Donghyuck despertó por la voz de su dueño llamándole, acompañada de ligeras presiones en sus dos mejillas y caricias en sus cabellos que, si no fuera porque seguían hablándole, le habrían dejado dormido en cuestión de segundos.
Pasaron unos segundos hasta que abrió los ojos, parpadeando para acostumbrarse a la poca luz que había afuera y buscando que su vista se enfocara. Una vez logrado, lo único que pudo vislumbrar era el rostro del canadiense peligrosamente cerca del suyo, mismo que le miraba con una sonrisa.
—¿Buenos días...?— murmuró, desorientado, intentando sentarse correctamente, rindiéndose luego de un rato al no estar del todo consciente. ¿El asiento estaba totalmente recostado?
Mark rió, negando, y evitando chillar por lo tierno que se veía Donghyuck así, despeinado y desorientado por apenas haber despertado. —Ya es de noche. Dormiste en la mayor parte del camino.
—¿Dormir?— repitió, lentamente, tallando uno de sus ojos, intentando desperezarse aún recostado—. ¿Cuándo me quedé dormido?
Mark se encogió de hombros. —No sé. Cuando me di cuenta ya estaba hablando solo— respondió, en voz baja, sin bajar de donde estaba. Fue hasta entonces que Donghyuck se percató de que Mark estaba encima suyo, apoyándose en sus brazos y rodillas para no aplastarle.
Donghyuck puchereó, a lo que Mark se acercó para besar el labio que sobresalía, acción que tomó desprevenido al híbrido. —Estás raro. No me molesta, pero quería decirlo.
Mark volvió a reír, encogiéndose de hombros. —Vamos a entrar ya— avisó, ahora sí levantándose y abriendo la puerta del auto—. Ponte esto— dijo antes de salir, lanzándole una sudadera que claramente le pertenecía—. Hace frío afuera y acabas de despertar. No quiero que cojas un resfriado.
Luego de eso, Donghyuck se dedicó a esperar en la entrada del condominio mientras Mark sacaba las maletas del auto. El felino obviamente quiso ayudar, pero Mark se negó, y no pudo ganar esa batalla. Una vez con todo listo, ambos subieron hasta su piso en el ascensor, caminando hasta la puerta diecinueve. El canadiense sacó las llaves de su bolsillo, abriendo la puerta para poder entrar.
Donghyuck se quedó maravillado ante la vista. El lugar era más grande que el departamento en el que vivían, y estaba mucho mejor decorado, con muebles modernos y toda la cosa. Pero, por alguna razón, ya se encontraba extrañando el pequeño y acogedor lugar que estaba a kilómetros de distancia.
Por otra parte, Mark hizo una mueca mientras dejaba las maletas a un lado de la entrada. No le gustaba el lugar. Demasiado ostentoso para su gusto. Pero nada podía hacer. Era el único más o menos humilde que tenían sus padres en Busan, y también del único que pudo conseguir las llaves sin que ellos se enteraran. Quizá le agradecería a Eunsang luego.
—¿Qué te parece?— preguntó, rompiendo el silencio. Donghyuck dejó de analizar la decoración de la sala de estar para mirarle directamente, encogiéndose de hombros.
—Es bonito, supongo— Mark sonrió ante el tono indiferente del menor—. Me da exactamente lo mismo si vivimos bajo un puente o en una gran mansión. Mi hogar eres tú, no el lugar.
Mark casi se ahogó al escuchar esas palabras, sintiéndose repentinamente abrumado por las mismas, siéndole inevitable el color carmín que pronto se apoderó de sus pálidas mejillas. —Eso fue inesperado.
El felino volvió a encogerse de hombros. —Quería decirlo. Lo siento aquí— dijo, simple, acercándose a Mark, tomando las manos impropias y posándolas sobre su pecho, justo donde su corazón latía con tranquilidad.
Mark tragó, extrañado por la timidez que le albergaba en ese momento. ¿Cómo es que las palabras de Donghyuck le estaban afectando al punto de dejarle sin habla? Sin decir nada, se acercó para besar castamente los rellenos labios, separándose luego de unos segundos.
Donghyuck se dedicó a explorar el departamento mientras él llevaba las maletas a la habitación. No se molestó en desempacar en ese momento, pues no llevaba mucho y tampoco tenía planeado quedarse más de una semana ahí. Ya vería si lo hacía o no después, en esos momentos estaba muerto del cansancio. Casi tres horas de viaje y solamente dos tazas de café que tomó durante el camino no le ayudaron en nada.
Se recostó en la cama, cerrando los ojos, más que dispuesto a dormir. Mas se vio obligado a abrirlos por el sonido de la puerta abriéndose, y se encontró con su felino llegando con una mesita portátil, cerrando la puerta con un pie y caminando hacia él, sonriente.
Su estómago gruñó en contra de su voluntad, haciendo reír a Donghyuck. El moreno se sentó a su lado, dejando la mesita sobre el espacio vacío de la cama, con el pelinegro imitando su acción. —¿Tienes hambre?
Y para qué negarlo, moría de hambre también. Agradecía a quien quiera que le hubiese enseñado a Donghyuck a cocinar, porque lo había demasiado bien. Era como su delirio, sintiéndolo de lo más delicioso (que, no negaba que lo era), aún más considerando lo hambriento que estaba.
—¿Mañana iremos a ese lugar?— preguntó Donghyuck, somnoliento ya entre las sábanas, su cabeza sobre el pecho del mayor y sus piernas entrelazadas con las contrarias. Habían acabado de comer, y ahora descansarían hasta que el momento que Mark tanto temía llegase junto al amanecer.
Mark asintió, dejando un casto beso en la frente del híbrido. —No debes preocuparte por eso.
Y no debía. Tampoco él. Si su madre seguía teniendo la misma mentalidad de antes, era su problema. No importaba. Por más que fuese su madre, no permitiría que le separara de la persona amaba por su manera de pensar y ver las cosas. Si veía que siquiera hacía el amago de querer ofender a Donghyuck, saldría de esa casa para no volver en un buen tiempo, quizás nunca, o hasta que su madre recapacitara.
Se durmió con esa idea en mente, decidido. Y, aún así, con una parte de él esperando que todo saliera bien, sintiendo el conocido nerviosismo que los posibles acontecimientos le provocaban.
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realmente quiero saber sobre quién quieren que sea la siguiente historia ;-;. me ayudarían mucho. incluso se puede con los otros shipps de skz-
ahre.
escribo mal y sin sentido porque tengo sueño.
buenas noches/días/tardes. los quiero mucho. 💙
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cat || markhyuck
ФанфикMark no sabía que realmente necesitaba compañía, hasta que conoció a Donghyuck.