Sin duda alguna estaba siendo una larga noche, la madre de Joaquín se encontraba devastada, Renata trataba de darle consuelo mientras ocultaba su gran dolor y preocupación, estaba siendo fuerte para ella, se quedó haciéndole compañía en su habitación asegurándose de que estuviera bien. Por su parte Humberto y Andrés trataban de averiguar quién envió los correos, mientras que Méndez llegaba para ayudarlos, no iban a llamar a la policía, pensaban mantener todo lo más secreto posible, no quería que los medios se enteraran o que las autoridades estuvieran entorpeciendo todo el operativo e incluso alargarlo, lo que menos quería era que eso sucediera, tenían que hacer todo bien.
— Emilio, puedes ir a descansar — dijo Andrés — Te agradezco habernos ayudado pero no te ves bien, deberías tratar de dormir nosotros nos encargaremos.
A decir verdad Andrés estaba actuando muy amable, a pesar de la situación en la que se encontraban parecía mantener la calma, pero por dentro era todo lo contrario, estaba demasiado angustiado, pero sabía que sentarse a llorar no serviría de nada, tenía que enfocarse en como ayudar a Joaquín.
— Puedo ayudar..... Solo.... Solo dime que hacer. — dijo Emilio.
— Nosotros lo haremos, Emilio — dijo Humberto mirándolo con esos ojos que parecían armas tratando de herirlo — mejor ve con Liz, tu madre esta angustiada.
Emilio sabía que no podía discutir con él, mucho menos en esos momentos, no Oe quedó de otra y se fue directo a su casa, pero no se quedaría de brazos cruzados, necesitaba hacer algo, tratar de ayudarlo.
Sentía gran pesadez en su pecho, tenía miedo, uno inmenso, tenía miedo de que algo pudiera ocurrirle, estaba conciente de que Joaquín es un chico fuerte e inteligente, pero ni siquiera saben con quien se encuentra o en donde. Eso no era para nada reconfortante. Subió a su habitación y se encerró en ella, se sentía realmente inútil al no poder hacer nada, al no poder ayudarlo o que siquiera lo dejen intentarlo.
De pronto una idea surgió en su cabeza, recuerda que Joaquín había abierto su correo en su laptop una vez y olvido borrar su correo, si lograba descubrir su contraseña podría entrar y desde ahí hackear la cuenta de la persona que se encontraba amenazándolo.
◆◇◆◇◆◇◆◇
Mientras en casa de Humberto, seguían tratando de averiguar un poco más, mientras que al mismo tiempo esperaban recibir alguna llamada de quien se llevó a Joaquín, era lo único lógico que podían pensar, que fue secuestrado, y es que era lo más obvio lo que no sabían es por que aún no se comunicaban. Intentaron rastrear la cuenta desde la que vinieron aquellos correos pero no lo lograron, hicieron todo lo que pudieron pero en realidad Andrés, Humberto y Méndez no tenían idea de como hackear aquella cuenta.
— ¿Que se supone que hagamos ahora? — dijo Méndez.
— Tendremos que esperar a que se comuniquen con nosotros. — dijo Humberto un tanto frustrado.
— Sé que dije que no lo hiciéramos, pero, ¿No tienes algún contacto en la policía que pueda ayudarnos? — dijo Andrés — alguien discreto y confiable, necesitamos ayuda.
Humberto lo sabía, siendo un hombre como él conseguir algunos contactos no sería cosa difícil, sin embargo no podía arriesgarse, mucho menos cuando aún no ha logrado limpiar su nombre ante las autoridades, sería una gran estupidez, prácticamente se estaría entregando en charola de plata y no pensaba hacerlo.
ESTÁS LEYENDO
un brillo propio
Random- ¿Sabes por que el sol y la luna son tan hermosos? - Por que tienen un brillo propio, el cual los hace únicos, como tú...... ¿Joaquín será capas de enfrentar a sus padres por amor? ¿El amor que sienten podrá soportarlo? ¿El sentimiento es real? Son...