Baekhyun bufó, cruzándose de brazos y tirándose en el sofá con un puchero adornado sus rosados labios.
¿Por qué tenía que estar él aquí?
¡El quería estar con su bebé a solas!
—No tiene sentido que hagas berrinches, Baekhyunee. — dijo el hombre con una sonrisa burlona. —Chanyeol me pidió que los cuidara y, ¿quién soy yo para negarme? — se encogió de hombros, tomando al animalito entre sus manos para acomodarlo en su regazo. —¿Cierto, Haechannie? — preguntó con voz dulce, dejando suaves caricias en las orejitas del minino, mismo que empezó a ronronear del gusto.
—No entiendo porque no confía en mí. — se quejó con voz lastimera. —Si yo soy un angelito.
El castaño alzó una ceja, dejando que Haechan se bajara de su regazo para ir a quién sabe dónde. Probablemente a la habitación del dueño del departamento. —¿Tengo que recordarte la vez que encontró la cocina prácticamente calcinada? — cuestionó, mirando al híbrido con incredulidad.
El pelinegro desvió la mirada. —Cosas que pasan. — justificó, haciendo un gesto con la mano, restándole importancia.
—Creo que hyung tiene un buen punto. — los mayores dirigieron su atención hacia la voz, encontrándose con Donghyuck en su forma humana, con ropa (que pertenecía a Baekhyun) ya puesta. No le gustaba andar desnudo por ahí.
La boca del gatito se formó en una "o", mostrando su sorpresa e indignación. —¿Ahora me traicionas? — dijo en un hilo de voz. Donghyuck rió, acercándose al híbrido mayor para envolverlo con su brazos. Baekhyun forcejeó para que lo soltara. —No, déjame. Vete con Junmyeon como el traidor que eres. — habló con falso enojo mientras seguía forcejeando, su mirada en cualquier lugar menos en el menor.
Se sentía traicionado, de verdad.
Donghyuck hizo un puchero. —Baekhyunnie hyung. — llamó con voz infantil, mirando al mayor que seguía sin dirigirle la mirada con ojitos de cachorro (ironía, ironía). —Baekkie~ — volvió a llamar, sus orejitas echadas hacia atrás y su colita moviéndose con lentitud.
Baekhyun apretó los ojos con fuerza, sus labios convirtiéndose en una fina línea, negándose a mirar a Donghyuck. Si lo hacía, iba a ceder, y no buscaba caer ante los encantos del menor. —No quiero. Eres un traidor. — murmuró, ya sin siquiera intentar pelear para ser liberado.
—¿Sí? — dijo el otro con voz lastimera. Baekhyun seguía sin verlo, aunque se imaginaba la expresión que estaba haciendo el otro. —¿No será que Baekkie ya no quiere a Donghyuckie?
Ante esto, Baekhyun abrió un ojo, mirándolo con este. Y, como se imaginaba, Donghyuck tenía esa expresión en el rostro.
La misma que usaba para convencerlo de cualquier cosa.
Y que siempre funcionaba.
¿Por qué tenía que ser tan débil?
Baekhyun suspiró, sus brazos moviéndose en contra de su voluntad (o de eso quería convencerse, por su dignidad) para ir a rodear el delgado cuerpo del minino menor.
—¡Yay! — celebró Donghyuck, frotando su mejilla contra la de Baekhyun cariñosamente, sus orejitas bien alzadas mientras su cola se agitaba con alegría.
Junmyeon miraba la escena con una ceja alzada, aunque ya bastante acostumbrado a los dramas de esos dos. Después de todo, ya llevaba una semana cuidando de los híbridos.
Chanyeol había recurrido a él porque (según palabras del más alto, y el apoyo de el resto de sus amigos) era el más confiable para hacer tal cosa. Aunque se sintió terriblemente halagado, al principio dudaba un poco de poder soportar a dos bolas de energía (y ternura) como lo eran dos gatos de apenas un año y casi ocho meses, respectivamente.
Al final se encontró disfrutando de las ocurrencias de ambos mininos, e inconscientemente también disfrutando de su compañía. Incluso les compraba una que otra cosa, porque, bueno, había caído ante sus encantos.
Eso compensaba el hecho de que Chanyeol lo hubiera contratado como niñero sin paga (aunque no la necesitara).
Su atención se desvió hacia la entrada del departamento, encontrándose con la puerta siendo abierta, y el dueño del mismo entrando.
Chanyeol saludó con un gesto al mayor, mismo que fue devuelto. Se detuvo cuando llegó al lado del castaño, viendo con una mirada interrogante la posición de los híbridos. Por la expresión de Baekhyun y el movimiento de la cola de Donghyuck, podía imaginar lo que había pasado.
—¿Otra vez pelearon? — preguntó mirando a los gatitos, mismos que se voltearon a verlo cuando escucharon su voz, siendo Baekhyun el primero en liberarse para ir y saludarlo.
Junmyeon soltó una risita, viendo al híbrido pelinegro colgarse del cuello de su amigo. —Ya sabes cómo son.
—Ya, se olvidaron de mí. — se lamentó DongHyuck, viendo con un puchero el cariñoso gesto del otro híbrido con su dueño, una presión instalándose en su pecho.
¿Algún día podría hacer eso con Mark?
—Hola a ti también, Hyuck. — rió el alto, revolviendo los castaños cabellos del gatito.
—Ahora el traicionero eres tú. — murmuró caminando hacia Junmyeon, abrazándolo como Baekhyun hacía con Chanyeol, resentido, provocando las risas de todos.
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una pregunta rapidita
si leen la frase "el que recibe migajas de un amor no correspondido, y el que da migajas de un amor que se perdió"
¿les suena más al markhyuck, nomin, minsung o la madre de ese tipo de relaciones (a.k.a changlix)?
es para una tarea uwu
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cat || markhyuck
FanfictionMark no sabía que realmente necesitaba compañía, hasta que conoció a Donghyuck.