¿Dónde esta Joaquín?

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Narra Emilio:

El molesto sonido de la alarma había terminado con mi sueño, estire un poco mi mano por la cama y estaba vacía, abrí los ojos de golpe al darme cuenta de esto.

Me levanté y fui directo al baño de la habitación pero éste también se encontraba vacío, Joaquín no estaba en la recámara. Lo primero que pensé fue llamarlo y así lo hice, se escuchaba un molesto ruido, uno bastante familiar, me dirige a su origen y ahí estaba, su celular se encontraba debajo de las cortinas, la pantalla de este estaba rota, corte la llamada, eran las once de la mañana.

No me di cuenta del momento en que se levantó, necesitaba hablar con él, saber cómo se encontraba.
Baje rápido las escaleras, escuché voces en la cocina y me dirige hacia allá, al entrar pude divisar a doña Mary, Renata y Azul, pero él no se encontraba allí.

— ¿Saben dónde está Joaquín? — pregunté llamando su atención.

— ¿Cómo? ¿No está en su habitación? — negué con la cabeza.

— Lo ví levantarse muy temprano. — dijo doña Mary — no dijo nada, solo tomó un vaso de agua y subió de nuevo.

Podía ver la cara de preocupación en Renata, no entendía nada. Aún era temprano y en ningún momento lo sentí moverse.

— ¿Ya lo llamaste? — preguntó Renata.

— Tengo su celular aquí — dije mostrándole el aparato.

— Debe estar en el gimnasio, siempre va ahí después de un arranque de irá.

No dije nada solo salí de allí directo al gimnasio pero al abrir la puerta este se encontraba vacío. ¿Donde pudiste haberte metido?

No puedo dejar de pensar en lo que ocurrió ayer, pude ver como su ojos se llenaban de lágrimas después de escuchar a Azúl, como es que la expresión de su rostro pareció quedarse en shock por unos instantes, como apretaba con fuerza cada vez que la aguja se adentraba en su piel, como se cortaba su voz, como salian sus lágrimas, el como tuvieron que sejarlo para que se tranquilizara, todo lo que había susurrado sin ser conciente de ello.

Me dolía verlo así y no poder ayudarlo por qué no sé qué es lo que le ocurre. No sé qué es lo que lo tiene mal. Fue entonces que recordé la pregunta de aquel periodista seguida de un gran silencio suyo para después evadirla, ahora tengo la respuesta de ella y no me agrada para nada.
Regrese a la habitación para darme una ducha y cambiarme antes de buscarlo por esta enorme casa, con la pequeña esperanza de que se encuentra aquí.

Cuando por fin estaba listo su celular comenzó a sonar repetidas veces, eran llamadas de su madre pero no me sentí cómodo contestando, sé que él no lo ha hecho por alguna razón, en la pantalla de bloqueo anunciaba algunos mensajes, el identificador los anunciaba con su apellido, no sabía quienes eran, quizá ellos tendrían las respuestas de mis preguntas, cuando intenté abrirlo éste tenía contraseña, una que desconocía.

Salí de la habitación directo a la cocina, quizá doña Mary lo escucho decir algo o incluso tal vez lo vio salir.
Cuando entre estaban en silencio mientras Azul hacía una llamada, no sabía con quién exactamente. Cuando colgó nos vio un poco más aliviada.

— Joaquín se fue desde temprano, Guzmán está con él, dijo que se lo encontró cuando estaba por irse y no se veía bien, prefirió acompañarlo por cualquier cosa.

— ¿No dijo donde estaban?

— No, solo me dijo que está bien, que eran asuntos de trabajo.

Aún no entendía cuál era la enorme importancia e interés hacia aquellas empresas. Solo es unas marca. Él podría crear la suya y hacerla igual de exitosa, incluso más.

un brillo propioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora