Comenzó a sonarme el teléfono desde la mesa de luz. Resoplé y despegué mi cara del libro. Me había quedado dormida mientras estudiaba.
Lentamente, agarré el teléfono y me coloqué mejor en la cama mientras aceptaba la llamada de mi mejor amiga.
- ¿Cómo vas?
- ¿De qué?
- ¿No te has vestido aún?
- ¿Para qué?
- Dijimos que hoy salimos.
- ¿Así? Ah, es verdad, ayer quedamos con los pibes.
- Se ve que Mauro te quita la memoria.
- Callate, pelotudo.
- Bueno, dale, levántate y andá a ducharte.
- ¿Cómo sabés que estoy tumbada?
- Porque seguro que te quedaste dormida, te conozco.
- Boludo.
- Chao.
Se despidió entre risas y terminó la llamada. Suspiré mirando la pantalla y dejé allá el teléfono antes de levantarme y elegir mi ropa mientras me despertaba.
Me fui a la ducha y luego de unos minutos salí del baño ya vestida con un pantalón largo vaquero y ancho roto por todos lados junto a un top negro y finalmente una campera. No fue hasta que me miré en el espejo mientras me maquillaba que recordé de quién era esa campera. Nunca se la devolví.
Lo ignoré porque pensé que no le vería, así que seguí preparándome y acabé por ponerme unos tacones negros confiando en que no me hagan daño tras horas bailando.
Busqué un bolso pequeño negro donde guardar mi celular, las llaves de la casa y la plata. Luego, acabé por sentarme en el sofá mirando el teléfono sin importancia. Fui tan rápido que al final había terminado antes de lo esperado.
Por suerte, no tuve que esperar mucho hasta que Juan me mandó un mensaje diciendo que estaba afuera de mi casa con su auto acompañado de Matías y Diana.
Salí de la casa y les saludé mientras me subía al auto. Diana, como siempre, me ofreció de su porro pero acabó fumando sola, sacando el humo por la ventanilla aunque Matías se quejase del frío.
- Bueno, ¿Y los otros dos?
- Ya vendrán, por ahora nos han dicho que nosotros ya comencemos en cuanto lleguemos.
- Que lindos.
- No como Diana, ¿Podés subir eso?
- Callate, me amargas el porro.
Puse los ojos en blanco viendo cómo discutían mis amigos en la parte de atrás. Mientras, Juan sonreía conduciendo como si nada con la música que había puesto de fondo.
Llegamos y por fin Diana había parado de fumar, aunque a Matías ya le daba igual porque ya estábamos en la calle caminando hacia el boliche.
Cuando entramos, Diana desapareció tras despedirse de nosotros y los tres seguimos nuestro camino hacia la barra para comenzar a beber hasta que llegasen los dos que faltaban.
- Acá estamos. Ché, ¿Y Diana?
- Ya se fue por ahí.
- Bueno, entonces nosotras vamos a bailar.
Claudia me sonrió antes de dar el primer trago. Luego, agarró mi mano y tiró de mí a la pista a bailar solas hasta que Matías también se atrevió para acabar yo bailando con Juan y Claudia con él, dejando que Nicolás también se diera una vuelta por el boliche.
A los minutos, Diana y él aparecieron con vasos llenos de alcohol. Bebíamos mientras bailábamos hasta que Claudia comenzó a marearse y tropezarse con sus propios pasos.
Entonces, Juan aceptó a acompañarla a la barra y yo seguí bailando con mis amigos. Mientras me dejaba llevar por el reggaeton y el alcohol, miré hacia la barra para ver cómo Juan hablaba con una mina dando la espalda a nuestra amiga, que tenía la mirada perdida y no paraba de beber.
Avisé a los pibes que me iba con ella y dejé de bailar para cuidar a mi amiga. Al llegar, le quité el vaso a Claudia, me bebí lo que quedaba para evitar que lo volviera a agarrar ya que yo no estaba tan mal y luego toqué el hombro de Juan para hacerle girar confundido.
- Recordame que llame a tu vieja para decirle que sos pesimo como niñero.
- Claudia es mayor.- dijo sonriendo.
- Eso, soy mayor.
- Todos somos pibitos cuando bebemos, hasta vos.
- Bueno, dale, estoy hablando con ella.- señaló a la mina de antes que estaba bebiendo mientras nosotros hablábamos.- Cuidala vos.
- Si fuera por vos...
Le fulminé con la mirada y le di la espalda para ver cómo Claudia pedía otra bebida. La agarré de la muñeca y levemente la llevé hasta el baño. Cuando pudimos entrar tras una corta espera, mojé su nuca con agua y luego le arreglé un poco el pelo antes de aceptar volver adentro para bailar juntas, asegurándome así que estaba bien.
Volvimos con Matías y Diana, Nicolás ya se había vuelto a ir. De nuevo, bailábamos con lo que sonaba en el boliche, pero con mis ojos puestos en mi amiga que por suerte no se tambaleaba tanto.
Como siempre, me confié y dejé de mirarla para disfrutar de la fiesta, siguiendo con mi bebida hasta que se acabó y compartí entonces la de Matías. Cuando me volví a mirar a Diana y Claudia, la primera le estaba dejando beber a Claudia, que parecía estar bebiendoselo todo de un trago, mientras ella fumaba.
- Diana.
- Ella quería.- levantó sus manos y sonrió. Ya estaba drogada y borracha.Suspiré y le quité de nuevo el vaso a Claudia, devolviendoselo esta vez a Diana. Cuando me cansé de compartir el vaso de Matías, volví a la barra a rellenar el mío y luego fui a bailar otra vez.
- Angie.
Seguí bailando y riendo con Matías, ignorando a Diana. Cuando fui a dar un trago, ella me dio un golpe en el hombro que acabó por tropezarse por Claudia, que también se había tropezado. Así se cayó la bebida en mi top, pero por suerte no mucho.
- Diana.- la miré molesta y ella sonrió nerviosa.
- Quiero salir.
- ¿Pasó algo?
- Que no me da tiempo a esperar para el baño.
Levanté las cejas y vi a Claudia bailando demasiado borracha. Chasqueé la lengua y avisé a Matías, que asintió y por suerte volvió Juan para quedarse con él mientras yo salía con mis dos amigas lo más rápido que podíamos.
Diana salió corriendo a dónde pudo hasta vomitar a la vez que yo ayudaba a Claudia a caminar hasta un árbol que había en la calle, donde se apoyó y descansó.
Fui a ayudar a Diana y cuando paró, también la llevé al árbol con Claudia. Con suerte se sostenían en pie.
- Dale, volvemos y beben algo sin alcohol para refrescarse.
- Prefiero el frío de la calle.
- Ya llegaron refuerzos.- miré hacia atrás y Nicolás sonrió.- Vi a Juan y me dijo que saliste con ellas afuera.
- Dale, ayúdame a entrar de nuevo.
- ¿No es mejor que vuelvan a casa?
- ¿Las vas a acompañar vos?- pregunté y él chasqueó la lengua.- Si están peor, yo las acompañaré, pero si dejan de beber ahora podemos estar acá hasta el after.
- Dale, está bien, te ayudo.
Él se ocupó de Diana, yo agarré sin mucha fuerza a Claudia y la ayudé a caminar, yendo detrás de ellos. Cuando estábamos cruzando la puerta para volver a entrar, Claudia se tropezó y desvié mi mirada a ella a la vez que la agarraba para que no cayese al suelo. Sin verlo, choqué con alguien que salía.
- Perdón.- me giré a ver quién había sido con Claudia ya bien. Entonces le vi y me sonrió instantáneamente.
- ¿Necesitás ayuda?
- Un poco, pero mejor si lo hago sola.
- No pensaba que venías de joda hoy, ayer no dijiste nada.
- Al final sí.
- Mirá, Angie, Duki te está hablando.- Claudia me sonrió y luego a él.- Tremendo bombón.
- Vale, creo que mejor nos vamos.
- Venite luego afuera si querés, nos vamos a Colta ahora.
- ¿Ahora?
- Hijo de la noche.
Sonreí y seguí caminando con Claudia hasta llegar a donde estaban mis amigos. Les avisé de que iba a salir a hablar con Mauro y aceptaron a quedarse en la barra mientras, sabiendo que sin mí era más difícil controlarlas. Salí y le vi apoyado en un auto, riendo con un amigo mientras sostenía un porro.
- Volví.- dije sin saber muy bien si era mejor volver con los demás.
- Te dije que volvía.- dijo su amigo antes de sonreírme.- Perdón, yo ya me voy.
- Que pelotudo.- miré a su amigo y luego a él, que me sonreía mientras daba una calada.
- Dale, es mi amigo.
- Bueno, pero es pelotudo, ¿Qué querés? Juan también lo es.
- Andás de mal humor eh.
- Yo estoy bien, ¿Vos?
- ¿Venís a Colta?
- ¿Con vosotros?- asintió e hice una mueca.- Tengo a mis amigos dentro.
- Bueno, les avisas y venís.
- Pero quiero quedarme con ellos.
- Entonces no venís.
- Entonces no nos vemos hasta otro día.- y ahí volvió a sonreír, quitándose del auto para acercarse a mí, quedando de frente a pocos centímetros.
- Sabés como manipularme.
- ¿Yo? No, no, yo sólo te conozco y uso mis cartas.
- Vení, dale.
- Son mis amigos.
- Y el pibe de antes también era mi amigo.
- Bueno, está bien, no es un pelotudo, ¿Listo?- asintió y suspiré.
- Andá con tus amigos, no importa.
- Voy a decirles.
- No tardes que me voy.
- ¿Sin mi? Imposible.
- ¿Tan importante te crees?- preguntó sonriendo y yo también lo hice.
- Me hiciste verme así, acá el culpable sos vos.
Sonrió más y decidí entonces alejarme antes de que mis ojos bajasen hasta sus labios mientras iba a dar otra calada. Mantuvimos la mirada unos segundos a la vez que andaba hacia atrás y me di la vuelta para avisarles a mis amigos de a dónde íbamos ahora.
- ¡Linda campera!
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Piensa En Mí (Duki)
FanfictionAngie, hija de padres españoles, nació en Buenos Aires, Argentina. Desde pequeña, vivió en Almagro, siendo parte de una familia humilde junto a sus tres hermanos mayores. Con cinco años, mientras jugaba en el parque conoció a una niña en uno de los...