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Todos observaron extrañados las sonrisas que se dedicaban ambos chicos. ¿Acaso ya se conocían y no estaban enterados?

Mark hacía lo mismo, teniendo la ligera sospecha de quién se trataba. —Al menos puedes decirnos sus nombres, ¿no?

El felino soltó un pequeño "oh", asintiendo y levantándose del cómodo regazo de su dueño, acercándose a los dos chicos, dispuesto a cumplir con lo que le habían pedido.

Primero caminó hacia el pelinaranja, abrazándose al torso del mismo y siendo rodeado por los brazos ajenos. El híbrido frotó su mejilla contra la camiseta del chico con cariño, provocando que los presentes le miraran con confusión (y quizá, sólo quizá, algo de celos). ¿Qué estaba pasando ahora?

Donghyuck apoyó su mandíbula en el pecho del más alto, mirándole con una sonrisa, gesto que era correspondido.

Si no fuera porque sabían lo que sabían, habrían pensado que esos dos eran pareja.

—¿Y?— apuró el canadiense, su vista fija en la escenita de aquellos dos. Hyunjin, quien estaba sentado a su lado, le empujó suavemente con el codo, murmurando un "¿celoso?" que solamente él pudo escuchar, y claramente ignoró. Hyunjin rió por su reacción.

—Él es Jungwoo— respondió el castaño, soltando una risita por la impaciencia de su humano—. Mi hermano— Jungwoo sonrió, acariciando los cabellos que caían sobre la frente del pequeño—. Somos igualitos, ¿a que sí?— molestó, percatándose de las miradas perdidas de los presentes.

Todos soltaron una exclamación de pura incredulidad por las palabras del moreno. ¿Hermanos? ¿En verdad? ¡Pero si no se parecían en nada! ¿Cómo era siquiera posible?

—Pero si no tiene orejas— habló el pecoso, asombrado, soltando una exclamación al ver como las dichosas orejitas aparecían de la nada—. Oh, ahí están.

Jungwoo le dedicó una sonrisa amable al australiano, mismo que soltó otra exclamación al verlas aparecer y desaparecer. —Por alguna razón, nosotros tenemos la capacidad de hacer esto— explicó, volviendo a ocultar sus orejas.

—¿En verdad?— preguntó Minho, asombrado. Jungwoo asintió, todavía sonriendo—. Wow.

Donghyuck inhaló, ahora posando su vista en el gigante a su lado, apegándose más al cuerpo del pelinaranja. Jungwoo rió, apretando su agarre alrededor del cuerpo del más pequeño. —Y este, según hyung, se llama Wong Yukhei, mejor conocido como el idiota que me tuvo apresado por casi un día.

Ante las palabras del moreno, nueve pares de ojos se posaron en Lucas casi de inmediato, la gran mayoría esperando a una explicación, otras dos aparentemente queriendo mandar su cuerpo tres metros bajo tierra. El gigante retrocedió, intimidado, más que todo por la mirada que le dedicaba quien, suponía, era el dueño de Donghyuck.

Lo aceptaba, había cometido un error al haber hecho lo que hizo. ¿Acaso Donghyuck no podía simplemente olvidarlo? ¡Fue una broma pequeñita! ¡Y lo había salvado! Pero, ¿qué se suponía que debía decir si todos le estaban mirando de esa manera?

Su única reacción fue esconderse tras el cuerpo del pelinaranja, percibiendo la risita que soltó Donghyuck. Malvado. —¡Hyung! Diles algo— lloriqueó en un susurro, suplicante. Jungwoo se encogió de hombros, divertido.

—Yo no te dije que fingieras haberle secuestrado— respondió, alzando una ceja. Una risita salió junto a un suspiro de sus labios al ver la expresión del chino—. Bien. No le había secuestrado, si es lo que ustedes piensan.

—¿Por qué debería creerles?— preguntó Mark, alzando una ceja y cruzando sus brazos sobre su pecho, levantándose—. Es más, ¿por qué no los he denunciado por secuestro?

Donghyuck rió bajito, inaudible para los demás, inhalando el aroma de su hermano antes de alejarse y cambiar su expresión divertida por una temerosa, dirigiéndose hacia Mark y envolviendo a su dueño con los brazos.

—Tenía mucho miedo, Makku— lloriqueó, escondiendo su rostro en el espacio entre el cuello y el hombro de Mark.

Mark, al ver el rostro de su minino, correspondió el gesto de manera sobreprotectora, lanzándole una mirada afilada al gigante, provocando que este se escondiera más tras el pelinaranja.

Yukhei le dedicó una mirada ofendida al felino que le daba la espalda. ¿Disfrutaba de verle sufrir? Porque lo estaba logrando.

—¡Eso no es verdad!— chilló, recibiendo las risas de Jungwoo y la mirada de Mark como respuesta—. En realidad le salvé de ser secuestrado, deberían agradecerme, no intentar asesinarme— murmuró, ofendido, desviando la mirada.

—¿Qué?— exclamó Mark—. ¿De qué estás hablando?

Yukhei asintió repetidas veces. —Era un tipo incluso más grande que yo— contó, alzando su brazo un poco más de su altura—. Y llevaba una camiseta con un símbolo extraño. Lo único que pude leer fue un "Park".

Todos se extrañaron aún más al ver a Hyunjin levantarse, su expresión demostrando clara alarma. El castaño volvió a su lugar, dándole una mirada a su pequeño que no supieron interpretar del todo e inhalando para tranquilizarse.

Es imposible que sea él, ¿cierto? Hay muchísimos Park en este mundo. Y no todos tienen que dedicarse a eso.

Sí, no había manera de que fuese él. De todas formas, se habían encargado de que sus días encerrado no fueran precisamente pocos.

cat || markhyuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora