Jisung los llevó al apartamento de Chanyeol. Ahora estaban ahí, con Baekhyun escuchando exactamente el mismo problema que el rubio había planteado hace un tiempo.
Suspiró. —Ustedes están enamorados.
—¿Enamorados?— repitió el cánido, ladeando su cabeza como muestra de su confusión. Donghyuck mordió su labio. ¿Podría ser posible?
—Cuando se sienten de esa manera sólo con cierta persona, significa que les gusta, o les interesa en un aspecto fuera del fraternal o amistoso— explicó—. Por eso el cuerpo reacciona de esa manera, volviéndolos un completo manojo de torpeza.
No quería hacerlo demasiado específico, ya que el más pequeño podría no comprender. Grande fue su alivio al ver que el pequeño asentía, demostrando que la explicación le fue suficiente para entenderlo.
—¿Entonces me gusta Jinnie?— murmuró, un leve carmín instalándose en sus mejillas al recordar a su dueño—. ¿Debería decirle?
—Así es— asintió Baekhyun—. Y esa es tu decisión, Jeongin. Haz lo que mejor te parezca.
Dicho esto, los tres invitados —intrusos, según Baek— se retiraron hacia sus respectivos hogares. Se despidieron de Jisung cuando llegaron hasta su puerta, yendo rumbo a la puerta del departamento de Hyunjin.
Abrieron la puerta, encontrándose con Hyunjin palmeando amistosamente el hombro de un aturdido Mark. ¿De qué tanto estarían hablando?
—Oh, ya están aquí— dijo Hyunjin cuando los divisó. Mark se levantó, haciéndole una seña al alto para decirle que se iba, y saliendo del departamento junto a Donghyuck—. Ven aquí, Innie. Es hora de comer.
El cánido asintió, siguiendo a su dueño hacia la cocina-comedor. Se encontró con su comida favorita ya servida, y su lengua se paseó por sus labios inconscientemente, gesto que no pasó desapercibido para el humano. El castaño sonrió al ver la forma en la que su pequeño miraba la comida, animándole a sentarse para poder empezar a comer.
El híbrido, más temprano que tarde, se apresuró a sentarse para comenzar a degustar la comida, no sin antes agradecer. Comieron en silencio, hasta que había dejado el plato prácticamente limpio.
Por su parte, Hyunjin comía con calma, la satisfacción asentándose en su pecho al ver que la comida había sido buena para su pequeño. Se levantó y llevó los platos hacia el lavamanos. Ahora el semblante del híbrido era pensativo, podía notar que algo pasaba por su cabecita por el movimiento constante de sus manos, así como el de sus orejitas. Eso le preocupó al instante.
—¿Sucede algo, Innie?— preguntó, asustando al híbrido ante su repentina presencia. Se acercó, agachándose para quedar a la altura del pequeño, mirándolo directamente a los ojos—. ¿Qué pasa por tu mentecita, pequeño?
Jeongin lo miró a los ojos unos instantes, antes de dirigirlos hacia su regazo, donde sus manos jugueteaban nerviosamente, pensando.
¿Debería decirle? Eso era en lo que más pensaba. Sabía que no pasaría nada si lo hacía, después de todo compartían la confianza suficiente como para contarse cualquier cosa, por mala o vergonzosa que esta fuera. ¿No se volverá incómodo? ¿Extraño? Ese era su temor. Realmente no soportaría si el del lunar se alejaba sólo por lo que acaba de descubrir eran sus sentimientos. ¿Sentirá lo mismo?
—Yo...— balbuceó—. Quería decirte algo.
—¿Sí?— animó el otro, la preocupación brillando en sus hermosos orbes oscuros, esos en los que se perdía de vez en cuando sin percatarse de ello—. ¿Qué es, bebé?
Bebé. Por algún motivo, su corazón pareció ir más rápido por el apodo.
—Es que...— comenzó, buscando las palabras correctas para expresar lo que sentía desde lo más profundo de su corazoncito—. Me siento extraño.
Por tales palabras, la preocupación de Hwang aumentó. —¿Extraño? ¿Te sientes mal?— preguntó, sus grandes manos pasándose por el rostro del cánido, buscando por alguna señal de malestar que pudiera darle un indicio de lo que sucedía—. ¿Debo llevarte al doctor?
Jeongin rió suavemente, negando. —No. No estoy enfermo.
—¿Entonces?— estaba confundido. ¿Qué era lo que le ocurría a su bebé si no estaba enfermo?
—Se siente extraño, aquí— una de sus manos tocó su pecho—, y aquí— ahora en su estómago—, cuando estoy cerca de ti.
—¿Eh?— eso le confundió aún más—. ¿Qué quieres decir?
Jeongin inhaló hondo. A pesar de que su voz era baja, como siempre que se encontraba nervioso, Hyunjin pudo escucharlo fuerte y claro.
—Me gustas, Jinnie.
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HYUNIN PARA MÍ, HYUNIN PARA USTEDES, HYUNIN PARA TODO EL MUNDO PORQUE SON UN AMOR Y A TODOS NOS ENCANTA.
MWAH MWAH
btw, sé que esto parece más otras cosas q markhyuck, pero las cosas van lento. ya saben, tipo k-drama, jsjs

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cat || markhyuck
Fiksi PenggemarMark no sabía que realmente necesitaba compañía, hasta que conoció a Donghyuck.