un brillo propio

En México

Todo estaba listo, el momento de regresar había llegado, ambos chicos se encontraban en el aeropuerto en espera de que siguiera su vuelo, mientras que Humberto se había ido días antes, para no levantar sospechas y estar en primera fila en un día importante para su hija.

Joaquín estaba emocionado y nervioso a la vez por regresar, eran sentimientos que no lograba entender, pero estaba seguro de que quería volver, tenía tantas emociones juntas que solo pudo descifrar las anteriores, se preguntaba como seguían las cosas, si les gustaría la sorpresa, esperaba que sí por que él en verdad ansiaba verla y abrazarla para decirle lo mucho que la ama y la había extrañado, al igual que con su madre, quería poder correr hacia ellas para poder abrazarlas y compartirles quien le estaba ayudando a recuperar su felicidad.

Andrés también estaba emocionado por que estaba solo a unas horas de encontrarse en una ciudad completamente nueva y desconocida para él, había viajado a varios lugares, pero en sus destinos jamás estuvo México, a pesar de que siempre había querido visitarla por alguna razón no lo hizo, por fin podría hacerlo y que mejor que de la mano de quién siempre amo en secreto y ahora en total libertad.

Los vuelos parecían haberse retrasado, Joaquín no podía dejar de ver su reloj mientras que Andrés cada 10 minutos iba a preguntar si el avión podría salir pronto.

Llevaban 2 horas de retraso y Joaquín comenzaba a desesperarse, esta situacion hacia que su buen humor y entusiasmo se fueran poco a poco.

- ¿Crees que sí alcancemos a llegar? - dijo Andrés.

- Tal vez solo lleguemos a la cena de celebración - dijo mientras pasaba sus dedos entre su cabello - pero con este retraso ya no llegamos a la ceremonia, considerando que solo son algunas horas, y eso que sí nos vamos ya.

- Lo importante es estar ahí hoy, ella entenderá, me dijeron que pronto llegaría el avión.

- Eso espero, no quisiera faltar en un día tan importante para ella. - dijo mirándolo

De pronto se escucho como los altavoces del aeropuerto se encendían para dar un anuncio.

Pasajeros con destino a ciudad de México abordar por la puerta E-4, les ofrecemos a todos una disculpa por el retraso, gracias por su atención.

- Te lo dije, ahora vamos antes de que pase otra cosa - dijo Andrés.

Ambos chicos se pusieron de pie y fueron rápido a la puerta indicada para subir al avión, Joaquín solo miraba por la ventana del avión esperando a que éste despegara, se encontraba muy nervioso y enojado por la situación, por el gran retraso que llevaban, nada estaba saliendo acorde al plan lo cual lograba hacerlo enojar, no le gustaba para nada que las cosas se le salieran de control.

Andrés pudo notar el estado en el que se encontraba su pareja, tomó su mano y la entrelazó con la suya.

- Todo estará bien, a Renata le dará gusto verte aún así estuviéramos solo 5 minutos - dijo mirándolo - llegaremos hoy mismo y estaremos a tiempo para su fiesta, la sorpresa será perfecta para cerrar este día tan importante.

Después de estas palabras trato de demostrarse lo más tranquilo posible para no preocuparlo, pero simplemente no podía hacerlo, aunque trataba de verse relajado se encontraba muy tenso y enojado por dentro, solo espera que lleguen pronto y las cosas no se compliquen más, pero eso no pasará ¿cierto?