Yo amaba a Leo

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Ayer pasaron algunas cosas, salí con Emilio y regresamos tarde, en realidad yo no quería regresar. Al hacerlo ya sabía lo que me esperaba, pero ese no era mí problema, sino el hecho de escuchar lo mismo de nuevo, después de despedirme de él entre a casa para ahora si "ajustar cuentas" como lo llama papá. Me dijeron o mejor dicho me gritaron muchas cosas, lo mismo de siempre. Papá dijo que él me llevaría a todos lados hasta que conozca la ciudad o me comporte, así que le pedí a Emilio que pasara por mí. Que por cierto me dijo que el regaño se escucho hasta su casa. Otra cosa que sucedió fue que Emilio prácticamente me dijo que es gay, pero no se atreve a decírselo a sus papás, yo conozco a sus papás y sé que lo aceptaran, así que no entiendo cual es su temor.

Ahora me encuentro desayunando con mis audífonos puestos, papá me decía algo pero no lo escuchaba hasta que golpeo la mesa haciendo saltar a Renata, yo seguí con mi desayuno sin reacción alguna. Humberto me quito mis audífonos.

- ¿¡Que estás haciendo!? - papá me los arrebato  - ¡Dame los malditos audífonos Humberto!

- ¡Ya basta Joaquín! - volvio a golpear la mesa - ¡Y no me llames Humberto, soy tu padre!

- ¡Ya, por favor no se peleen! - dijo mamá

- Mejor me voy, ya me están esperando - dije mirando a los ojos a papá, se encontraba furioso - no pienso pelear por estupideces.

Me despedí únicamente de Renata y salí de la casa, al hacerlo pude ver a Emilio quien estaba a punto de tocar la puerta. Lo salude y salimos de la privada.

Íbamos hablando al mismo tiempo que caminábamos, a lo que Emilio me dijo él jamás iba a pie, siempre tomaba el autobús, pues por el momento no tenía auto.

Al llegar a la preparatoria cada quien se fue por su lado, compartíamos algunas clases, así que decidimos sentarnos juntos, han pasado tantos años y aún así sigo queriendo a Emilio, aunque no se lo dijera lo extrañaba tanto.

Estábamos en receso, yo estaba en una mesa con mis amigos, estábamos comiendo entre risas y pláticas, todo estaba perfecto, mi día parecía mejorar hasta que me llego un mensaje de Zoé, mi novia. Me levante para ir a contestar el mensaje, me emocione un poco, pues ella es un poco de lo que me quedaba de California.

Mi niña: Joaquín lo siento en verdad, sé que no es tu culpa, pero no puedo seguir así, no es como que hayan pasado años, pero esta maldita distancia nos está separando cada vez más, me está doliendo esta situación. Lo mejor será que terminemos, yo ya no quiero seguir así, espero me entiendas y ojalá encuentres a alguien que te hagas más feliz de lo que pude hacerlo yo. (Enviado a 12:25 p.m)

Zoé ha borrado su apodo.

Zoé ha borrado tu apodo.

No puedes responder a esta conversación.

¿¡Es en serio!? No puedo creerlo, cuando creí que las cosas estaban mejorando ocurre esto, quería hablar con ella pero me bloqueó en todas partes. Estaba muy enojado y no por el hecho de que lo nuestro acabara, en realidad eso me daba igual, sino por que todo esto paso gracias a que papá quería mudarse a esta maldita ciudad, lo único que me quedaba de California me acaba de dejar.

- ¿Te ocurre algo? - dijo Emilio, antes de contestar sonó la campana de regreso a clases.

- No.... Bueno sí..... no sé te cuento al rato debo ir a clases. 

un brillo propioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora