estará tan asustado? No es como si hubiera cometido un crimen.
Aunque si fuera así, sería ser muy bonito.
Lucía vulnerable, y muy lindo. Los ojitos de color chocolate estaban enfocados en el, mientras que los rosados y rellenos labios estaban curvados hacia abajo. Mark sólo quería ir y abrazarlo, decirle que todo estaba bien, pero se contuvo. Primero quería una explicación, después podría dejarse llevar por sus deseos.
—¿M-mark? — tartamudeó el felino.
Oh, su voz. Cielos. Mark nunca había escuchado una voz tan melodiosa. Era aguda, pero sin llegar a ser insoportablemente chillona, como la de ciertas chicas que estudiaban con él. En serio, si tuviera esa voz, no diría ni pío porque ni el mismo soportaría escucharse.
Volviendo al punto más importante, su minino. Las orejitas estaban ahí, al igual que la cola y el collar. Su cabello era del mismo color que estas, un castaño casi dorado, precioso. Su piel era morena, y desde su lugar podía notar los pequeños lunares regados por su rostro y cuello, convirtiéndose automáticamente en su constelación favorita.
Llevaba puestos una camiseta que podía asegurar era de Baekhyun, y unos pantalones cortos, mostrando así las largas y torneadas piernas.
Subió su vista, apartando los pensamientos indebidos de su mente. Apenas le había visto, pero podía asegurar que su gatito era hermoso, y pelearía con el que le dijera lo contrario (¿eso era amor a primera vista?).
Notaba el ligero temblor en sus piernas, y seguía mirándolo con temor. Mark se acercó lentamente, sin apartar su vista del felino, mismo que tembló un poco más fuerte al ver la forma en la que su dueño lo miraba.
Donghyuck apretó sus ojitos con fuerza cuando lo tuvo cerca, siendo seguido por Baekhyun, esperando lo peor. Abrió los mismos al no sentir nada más que una mano posándose delicadamente sobre su mejilla, acariciando suavemente.
Estaba confundido. ¿Por qué Mark estaba haciendo eso? ¿No iba a devolverlo al feo centro de adopción como los demás?
Mark soltó una risita al ver la confusión en los ojos achocolatados. Donghyuck se quedó ido, viendo y escuchando al canadiense reír.
Su risa le recordaba a un animal, pero en ese momento estaba tan nervioso que no podía recordar cual era.
La expresión de Mark cambió repentinamente a una seria, pero su mirada seguía siendo cálida, así lo sentía Donghyuck. —¿Por qué? — fue lo único que dijo, sin apartar la mano de la morena mejilla. Su piel era suavecita, una sensación agradable para el tacto.
Donghyuck mordió su labio, sabiendo a lo que se refería, sintiéndose culpable. Mark inconscientemente llevó su vista hacia allí.
—J-jeno... — carraspeó. ¿Por qué tenía que tartamudear así? —Jeno dijo que... — comenzó, el nerviosismo comenzando a volverse insoportable. Sentía que iba a llorar. Además, la mirada que le dedicaba Mark no ayudaba en nada. Se sentía irremediablemente pequeño, indefenso. No le gustaba. —Dijo que no te gustaban los híbridos.
Mark bufó, recordándose mentalmente que tendría una seria conversación con Lee. Él era el culpable de no poder haber visto tal hermosura antes.
—Bueno, Jeno es un mentiroso. — dijo, encogiéndose de hombros. Su mano libre se posó en la otra mejilla del minino, ahora acariciando ambas con parsimonía. —No creas todo lo que te diga, ¿sí?
Donghyuck asintió, ahora nervioso por el toque y la cercanía del mayor. ¿Por qué estaba tan cerca de su rostro? Apenas se había dado cuenta.
—¿No estás enojado? — preguntó en voz bajita, bajando su mirada, el miedo de una respuesta afirmativa aplazando un poco el nerviosismo.
—Lo estoy. — aceptó, su mano subiendo para acariciar las orejitas de su gatito. Ante la respuesta, Donghyuck alzó la vista, mirándolo con culpabilidad, sus ojitos comenzando a llenarse de lágrimas. —Pero no contigo. Con Jeno. — se apresuró a aagregar, la pequeña mierdecilla llamada conciencia empezando a reclamarle por casi hacer llorar al híbrido.
—¿De verdad? — preguntó en un hilo de voz. Otra duda, ¿por qué Mark estaba enojado con Jeno y no con él? Su cabeza era un lío.
Mark asintió. —No puedo enojarme contigo. ¿Recuerdas lo de las cortinas? — indagó, alzando una ceja.
Donghyuck rió avergonzado, escondiendo sus manos detrás de su espalda. Sus ojos se abrieron con sorpresa al sentir los brazos del mayor rodearlo, atrapándolo en un cálido abrazo.
—Por cierto. — habló en voz baja. Donghyuck lo miró. —¿Cuál es tu nombre? Hasta donde sé, ustedes tienen uno, y debe ser molesto que te llamen por otro.
Donghyuck negó. —No es molesto. La verdad pensaste en un buen nombre. — sonrió. El corazón de Mark latió, un sentimiento que desconocía (o eso quería creer) instalándose en el mismo. Era una sonrisa preciosa. —Y me llamo Donghyuck. Lee Donghyuck.
Mark pronunció el nombre lentamente, el mismo rodando en su lengua, saboreándolo.
Asintió, dejando un casto beso en la sien del moreno. —Un gusto conocerte, Lee Donghyuck.

ESTÁS LEYENDO
cat || markhyuck
FanfictionMark no sabía que realmente necesitaba compañía, hasta que conoció a Donghyuck.