《Devuelve mi corazón aunque esté destrozado que yo mismo encontrare la manera de volver a pegarlo》
Ahora.
No podía aceptarlo, se negaba a hacerlo.
Joaquín lo abrazó aferrándose a su cuerpo, se ocultó en el hueco de su cuello, cerraba sus ojos con fuerza deseando poder despertar.
Ya había sufrido demasiado dentro de esa pesadilla, ya lo habían destrozado una y otra vez, tan solo deseaba que todo terminara.
Quería abrir sus ojos y ver a Emilio durmiendo a su lado mientras lo abrazaba, ver como el sol salía de su escondite para poder iluminar esos días oscuros opacando por completo a las nubes grises.
No era justo, había hecho todo por mejorar, se esforzó por cambiar, no merecía todo eso.
Pero no podía, no lograba salir de esa horrible pesadilla, tan solo sentía sus lágrimas bajando sin parar por sus mejillas llorando en silencio mientras mojaba la camisa del rizado.
— Voy a cambiar. — prometió con la voz rota. — Me esforzaré más esta vez.
— Quiero que mejores por ti. — respondió en voz baja. — sé que puedes hacerlo.
— Te necesito. — su voz disminuía con cada palabra siendo cortadas por sus lágrimas. — N-No me dejes... te amo demasiado, lo eres todo para mí, no quiero perderte otra vez.
Un sollozo escapó de sus labios, tan solo se aferró más a él, Emilio lo escuchaba llorar entre sus brazos y no sabía que hacer para solucionarlo.
Una vez más se estaba derrumbando y él no era capaz de sostener todas las piezas antes de que se terminaran de romper.
— No puedes depender de mí. — logró separarse un poco para poder verlo, sus ojos estaban cristalizados mientras observaba al chico destrozado frente a él. — Se acabó.
— Te lo suplico, haré lo que tú me pidas. — sonaba desesperado con ese nudo en su garganta. — V-Ven conmigo... podemos intentarlo de nuevo, solo nosotros, olvidemos todo.
— No Joaquín, no puedes dejar tu sueño, mucho menos a tus hijos.
— Ya no me importa. — sus ojos estaban inundados por las lágrimas podía sentir esa presión en el pecho. — Dejaría todo por ti, el hotel, el trabajo, mi familia... a los niños... solo quiero estar contigo.
No, no quería dejar una vida entera atrás, mucho menos a sus dos hijos. Le dolía en el alma el tan solo pensarlo.
Se lo dijo más de una vez, tan solo tenía que pedírselo y él dejaría todo para irse lejos a su lado para crear una vida juntos.
Emilio sabía que él no quería eso, no quería irse de Los Ángeles, no quería otro empleo, no quería renunciar a sus sueños ni a su familia, mucho menos quería abandonar a sus hijos tan solo para darle gusto.
Y Emilio no quería que lo hiciera.
— No, Joaquín. — dijo. — Ya basta, te lo he dicho es lo mejor.
— ¿Para quién? — preguntó con esa enorme presión en el pecho recordando la firma de su divorcio, su mirada desesperada se encontró con la de Emilio, él pensaba en lo mismo. — ¿Es lo mejor para ti?
— No voy a hacer esto. — contestó con el nudo en su garganta. — Es por el bien de ambos, esto se acabó.
Intento irse pero Joaquín lo tomó de la muñeca impidiendo que saliera huyendo.
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un brillo propio
Random- ¿Sabes por que el sol y la luna son tan hermosos? - Por que tienen un brillo propio, el cual los hace únicos, como tú...... ¿Joaquín será capas de enfrentar a sus padres por amor? ¿El amor que sienten podrá soportarlo? ¿El sentimiento es real? Son...