Sin despedidas

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《El final de una historia es el comienzo de otra.》

Parte 4.  ÚLTIMO CAPÍTULO.

Años después.

El tiempo había pasado demasiado rápido, aunque en ocasiones se sintió como si se detuviera en medio de su dolor.

Años separados en los que no supieron de la existencia del otro, nada más allá de las noticias que vagaban en la red.

Joaquín se había tomado muy en serio poner una verdadera distancia entre ellos, borró todo contacto que tenía con Emilio y cambió su número para no tener la tentación de llamarlo.

Emilio parecía haber tenido la misma necesidad de deshacerse de ese número que fácilmente podía marcar para suplicar que regresara.

Necesitaban tiempo para sí mismos, y ahora que probaban el lado bueno de la soledad se daban cuenta de que debieron hacerlo hace bastante tiempo.

Emilio se estaba vistiendo frente al enorme espejo en su habitación, lo había hecho, se convirtió en el periodista que tanto anhelaba ser, trabajaba haciendo algo que en verdad le gustaba y eso le permitía poder vivir cómodamente en un hermoso departamento en Los Ángeles.

Ya no había nubes grises apoderándose de su cielo, ya no desataban tormentas sobre él, esos sismos de sufrimiento se habían terminado.

La función de los huracanes era provocar un desastre para que todo volviera a crecer a su máximo esplendor, se necesitaba caos para renacer, no podía haber luz sin un poco de oscuridad.

En ese instante podía decir con toda seguridad que se sentía mejor que nunca, ya no tenía esa sensación de tristeza apoderándose de sus sentidos, él realmente estaba siendo feliz por su cuenta.

Regresó a Los Ángeles pero no por los recuerdos que tenía con Joaquín, sino porque alguna vez le dijo lo mucho que amaría esa ciudad, y tenía razón, se había enamorado perdidamente de ella.

Tan pronto como estuvo listo, tomó su grabadora y la cámara para meterla en la mochila, un camarógrafo iría con él, pero prefería prevenir.

Salió del departamento para después hacerlo del edificio para subir a su auto, la noche recién comenzaba a caer, las estrellas comenzaban a adornar el cielo.

Emilio conducía rumbo a el mayor evento esperado en la historia de Hollywood, estaría lleno de grandes estrellas y nuevos talentos, pero sin duda alguna, el mayor foco de atención estaría en la pasarela de las marcas líderes en el mundo de la moda.

Seria un evento inolvidable y necesitaba tener la mejor nota, si deseaba algo con todo su ser era el reconocimiento al mejor periodista de Los Ángeles y la competencia no estaba siendo para nada sencilla.

Sin duda alguna todos se pelearan por entrevistar al presentador principal del que todo mundo estaba hablando.

No todos los periodistas podrían entrar, por lo que tuvo que mover cielo, mar y tierra para conseguir pases para él y su camarógrafo, no importaba si tenía que venderle su alma al diablo, esa nota sería suya al igual que la entrevista.

No podía evitar notar como era que el rostro de Azul y Joaquín se encontraba por toda la ciudad, tenía entendido que haría su gran regresó para inaugurar los hoteles que se estuvieron construyendo a pesar de su ausencia.

un brillo propioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora