Pese a la curiosidad que le causaba lo que sea que Kun tuviera que hablar con su dueño, las ganas de ir a jugar con Jeongin lo superaban. Así que se fue, dejando a ambos humanos a solas para que pudieran hablar a gusto. Sabía que no podría ser nada malo, pues él seguía todas las indicaciones que el médico le daba al pie de la letra. Y no porque fuera guapo, claro que no. Simplemente no quería enfermar y preocupar más a su bonito dueño.
Kun suspiró, sentándose sobre su escritorio, un par de papeles en mano. —¿Cuántos meses tiene Donghyuck?
Mark lo pensó por un momento. —Casi un año, ¿por qué?
Kun pasó su vista por los papeles que llevaba en mano, haciendo una mueca confusa. —Eso es extraño...— murmuró, tomando otro par de hojas de su escritorio y revisándolas—. Normalmente los celos se presentan a los siete meses...
Mark se acercó un poco más para poder escuchar, fallando al percatarse de que el mayor lo había dicho en su idioma natal y bueno, él no era multilingüe. —¿Dijiste algo?
Kun alzó la vista, prestándole atención al pelinegro frente a él, con una expresión seria. —¿Todavía no ha presentado ningún signo de celo?— preguntó, tomándole por sorpresa.
—No— negó, todavía más extrañado. ¿Por qué estaban tocando ese tema de nuevo?
Aunque realmente se lo esperaba. Después de todo, sólo había pasado un mes desde la última visita, y suponía que el —ahora— pelirosa querría saciar sus dudas. Pero eso no le quitaba el hecho de que una pequeña parte de él no quisiera saber.
Había estado dándole vueltas al asunto durante unos cuántos días, pero no encontraba respuesta a sus dudas. Seguía sin saber exactamente qué era lo que podría hacer si su gatito fuese de ese tipo, y, pese a que las únicas dos opciones eran más que claras, era algo que, o no podía ver, o no quería aceptar.
Kun suspiró, dándole una mirada que no supo interpretar. —Por lo general, los gatos experimentan su primer celo a cierta edad. La media es a los siete meses, aunque en unos puede presentarse antes, o después— explicó, ordenando las hojas y dejándolas sobre el escritorio.
—No entiendo a dónde quieres llegar— mintió, tragando duro.
—¿Recuerdas lo que te dije la última vez? ¿Acerca de mis sospechas sobre Haechan?— cuestionó, viendo al canadiense inhalar profundo—. Sé que es un tema difícil de tratar, pero es algo que no se puede evitar. Especialmente ahora que ustedes son algo.
Ante esa última oración, el pelinegro alzó la vista. —¿Algo?— repitió. Kun asintió—. ¿Cómo te enteraste?
El pelirosa tragó. Cierto, no debí decir eso. —Un pajarito me contó.
—Supongo que ese pajarito tiene nombre y apellido— masculló, sabiendo perfectamente de quién se trataba. Kun abrió la boca para salir en defensa de su subordinado, pero Mark no se lo permitió—. Déjalo, hyung. De todas maneras iba a contarte hoy. Al grano, ¿qué es lo que vas a decirme?
El mayor tomó los dos papeles más pequeños, provocándole curiosidad al notar que eran dos fotos que probablemente había tomado con el ecógrafo. —¿Ves esto de aquí?— preguntó, deslizando el papel por el escritorio y señalando un punto de la imagen. Lo único que pudo ver fue algo en tonalidad gris, sin una forma que pudiese darle indicios de lo que era—. Es un útero, Mark. ¿Sabes lo que eso significa?
Mark negó. Se daba una idea, pero en serio necesitaba que él mismo lo dijera.
Kun palmeó su hombro, guardando las imágenes. —Me sorprende el que no haya presentado nada a su edad.
—¿Eso es algo malo?— preguntó en seguida, alarmado. Ciertamente, la salud de su minino era muchísimo más importante que lo que podría hacer luego.
—No— se encogió de hombros—. Pero puede significar dos cosas. O el proceso tuvo algún fallo, y la existencia de ese útero no significa nada, o se presentará tardíamente— le dio una pequeña sonrisa, levantándose del escritorio, para luego revisar la hora en el reloj que había colgado en la pared—. Apuesto más por la segunda. Así que te aconsejo que estés preparado.
•°•°•° 🐈 °•°•°•
Hyunjin hizo una mueca, viendo la expresión perdida del pelinegro sentado frente a él. —¿Ahora qué ocurre?
—Sé que escuchaste— masculló el canadiense, mirando de reojo al más alto, quien le miró con inocencia—. Y ahora necesito consejos. No hagas como si no estuvieras enterado de nada.
El castaño alzó las manos, retrocediendo gracias a las ruedas de la silla que Kun usaba. El mayor les había dejado al cuidado por el mismo motivo de la última vez. —Vaya, tranquilo.
Mark bufó, pasando sus dedos entre su cabello, echándole un vistazo a los híbridos que estaban plácidamente dormidos en una esquina de la habitación, acurrucados. —¿Qué harías tú?— soltó finalmente, abrumado.
Hyunjin miró hacia el techo, pensativo. La respuesta era demasiado obvia. ¿Cómo es que Mark no podía verlo? —Bueno, si ese fuera el caso de mi Innie— cosa que probablemente hubiese ocurrido si me he tardado un poco más—, no sé. Lo más probable es que le ayude. Es lo correcto.
—¿Lo correcto?— repitió el pelinegro, estupefacto. El castaño asintió.
—A lo que se refiere Hyunjin es— interrumpió el mayor de los tres, sentándose sobre el escritorio—, como ustedes ya son algo, no ve el motivo por el cual ayudarle, si se llega a dar, en su situación, sea algo malo.
Mark asintió, procesando las palabras de Woojin. —Entiendo eso. Pero, ¿cómo?
Los otros dos se dieron una mirada, para luego carraspear, abochornados. —Bueno, verás...
¿Cómo podrían explicar eso siendo sutiles?
![](https://img.wattpad.com/cover/171600297-288-k167958.jpg)
ESTÁS LEYENDO
cat || markhyuck
FanfictionMark no sabía que realmente necesitaba compañía, hasta que conoció a Donghyuck.