Lo extraño

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Han pasado unas semanas desde la última vez que Emilio habló con Joaquín, en verdad necesitaba que lo escuchará, sabía perfectamente que es un necio y no le contestaría ninguna llamada o mensaje, sus padres se percataron de que no se encontraba del todo bien.

Les comenzó a contar lo que pasó y como se sentía, pero paso lo que esperaba, no le creyeron nada de lo que tenía que ver con Humberto, Es un buen hombre, solo no lo conoces, debes estar confundido le decían sus papás, su desesperación por hablar con Joaquín o por lo menos escucharlo era tanta que ellos lo notaron, así que le propusieron ir a casa de Humberto para que les diera noticias sobre su hijo.

Al tocar fueron recibidos por Renata quien los hizo pasar, cuando Humberto bajo por las escaleras su sonrisa se borro al ver que Emilio se encontraba en su sala.

— Liz, Juan, que sorpresa ¿En que pudo ayudarlos? — dijo Humberto

— No quisiera molestarte sé que es tu día de descanso — dijo Liz — pero es que extrañamos mucho a Joaquín y desde hace días que ya no se comunica con nosotros.

— Oh liz, no te preocupes, te aseguró que él se encuentra bien, no se lo dije pero los papás de Niko y Andrés lo están cuidando, somos buenos amigos y lo consideran como su hijo, esta en buenas manos.

— Lo entiendo, pero ¿Crees que podrías llamarle? — dijo Juan — quisiera escuchar su voz.

— No entiendo la insistencia — dijo Elizabeth — pero llama a nuestro hijo, para que estén tranquilos.

Todo esto le parecía demasiado extraño, sabía que no estaban en su casa solo por que ellos querían escucharlo, la simple presencia y silencio de Emilio le decía que lo hacían por él, a pesar de saber esto accedió a llamarle, pues desde la última vez que hablaron le dijo que ya se encontraba mejor, y no podía negarle nada a su querida esposa, así que tomó su celular y llamó a su número mientras lo colocaba en altavoz. Uno, dos, tres tonos y no contestaba, cuando creyó que no lo haría paso.

— ¿Hola? ¿Papá? Crei que saldrías con mamá, ¿sucede algo?

— Oh sí, nos iremos pronto, ¿por que no contestabas?

— Lo siento, estaba un poco ocupado, ya sabes, los pendientes del hotel, pero dime, ¿sucede algo? No me mal entiendas pero se me hace extraño, en verdad crei que saldrías con mamá.

— Es solo que Liz y tu madre te extrañan mucho, no has contestados sus llamadas, eso la preocupó un poco.

Hubo un pequeño silencio en la línea, todos escuchaban atentamente en espera de algo.

— ¿Se encuentran ahí? Es decir, Liz, Juan y..... Ya sabes, Emilio.

Los miro por un momento, Elizabeth les hizo una seña para que guardaran silencio, pues ella estaba segura que de lo contrario colgaría.

— No, vinieron hace un rato a preguntar por ti, ¿Por qué no la has llamado? Se ve que te extraña.

— No lo sé, no me sentía bien, yo también los extraño, a todos — dio un suspiro — pero crei que podría ser Emilio y ya sabes, aun me duele, no puedo olvidar lo que siento de un día para otro.

un brillo propioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora