Piensa En Mí (Duki)

77.

Salí de la facultad a la vez que sacaba el celular de la mochila. Al levantar mi mirada, caminando hacia la parada del colectivo, vi a Carlos caminar para irse en su auto.
Hacía tiempo que no hablábamos, desde que lo dejamos exactamente. Extrañaba tenerlo como amigo, como al pibe que conocí, estar en una relación con él sólo me hizo darme cuenta de lo rápido que pueden cambiar las personas.
Cuando desvié mi mirada, me encontré con una llamada de Santino.
- ¿Qué onda? ¿Pasó algo?
- ¿Estás en la facu?
- Sí, por subir al colectivo, ¿Pasó algo?
- Nada, Miguel y sus pelotudeces.
-¿No se puede estar quieto?
- Sabés que no.
- Bueno dale, ¿Qué quiere?
- Cena en su casa.
- ¿Su casa?
- Nueva ecografía, que querés.
- Que hincha bolas.
- Con suerte hoy lo encontramos.- sonreí oyendo a mi hermano reír y vi al colectivo aparecer a lo lejos.
- Dale, me voy ya, decile que sí, que iré.
- Obvio que irás, sólo llamaba para avisarte. Chao.
- Chao.
Terminé la llamada y segundos después, por fin llegó el colectivo. Me subí, pagué y me senté escuchando música de mis audífonos durante el trayecto hasta llegar a mi barrio.
Bajé y caminé para ir a mi casa. Dejé la mochila con el celular en mi salón y me fui a cocinar algo rápido para luego sacar un libro y comenzar a estudiar mientras comía porque mi hermano mayor arruinó mis planes de estudiar de noche. Cuando terminé, fui a la cocina a dejar todo, oyendo desde el salón como alguien volvía a llamarme al teléfono. Fui corriendo, tirándome al sofá a la vez que agarraba el celular y aceptaba la llamada.
- ¿Quién es?
- ¿Me seguís sin tener en los contactos?- sonreí oyendo su voz, colocándome en el sofá mejor.
- No, te tengo como "Mauro" y un corazón, ¿Querés algo más?
- Re ortiva.
- Perdón, pero casi me mato por hablar con vos.
- Que linda.
- Sos bipolar eh.
- Dale, llamaba por si podemos vernos hoy.
- Bueno, tengo que estudiar, pero si te querés venir a mi casa.
- ¿Y por qué no hacés lo que tengás que hacer de noche?
- Porque hoy no puedo.
- Ya me vas a engañar.
- Sí, con la ecografía de mi hermano.
- ¿Eh?
- Dale, venite esta tarde, pelotudo.
- Vale, vale, que amor que das a tu novio.- reí levemente, imaginándomelo con su sonrisa de siempre.
- Sí, sí, chao, bobo.
- Chao.
Terminé la llamada y dejé el teléfono para seguir estudiando. No sabía cuándo vendría, igual aparecía en media hora porque así era él. Así que, tenía que estudiar rápido porque con él acá sabía que era imposible.
Dejé el salón y me fui a la cama sin dejar de mirar el libro, casi cayéndome por las escaleras, pero por suerte salí ilesa.
Cuando estaba a punto de dormirme entre tantas leyes, oí la puerta de la entrada sonar, despertándome al instante. Suspiré, cerré el libro y agarré mi teléfono mientras me levantaba de la cama para ir a abrir.
Había estado dos horas estudiando, nuevo récord. Cuando llegué, abrí la puerta y me lo encontré fumando, mirando su celular mientras esperaba a que le abriese. Al oír la puerta, levantó la mirada y sonrió con el cigarro entre sus labios.
- Pensé que llegarías antes.
- Si llego antes porque llego antes, si llego tarde mal también, sos complicada eh.
- Callate, bobo.
Sonrió más y me acerqué a él para quitarle el cigarro de sus labios antes de besarle por un corto tiempo. Cuando me separé de él, sonreí y le di una calada al cigarro, dándome la vuelta para ir con él detrás de mí al interior de mi casa.
- ¿Qué es eso que tenías que hacer esta noche?- preguntó cuando ya estábamos en la sala. Me di la vuelta y al segundo me había puesto sus manos levemente en mi cintura, empujándome hacia él con suavidad.
- Ir a casa de mi hermano a cenar porque va a enseñarnos otra ecografía.
- ¿Está embarazado?
- ¿Vos sos boludo o practicas?
- Para vos a veces.
- No, no está embarazado.- le miré confundida y él sonrió.- Su mujer lo está.
- ¿Está casado?
- Te lo dije el otro día.
- Mucha data.
- Bueno, sí, está casado y esperan un hijo.
- ¿Vas a ser tía?
- Mauro.
Rió antes de besarme por más tiempo que yo antes, acercándome a él hasta que ya no había ninguna distancia entre nosotros. Luego, comenzó a llevarme para finalmente caer levemente en el sofá.