un brillo propio

Siento algo por ti

Después de que Joaquín sufriera otro ataque en medio de la noche, Emilio despertaba cada 10 minutos para ver si este estaba bien, y así se quedo dormido a su lado hasta que se hizo de día. Cuando Humberto y Elizabeth entraron a la habitación vieron a los dos chicos dormidos, tomados de la mano, esto parecía generar desagrado en el rostro de su padre, pero se repetía en su cabeza que no había nada de que preocuparse, ellos son mejores amigos.

Emilio despertó y se dio cuenta de su presencia y de que Joaquín se encontraba tomando su mano, él estaba enterado de lo que pensaban sus papás respecto a eso.

- Disculpen, yo.. - trataba de soltar su mano pero él la apretó con más fuerza.

- No te preocupes, lo hace desde que era pequeño, cuando esta asustado o tiene un ataque, no esta tranquilo hasta que sostiene la mano de alguien que lo hace sentir seguro. - dijo su mamá

- Creo que tú haces eso, ha pasado mucho tiempo desde que no toma las nuestras. - Dijo su papá con un cierto tono de tristeza. - me alegra que vuelvan a ser amigos.

Joaquín seguía dormido, sus papás se fueron a llenar unos papeles para poder llevarselo, mientras Emilio se quedo con él esperando a que abriera esos ojos que tanto le gustaban. Después de unos minutos este fue despertando poco a poco, encontrándose con su.... Amigo.

- Buenos días flojo, ¿Como te sientes?

- Como si hubiera tenido un ataque - dijo riendo - ¿Ya puedo irme?

- Sí, tus papás están llenando el papeleo.

Dicho eso sus padres entraron, el doctor les dio algunas indicaciones antes de irse, entre ellas las de hacerse unos análisis,cosa que Emilio no entendía, ¿Por qué necesitaría un análisis? Él le había dicho que no era nada grave, cada vez entendía menos, pero Joaquín no le decía nada, solo escuchaba al doctor. Regrese con ellos a la privada, él no decía nada, solo miraba por la ventana del auto, mientras sus papás le hablaban, pero no parecía prestar la mínima atención, Emilio pudo notar eso, hace unas horas estaba con el Joaquín tierno e inofensivo, y ahora nuevamente se encuentra con él mismo chico frío al que no parecía importarle nada.

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Llegamos a la privada y Joaquín seguia sin decir nada, en todo el camino su padres le iban diciendo que debía cuidarse y varias cosas, pero él no les prestaba la mínima atención. Una vez que nos dejaron en casa ellos se fueron a trabajar, decidí quedarme con él para que no se sintiera solo. Fuimos al jardín que encontramos la otra noche y nos sentamos juntos bajo un árbol. Ya no puedo esperar, después de lo que paso, de como sentí que alma se escapaba de mi cuerpo, estoy más que seguro de lo que siento y no puedo esperar más, voy a correr el riesgo por él.

- ¿Sabes? Aquel día quería decirte algo, pero saliste corriendo antes de que me dejaras continuar. - dije mirándolo, él solo bajo la mirada.

- ¿Eh? Sí, lo siento por eso, dime - su voz había cambiado, no sé que sucede, esto esta siendo más difícil de lo que creí - ¿Que querías decirme?

- Antes que nada, tu mamá me dijo que cuando tienes miedo tomas la mano de alguien que te hace sentir seguro - junte su mano con la mía haciendo que volviera su mirada a mí - Y ahora yo lo tengo, tengo miedo de decirte esto.

- Puedes contarme lo que sea, yo estaré para escucharte. - pude notar que sonrió tristemente. 

- Quiero que me mires, que me escuches. Eres una persona muy importante para mí, eres quien tiene toda mi confianza, todo mi amor, eres mi mejor amigo, pero, ¿Cómo te explico que yo no quiero ser solo tu amigo? - di un suspiro - Desde hace tiempo siento por ti algo más que una amistad, algo que va más allá de eso, me gustas mucho Joaquín y después de lo de ayer, de sentir como todo se me venía abajo, después de verte así, me di cuenta de que esto no es algo pasajero, ahora estoy seguro de que te amo. - él no decía nada - lo siento, no debí decirte nada.

Me iba a levantar para irme pero tomo mi mano.

- Yo también siento algo por ti desde hace tiempo, no me había sentido así desde hace mucho, te necesito - hizo una pequeña pausa para después continuar - pero yo no cuento con el apoyo de mis padres, ellos no lo aceptarían, no quisiera que.....

- Estoy dispuesto a correr ese riesgo por ti Joaquín. - dije interrumpiendo - si debo enfrentar al mundo entero por ti lo haré, eres lo único que necesito, solo dame una oportunidad.

- Sé que lo que siento por ti es real, no quiero que nuevamente me alejen de alguien a quien realmente amo, los enfrentaremos juntos.

Me levante y comencé a buscar entre el pasto y los arbustos alguna flor digna de él, mientras él solo me miraba con confusión, después de unos minutos la encontré, era un hermoso girasol. Fui hacía Joaquín y lo ayude a ponerse de pie.

- Eres el sol que ilumina mis días, que hace que los días tristes se vuelvan felices, este girasol y este jardín serán testigos de todo lo que siento siento por ti - le di él girasol y él lo tomo con una sonrisa - Joaquín, mi Joaquín ¿Quieres ser mi novio?

- Sí, claro que quiero - dijo con una sonrisa.

Me acerque a él lo abrace mientras le decía que lo amaba, se separo un poco para poder verme, tenía esa sonrisa que me enloquecía, esa mirada que podía derretir naciones, era simplemente perfecto. Me fui acercando poco a poco, cada vez sentía su respiración más cerca de mí, susurro te amo mientras nuestros labios se rozaban, para después el tomar la iniciativa, era un beso lento, sin prisa alguna, uno donde nos demostramos nuestro amor, podría asegurar que fue el mejor que he tenido, podría pasar toda mi vida así. Después de un rato nos separamos, sentí mis mejillas arder, Joaquín noto esto y soltó una ligera risa, para después abrazarme, podría pasar mi vida entera entre sus brazos.

Por fin lo hice, le dije lo que siento por él, ahora después de tanto esperar estamos juntos. Decidimos no decirle a sus padres aún, ellos no se podían enterar, no por ahora. Pero cuando ese momento llegue los enfrentaremos juntos, como lo que somos, una pareja.