El momento finalmente había llegado. Media hora pasó, y los activos que participarían en dicha misión ya se encontraban en el punto de encuentro acordado en la sala anteriormente. Chan estaba con los ajenos al grupo, explicándoles lo que harían, mientras los otros tres estaban a la espera de que el australiano les diera la señal para poder empezar.
Hyunjin golpeteaba el suelo con la punta de su calzado con impaciencia, escuchando vagamente la amena conversación que mantenían los miembros de su equipo. Le parecía que Bang ya se estaba tardando mucho, pero tampoco podía actuar por su cuenta, por más que quisiera.
Estaba a nada de volverse loco. Justo en ese momento su mente decidió ponerse creativa, imaginando las mil y una cosas que podrían estarle sucediendo a su pequeño ahí dentro, ninguna siendo precisamente agradable.
—¿En qué piensas tanto, Hyunjin?— Minho le llamó la atención, chasqueando sus dedos un par de veces frente a sus ojos—. No le ha pasado nada, ya verás.
—Nadie asegura nada, Minho— masculló, pasando su vista por todo el perímetro, tanteando las armas que cargaba en el cinturón y espalda y revisando que la pernera estuviera en su sitio adecuado—. Tengo tantas cosas que decile a Hyungsik...— suspiró, esbozando una sonrisa que no llegaba a sus ojos.
Minho le dio una mirada al mayor de todos, antes de regresar a la expresión de Hyunjin. Esa expresión. La habían visto en contadas ocasiones, pues el alto siempre fue bueno evitando que sus facciones exteriorizaran lo que realmente estaba sintiendo. Siempre cargaba con una sonrisa que a muchos les parecería algo engreída, mas nadie sabía lo que verdaderamente estaría pasando por su mente.
Eso significaba que quizá había tomado un poco en cuenta las palabras de su padre, interpretadas y puestas en práctica de una manera distinta a la que su progenitor pretendía, pero inspirado en ellas después de todo. Sabía que, si llegaba a mostrar cómo se sentía, alguno de los contrarios podrían usar eso a su favor. Además, al mostrarse impasible, ellos se ponían visiblemente ansiosos, y terminaban fallando antes de siquiera querer hacerle algo. Punto a su favor.
Finalmente, Chan se acercó a ellos, provocando que el alto le mirara y dejara de comerse la cabeza imaginando cosas. Una vez regresó a su lado, dio un asentimiento hacia los demás antes de dirigirse a ellos, provocando que los ajenos comenzaran a moverse.
Había empezado.
—Lee Know, ya sabes que hacer— le dijo a Minho, mismo que asintió y comenzó a marchar en su rumbo. Al haber sido uno de los mejores, Chan le había permitido ir solo y acabar con cualquier guarda que hubiera alrededor del sitio; y por ser uno de los más ágiles y veloces, tenía encargado encontrar a Jeongin cuanto antes y sacarlo de ahí, permitiendo a la vez guiar al menor de los cuatro—. Hyunjin, te lo pido con toda mi alma— suspiró, girándose hacia el alto, quien rodó los ojos, cansado. No era un niño... Aunque sí aceptaba haber hecho cosas que estaban fuera de lo planeado—. No seas imprudente. Él puede estar esperándote especialmente a ti, así que tienes que tener mucho cuidado. Nada de entrar por el frente. Tampoco te sobrepases, lo queremos vivo— advirtió, dándole una última mirada antes de tomar la mano del pelinegro que no había dicho palabra y perderse en la oscuridad de los callejones. Cuando estuvieron fuera de su vista, Hyunjin sonrió, relamiendo sus labios, anticipando lo que estaba a nada de pasar. Inhaló hondo, emocionado, y fue por el camino que Chan le había indicado.
Nos divertiremos mucho, Hyung.
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Jeongin abrió sus ojos lentamente, sin saber realmente cuando se había quedado dormido. No había nada, ninguna señal que pudiera indicarle cuánto tiempo había pasado, si era de día o no. Algo dentro de él decía que no había pasado ni un día, y que también, Hyunjin pronto iba a rescatarlo. Confiaba en eso ciegamente, y esa confianza provocaba que estuviera más tranquilo de lo que habría imaginado.
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cat || markhyuck
FanfictionMark no sabía que realmente necesitaba compañía, hasta que conoció a Donghyuck.
