Empezar de cero

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Después de llegar de la preparatoria fui hacía mi habitación, estaba muy feliz por que Joaquín me había dado otra oportunidad, pero he de admitir que también tengo miedo, de volver a arruinar las cosas, de que los sentimientos vuelvan a interponerse.

Eran las dos de la tarde, creí que sería buena idea comenzar de nuevo, decidí invitarlo a un café o a caminar, que sé yo.

Me dirigí a su casa, al tocar la puerta me abrió su mamá, a pesar de tantos años me sigo sintiendo culpable por todo.

- Hola Emilio, ¿en que puedo ayudarte? - dijo con una sonrisa.

- Vine a ver a Joaquín, para invitarlo a salir.

- Me alegra que se vuelvan llevar bien, pasa, iré por él.

- Sí, Eli, lo siento, sé que lo he dicho muchas veces, pero en verdad perdón por todo, fui un niño muy tonto e inmaduro.

- Eso ya está olvidado cariño - me dio un abrazo - iré por Joaquín.

Vi como desapareció después de subir las escaleras, estaba esperando a que regresara con Joaquín y vi algunas fotos de ellos años atrás, vaya que Joaquín ha cambiado mucho, ya no se parecía en nada a ese niño pequeño. Estaba tan concentrado en eso hasta que escuche que alguien bajaba las escaleras mientras bostezaba, era Joaquín.

- ¿Te arrollo un auto o que sucede? - dije riendo. - te ves horrible.

- Que gracioso, estaba dormido ¿sabes? - dijo mientras se frotaba los ojos para después mirarme - ¿qué necesitas?

- Quería invitarte a salir a cualquier lugar, para volver a conocernos, en verdad quisiera que empecemos desde cero.

No dijo nada, sé veía pensativo, por un momento creí que me diría que no hasta que rodó los ojos y me regalo una sonrisa.

- Esta bien, pero necesito ducharme. - empezo a subir las escaleras y después se detuvo - ¿Te quedaras ahí? Ven tonto.

Subimos las escaleras y fuimos hacía su cuarto, por lo que noté, por alguna razón era más grande que el mío. Era blanco, la luz entraba dejando que la habitación se iluminará perfectamente, todo estaba en perfecto orden a diferencia de mi habitación que no conocía el significado de esa palabra.

- No tardo, ¿esta bien? - dijo mientras tomaba su ropa.

- De acuerdo, te espero - dije con una sonrisa.

Él no dijo nada, solo sonrió y se dirigió al baño de su habitación. Estaba recorriendo su cuarto, en verdad era muy bonito, la decoración que tenía me gustaba mucho, si hay algo que recuerdo perfectamente de Joaquín es su buen gusto.

Tenía dos espejos, uno grande de cuerpo completo, y otro más pequeño pegado a la pared sobre un buro. El más grande tenía pegadas al rededor fotos de él con varios chicos y chicas, supongo que eran sus amigos. Y en el más pequeño había fotos de él y una chica abrazándose, pero lo que más llamo mi atención fue que en un par de fotos estaban Joaquín y un chico haciendo lo mismo, en una de ellas se estaban besando. ¿Joaquín era gay?

- ¿Qué es tan interesante? - me di la vuelta y él estaba secándose el cabello con la toalla.

- Oh nada estaba viendo tus fotos. - dije mientras él se acercaba a donde estaba yo - no sabía que tenías novio, se ven muy bien.

un brillo propioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora