Mark tragó, pasando su mirada de su minino hacia el "intruso" (como lo había bautizado Donghyuck), quienes se dedicaban una mirada que era de todo menos amigable. No sabía cómo acabar con ese ambiente tan incómodo, y temía por su integridad si llegaba a mover siquiera un dedo.
¿Cómo pudo atreverse a pensar que aceptar cuidar de Seungmin era una buena idea?
No estaba arrepintiéndose, claro que no. La expresión del australiano cuando se lo pidió no le permitió negarse, y hasta cierto punto pensó que serviría para que Donghyuck hiciera más amistades además de las que ya tenía en el edificio. También creyó que, como se llevaba bien con Jaemin, pasaría lo mismo con el otro cachorro.
Grave error.
Quizá exageraba. Al principio no se habían llevado del todo mal, aunque Donghyuck se mostraba un tanto reacio a acercarse al canino. Luego de unos minutos creyó que había triunfado, pues ambos híbridos se la pasaron de aquí para allá en sus formas animales durante un buen rato. Sin embargo, cuando volvió de la cocina para decirles que el almuerzo estaba listo, se los encontró así.
No tenía ni la más mínima idea de lo que había pasado. Y, como dije antes, tenía miedo de lo que podría pasarle si decía algo. La atmósfera era tan pesada que podría cortarla con el cuchillo que usó para hacer la comida, y no sabía qué demonios hacer.
¿Debería preguntar? Aunque no sabía si recibiría respuesta. Los otros dos parecían demasiado ocupados en asesinarse con la mirada.
Dio un respingo cuando Donghyuck bufó, desviando la mirada con los ojos cerrados, indignado, provocando que Seungmin sonriera. Muy fuera de la situación en la que se encontraban, Mark pensó que ese "hmph" fue lo más jodidamente adorable que pudo escuchar en todos sus años de vida. Sacudió la cabeza. Debía concentrarse, pese a que la ternura que le causaba su minino le hiciera más difícil el trabajo.
—Uhm— murmuró finalmente, decidiendo acercarse a ambos híbridos con todo el cuidado que podía tener, alerta—. ¿Puedo saber qué pasó?
—Él fue lo que pasó— masculló Donghyuck, todavía con los ojos cerrados y de brazos cruzados. Mark realmente no entendía. ¿Cómo habían llegado a eso si antes de ir a la cocina todo era azúcar, flores y muchos colores?
Seungmin soltó una carcajada, haciendo que Mark se confundiera más y Donghyuck soltara otro sonidito indignado. —Eres un mal perdedor, Hyuckie.
Donghyuck tomó los brazos de su confundido dueño, rodeándose con ellos para fingir que lo sostenía. Mark, más que confundido, apretó el agarre, viendo al felino "forcejear" para liberarse. —Mark, agárrame que lo mato.
El aludido frunció el ceño, viendo la sonrisa de Seungmin y con la que aparentemente Haechan luchaba por no mostrar. ¿Qué demonios...?
Empezaba a impacientarse.
Atrayendo más al híbrido a sí para detener todo movimiento, miró a ambos con el ceño fruncido, pidiendo una explicación.
Donghyuck, al ver la expresión de su dueño, se encogió de hombros, dejando salir la sonrisa que antes no quería mostrar. —Estábamos viendo quién podía estar más tiempo sin parpadear. Perdí— puchereó—. Y este de aquí— continuó, señalando al cachorro—, no deja de echármelo en cara.
—Ya, eres un exagerado— se quejó el híbrido, levantándose del suelo y sacudiendo sus pantalones—. ¿Vamos ya a comer?— preguntó, luego de percibir el aroma que claramente provenía de la cocina.
Donghyuck aplaudió, liberándose del agarre de su dueño y caminando abrazado a Seungmin hacia la cocina, sin siquiera esperarlo.
Suspiró, decidiendo pasar por alto lo extraños que esos dos eran, y el susto que le dieron al creer que tendría que buscar una excusa para darle a Felix y Changbin si es que llegaban a ponerse violentos. Una sonrisa se instaló en su rostro sin permiso al ver al moreno ser alimentado por el cachorro, para luego hacer lo mismo con él.
¿Qué es lo que haré contigo?
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cat || markhyuck
Fiksi PenggemarMark no sabía que realmente necesitaba compañía, hasta que conoció a Donghyuck.