un brillo propio

¿Que haras ahora?

Han pasado un par de meses desde que Joaquín se fue, el problema del hotel ya estaba resuelto, realmente si lo ponemos de esa manera no era un problema mayor, o bueno, no uno que en verdad le preocupara, era una simple excusa para irse. Se había quedado por razones simples, por ejemplo; distancia. Todo estaba marchando bien hablando de negocios, decidió regresar a la misma preparatoria en California, en la cual ya tenía una reputación por lo cual fue más que bienvenido por todos. Otra razón para quedarse era terminar la preparatoria, pues si se iba ahora corría el riesgo de perder el año, de cualquier forma no era ningún sacrificio para él, estaba junto a sus amigos.

Como casi todas las tardes después de clases fue a un café con Nikolas, eso era lo que más le gustaba hacer desde su regreso.

Se encontraban sentados uno frente al otro mientras hablaban, esta vez Joaquín no parecía muy divertido con la plática, después de tanto tiempo, era la primera vez que tenía ganas de dejar de hablar con Niko.

— Ya hablamos de eso, no estoy huyendo, estoy aquí por mis estudios y el hotel — dijo Joaquín sin mirarlo.

— Puedes mentirle a cualquier persona, pero a mí no, ¿entiendes? — dijo mirándolo fijamente — en lugar de huir debiste quedarte y tratar de estar con Emilio.

— Antes de venir le dije que el tiempo que estuviera fuera pensara en que era lo que sentía y que respetaría su decisión — dio un suspiro — aún así yo no fuera parte de ésta.

— ¿Y que sientes tú?

¿Que es lo que siente? Es una buena pregunta, en verdad lo era, no sabía que responder, y es que con tantas emociones revueltas intentando salir a la luz ya ni siquiera sabía que es lo que estaba sintiendo. Este tiempo que ha estado lejos trato de aclarar su cabeza y su corazón, sin embargo ocurrió todo lo contrario, estaba confundido, no en cuanto el amor que siente, sino en si debería sentirlo, pues después de todo siente que no fue lo correcto haberse abierto al amor de nuevo.

Su boca se abrió un poco como si fuera a decir algo, pero por alguna razón las palabras no salían de ella, no encontraba las correctas para describir lo que siente, y es que ¿Como describes lo desconocido?

Nikolas lo miraba en espera de que dijera algo al respecto, pero esta repuesta no parecía llegar, antes de contestar cualquier cosa sonó el timbre de su celular, al ver el identificador de llamadas vio que era su padre.

— Aguarda es papá,— contestó la llamada con una sonrisa — hola papá, ¿Que sucede? Hablamos hace un rato.

A medida que la llamada transcurría su sonrisa se iba borrando de su rostro hasta terminar en una expresión que Nikolas no era capas de comprender, por más que intentó leerla no pudo hacerlo. Más que hablar parecía solo escuchar lo que decía su padre, por su notable cambio de humor no fue difícil deducir que no eran buenas noticias, después de un par de minutos la llamada termino. Después de haber colgado miro algo en su celular que solo lo puso peor de lo que ya se sentía.

— ¿Que sucede? ¿Que te dijo Humberto? — dijo Nikolas.

— Me preguntaste que era lo que sentía, bueno, ya no lo sé, y lo poco que sabía ahora creo que fue un error — dijo sin expresión alguna — Le dije a papá que cualquier cosa importante sobre Emilio me la comunicará, pues yo no he tenido contacto con él, al parecer él ya escogió y fue a Christian, cree que salen ya desde hace tiempo, los encontró besandose, me envió una foto — le dio el celular para que pudiera verla, mientras se cubría el rostro con sus manos — soy un idiota, en verdad le crei cuando dijo que me amaba y que siempre lo haría, lo peor de todo es que yo si lo hago.