cat || markhyuck

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Yukhei, ante el silencio del mayor que le miraba fijamente, ya estaba a punto de repetir el mismo discurso de "no tienes que contarme si no quieres". Mas fue interrumpido por Jungwoo, quien negó ligeramente, esnifando, sabiendo bien lo que estaba a nada de decir.

Jungwoo se quedó en silencio unos segundos más, pensando en las palabras que usaría para confesarle al más alto qué era lo que le atormentaba tanto. —Cuando nuestra madre desapareció un día por arte de magia, yo tuve que hacerme cargo del único familiar que me quedaba: mi pequeño hermano— un suspiro lastimero surgió de sus labios, mirando hacia el techo—. Todo iba bien, e incluso pudimos encontrar un lugar en el que quedarnos. En el albergue nos trataban bien dentro de lo que cabe, a pesar de que a veces nos dejaban sin comer o nos maltrataban, estaba bien. Mientras estuviéramos juntos, podríamos soportarlo. O bueno, podría. No podía dejar que mi pequeño pasara por eso, era apenas un niño... Pero mientras él estuviera conmigo, yo pasaría por lo que fuera con tal de que él estuviera bien.

>>Y él me decía lo mismo. Sentía muchas ganas de llorar cuando me preguntaba la razón de los moretones que trataba de esconder lo mejor que podía, o cuando tenía que buscar alguna excusa porque él notaba que no comía junto a los demás. ¿Cómo iba a explicarle que recibía los golpes que también querían darle a él? ¿Que aunque notaran que algunos estaban prácticamente muriendo por inanición los encargados no hacían nada?— Jungwoo negó, sorbiendo otra vez—. Simplemente no podía. Era muy pequeño, y según él yo era su modelo a seguir. Por mucho que quisiera largarme de ahí, sacarlo de ese infierno al que nos enfrentábamos por la diversión del cabrón que se encontraba al mando, no podríamos encontrar otro sitio en tan poco tiempo. Menos sabiendo que podrían encontrarnos en cuestión de minutos.

>>Pero todo tocó fondo cuando dijeron que querían llevárselo para experimentar. Logré escuchar los planes de esos tipos una noche en la que pasaba por la oficina del "jefe", y no pude sentir más impotencia— el ceño del castaño se frunció, y sus manos apretaron la tela de la camisa del chino—. ¿Por qué a él y no a mí? Era lo que me preguntaba, pues ellos claramente habían dicho que solamente se llevarían a mi bebé. Fue cuando tuve que negociar. Aunque recibí más golpes de los que quisiera recordar por haber irrumpido ahí sin permiso, ellos aceptaron mi propuesta sin dudarlo, con una expresión que me causa repelús de tan sólo recordarlo.

La voz de Jungwoo se quebró, sintiendo la culpa carcomiéndole entero. —No sé cómo fue que no me retracté de mi decisión aún viéndole llorar, rogando por que no me marchara, por que que quedara a su lado. Los tipos no le habían dicho por qué me iba, yo tampoco tuve la intención de hacerlo. Suponía que le dirían que me habían adoptado o algo así, no podría importar menos— las lágrimas volvieron a acumularse en sus ojos, recordando como si hubiese ocurrido el día anterior—. Aún puedo recordar su expresión, pero no podía hacer nada. Ya había tomado una decisión, y eso era por su bien— sorbió, volviendo a apoyar su cabeza en el hombro del chino—. Y-Y no sabes cuánto me arrepiento ahora. ¡Le había prometido que estaríamos juntos para siempre y fallé! ¡Le prometí que no le abandonaría como nuestra madre había hecho y eso fue precisamente lo que hice!— exclamó, rabioso, su celo fruncido, desprecio en su tono de voz.

>>Probablemente me odie, aunque nunca podré saberlo. N-Ni siquiera sé si él sigue vivo... No soy estúpido. Sé que ellos no cumplirían la promesa de n-no hacer sus putos experimentos con él...— sollozó. Ese era el pensamiento que más le atormentaba, pues los tipos no le habían prometido nada acerca de mantenerse alejados de su hermano y mucho menos de mantenerle con vida. Le atemorizaba más que cualquier cosa, y la opresión en su pecho era constante, aún más al haber presenciado todo lo que era ese proceso, también sabiendo que él fue afortunado al haber logrado escapar—. Y no puedo acercarme como si nada... la culpa no me lo permite.

Yukhei sonrió, comprensivo. Aunque esperaba algo peor como un asesinato o cosas por el estilo, no podía decir que eso era tonto. Cada quien se sentía culpable por ciertas cosas, y entendía perfectamente a lo que se refería el mayor. El sentimiento de decepción que probablemente le provocó a los demás, el temor al inminente rechazo, el sentirse decepcionado incluso de sí mismo... Era algo por lo que él también había pasado.

Jungwoo acabó dormido gracias a las caricias que el más alto se encargaba de dejar en su espalda. Yukhei suspiró, y lo llevó hacia el dormitorio, acomodándolo cerca de él en la cama.

—Te ayudaré a encontrarlo— susurró, apartando los cabellos que yacían en la frente del castaño y plantando un corto beso en la zona—. Aunque eso signifique volver a tener contacto con ellos, lo haré. Sin importar qué. Te lo prometo.

Todos tenemos un pasado. Y ahora que Jungwoo le había contado el suyo, él tendría que hacer lo mismo algún día aunque éste fuera peor.