Baekhyun era gato muerto.
Lo sabía, lo sabía muy bien.
Donghyuck lo miraba igual de preocupado, apartando la mano del mayor de su boca para que dejara de morderse las uñas, un mal hábito que tenía cuando estaba muy nervioso y del que se arrepentía luego. No le gustaba arruinar sus maravillosas uñas. Le costaba mucho mantenerlas así.
—Ya, hyung, no es para tanto... — intentó tranquilizar el moreno, acariciando la piel suavecita de la mano de Baekhyun.
Ya le pediría el secreto para tenerlas así luego.
Baekhyun asintió, su mente intentando convencerse de eso, su mirada pasándose por lo que había a su alrededor.
—Ay, Chanyeol va a matarme. — chilló, preocupado por su integridad. —Soy gato muerto. Hyuckie. — llamó, posando sus manos en las mejillas del minino y mirándolo fijamente. —Diles a todos que los amo. Que fui un gato muy feliz y que no dejen que Chanyeol tenga otro.
Donghyuck rió, olvidándose momentáneamente del desastre que habían provocado, divertido por el dramatismo de Baekhyun. —¿No podemos arreglarlo? — cuestionó, echándole un vistazo a la cocina, haciendo una mueca con sus labios.
Baekhyun hizo lo mismo, pensándolo. Donghyuck lo miraba expectante. —¡No sé! — sollozó, alterando al menor. —¡Lo único que sé es que hay que hacer algo! ¡Y rápido! ¡No quiero morir tan joven!
—Claro. — asintió el castaño. —Vamos, hyung. — dijo, extendiéndole una mano al mayor. —Además, Chanyeol te quiere mucho, no sería capaz de matarte. — comentó con una sonrisita, un sentimiento de tristeza instalándose en su interior.
¿Mark iba a quererlo de la misma manera cuando se enterara de que era un híbrido?
No lo sabía.
Baekhyun notó el cambio en la expresión de Donghyuck, sabiendo inmediatamente lo que estaba pensando. —No te preocupes por eso. — tranquilizó inmediatamente, decidiendo dejar su drama por un instante. —Él incluso se va a enamorar de ti por lo bonito que eres. Todo un encanto. — halagó, apretando una de las mejillas del menor y regalándole una de sus mejores sonrisas.
Donghyuck le sonrió de vuelta, asintiendo. No creía que eso ocurriera, pero agradecía los intentos de Baekhyun por darle ánimos.
Ambos felinos se dirigieron al punto de inicio de su día. La habitación del más alto. El mayor hizo una mueca, pensando en cualquier excusa para toda la ropa destrozada sobre la cama del alto.
—¿Qué voy a decirle? — se dijo más a sí mismo, ya más tranquilo, pero todavía preocupado por su integridad. —¿Que entró un ladrón de ropa y peleé con él para que no se la llevara y por eso quedó así?
Era ridículo.
—Eso es lo de menos. — habló Hyuck ignorando su pregunta. —Podemos tirarla, ¿no?
Baekhyun negó. Ya lo había intentado, y Chanyeol siempre notaba que le faltaba ropa. Nunca había hecho más que regañarle, diciéndole que tuviera más cuidado cuando estuviera en su forma felina con la ropa. Pero aún así, a Baekhyun no le gustaba ser regañado.
Decidió que iba a hacerse responsable por la ropa, así que la dobló (al menos lo que podía doblar de ella) y la dejó sobre la cama. Después de todo no era la primera vez que Chanyeol debía comprar más ropa por su culpa, y eran unas prendas muy viejas.
Además, al menos fue ropa y uno una de esas figuritas extrañas que coleccionaba.
A veces Baekhyun pensaba que su dueño era muy raro. Pero así lo quería.
—Necesita ropa nueva. Y más bonita que esta. — se encogió de hombros, haciendo una mueca al ver la cantidad de ropa negra y con estampados ridículos que el pelirrojo poseía (pero que aún así le quedaba bien, en la humilde opinión de Baekhyun), provocando las risas del menor.
Cuando ya terminó, se encargaron de recoger los restos del par de jarrones que habían roto cuando jugaban, con cuidado de no cortarse. Después, lo último y más difícil de arreglar, era el sartén quemado y la comida en el mismo estado.
¡No podían culparlo! Tenía hambre y no quería comida para gato.
Aunque quizá debió prestar más atención cuando Chanyeol le explicó cómo hacerlo...
Baekhyun tomó la comida con una mueca, el olor a quemado pareciéndole repugnante. Y ni hablar de cómo lucía.
Estaba a punto de tirarlos cuando escuchó la voz de su gigante justo donde estaban, causando que el pelaje de ambos felinos se erizara al verse descubiertos.
—¡Corre, Hyuck, corre! — chilló Baekhyun soltando lo que tenía en las manos, dispuesto a huir. Su casi exitosa huida fue arruinada por un par de brazos rodeando su cintura, impidiendo que siguiera avanzando. Tragó saliva, volteándose lentamente para enfrentar a Chanyeol. —Hola, Channie. — saludó con voz dulce, esbozando una sonrisa nerviosa.
El alto soltó una risita, sabiendo muy bien lo que el comportamiento de su gatito significaba. Tomó el delicado rostro entre sus manos, revisando que no tuviera algún daño, haciendo lo mismo con las partes visibles de sus brazos. Después de todo, sea lo que sea que hubiera hecho Baekhyun, su bienestar está primero.
—¡Suéltame! ¡Ya! — chilló Donghyuck forcejeando con Jeno, logrando liberarse de su agarre luego de un rato. —Se supone que iba a escapar. — se quejó cruzándose de brazos. Jeno rió, encogiéndose de hombros.
—¿Qué fue lo que hiciste, Hyunnie? — preguntó el pelirrojo. Baekhyun sonrió, nervioso.
—¿Quién dice que yo hice algo? — preguntó, evadiendo el cuestionamiento del alto. —Pff, ¿por qué asumes que yo hice algo siquiera? Es tonto.
—¿Qué hay de esa comida? — preguntó de vuelta Chanyeol. Baekhyun tragó.
—Fue culpa de Baekhyun. — habló Donghyuck con inocencia.
Baekhyun decidió ignorar la clara traición del menor, concentrándose en lo que podría decirle Chanyeol. —¿Me vas a regañar? — preguntó temeroso, sus orejitas bajándose.
Chanyeol suspiró, viendo la expresión de Baekhyun. —Por lo menos no tendremos que remodelar la cocina otra vez. — comentó con diversión, revolviendo los negros cabellos de su minino. Baekhyun lo miró con sus ojitos brillando. —Imagino que tendré que comprar ropa y un par de jarrones, ¿no?
Baekhyun asintió con vergüenza. —Lo siento.
Chanyeol negó, dejando un suave besito en la frente del más bajo. Casi siempre era lo mismo las pocas veces que Baekhyun tenía que quedarse solo en casa. —Que no se repita, ¿está bien?
Baekhyun asintió efusivamente. —Lo prometo. Esta vez lo cumpliré. — añadió, viendo la ceja alzada de Chanyeol.
—Espera. — habló Jeno, dándose cuenta de lo que había dicho el mayor. —¿Remodelar? — cuestionó, asombrado.
Chanyeol rió ante el recuerdo, viendo la expresión avergonzada de Baekhyun. —Es una larga historia.
—Tenemos tiempo. — dijo Hyuck, genuinamente curioso.
Baekhyun suspiró, viendo al más alto abrir su boca para empezar a hablar.
Su reputación sería arruinada.

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cat || markhyuck
FanfictionMark no sabía que realmente necesitaba compañía, hasta que conoció a Donghyuck.