Salí despacio del colectivo, mirando al suelo porque no quería saber si estaba cerca.
Hacía un día desde que ocurrió aquello y no hemos hablado desde entonces, aunque Candela no paraba de repetirmelo.
Intentaba olvidarlo o pensar que decirle, como por ejemplo que estaba demasiado borracha como para darme cuenta que hacía y no quería hacerlo en realidad.
Era duro, pero a mí me gustaba Carlos cómo amigo. No es que no haya pensado que no me importaría tener una relación con él, pero aunque me gustase estar a su lado no me veía en una relación duradera con él.
Suspiré y miré la hora en mi teléfono. No, no me daba tiempo a fumar antes de entrar en la clase. Por suerte hoy no le vería hasta pasadas dos horas.
Entré sin mirar a nadie y me senté en mi lugar de siempre. Saqué las cosas rápido y levanté por fin la mirada cuando oí que el profesor estaba entrando.
La hora siguiente me la pasé nerviosa por el momento justo en el que nos encontraríamos. Tampoco sabía si él también estaba borracho y no se acordaría, lo cual me haría todo más fácil. Pero, estaba bastante segura de que se acordaría y no dejaría escapar el tema aunque sólo fuese para decirme que no estaríamos juntos.
Me acerqué lentamente a dónde era la clase que compartía con él y entré con la mirada de nuevo fijada en el suelo. Sentí mi teléfono vibrar en la mochila por alguna notificación, pero no lo vería hasta irme y estar a salvo en mi casa.
Me senté sin mirar a la gente que me rodeaba, ni siquiera noté si él estaba en su asiento detrás de mí. Saqué de nuevo todo lo necesario y apoyé mis codos en la mesa esperando a que el profesor llegase.
Tardó sólo unos minutos en saludar y cerrar la puerta, lo cual me decía que o estaba detrás de mí y no me había dado cuenta o no había venido hoy a la facultad o a esta clase. Deseaba porque fuera así, aunque sabía que tendría que enfrentarle tarde o temprano.
La clase terminó y agarré todo rápido pensando que podría estar detrás, colocándome la mochila y saliendo de mi asiento, caminando hacia la salida sin mirar a los demás.
- Angie.- Mierda. Levanté mi mirada y me encontré con la suya, junto a una sonrisa nerviosa.- No me dijiste nada.
- ¿Cuándo?
- Antes, cuando entraste.
- No te vi.
- Lo suponía.
A partir de ahí caminamos en silencio, pero no era un silencio normal entre nosotros, sino incómodo.
Aquello me hizo acordar a Mauro y a mí después de aquella mañana despertando juntos en mi habitación. Ninguno de los dos habló de aquello con el otro, pero era distinto. Ni siquiera nos acordabamos.
- Angie, ¿Vas a decir algo?- se puse delante de mí y me cortó el paso.
- ¿De qué?
- De lo que pasó.
- ¿Qué pasó?
- ¿No te acordás?- suspiré e intenté relajar un poco mi cuerpo.
- Sí, sí que me acuerdo.
- ¿Entonces?
- ¿Lo podemos dejar pasar?- levantó sus cejas y sonrió.
- ¿Querés que dejemos pasar que me besaste?
- Nos besamos.- corregí y sonrió aún más.- Dale, Carlos, somos amigos y...
- ¿Y qué pasa si lo intentamos?
- ¿Qué?
- Sí, mirá Angie, igual sos tan pelotuda que no te diste cuenta, pero me gustas desde que te vi. Quiero decir, me gusta estar con vos y me divierto a tu lado. ¿Por qué no intentarlo?
- ¿Me hablaste por primera vez porque te gustaba?
- Y...puede ser.
- ¿Y me lo tenés que confesar ahora delante de toda la facultad a punto de entrar en la clase donde nos van a dar las notas del examen?
- ¿Había otro momento? Porque ni me has mirado y has querido huir de mí en cuanto se acabó la clase.
- Por dios, Carlos, me saturas la mente. Yo no me esperaba encontrarme con esto.
- ¿Y qué pensabas? ¿Que estaba borracho y no me acordaba de nada? ¿O qué con suerte no vendría hoy por cualquier pelotudez y no te tocaría dar la cara?- como me conocía.- Dale, Angie, tomá las consecuencias de lo que hacés.
- Yo lo hago.
- ¿Así? ¿Y por qué evitas responder mi pregunta?
- ¿Qué pregunta?
- ¿No querés intentarlo?
Me miró fijamente y al igual que él me conocía bien a mí, yo le conocía a él. Sabía lo que sentía con tan sólo mirarle a los ojos aunque nos conociéramos de hace poco, pero estuvimos muchos días juntos y conociéndonos.
Así que, mirándole directamente a los ojos, podía sentir como se ilusionaba con esa idea. ¿Gustarme? Lo pensé, pero no lo veía como mi pareja. Pero verle así, me hace reemplantearme las cosas hasta poner mi mundo boca abajo. Al fin y al cabo, hacia meses que ya me había olvidado de Mauro, así que no había nada para decir que no.
- Déjame pensarlo, ¿Sí?
Su sonrisa se fue borrando poco a poco mientras yo chasqueaba la lengua levemente y seguía caminando hacia la clase que teníamos.
Él llegó segundos después, mirándome de reojo, pero con eso me bastaba para maldecir todo lo que hacía. Pero, por fin el profesor llegó y todos mis miedos se cambiaron por aquella temida nota.
Salí de la facultad horas más tardes con una mezcla de sentimientos. Por un lado feliz porque había conseguido aprobar, pero por otro lado llena de problemas y preguntas que necesitaría responder con ayuda de algún amigo.
Por suerte, al mirar el teléfono, me encontré con el mensaje de esta mañana. Con Juan.
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Piensa En Mí (Duki)
FanfictionAngie, hija de padres españoles, nació en Buenos Aires, Argentina. Desde pequeña, vivió en Almagro, siendo parte de una familia humilde junto a sus tres hermanos mayores. Con cinco años, mientras jugaba en el parque conoció a una niña en uno de los...