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- ¿Con quién hablas?
- Juan.
- ¿Tu mejor amigo?- asentí.- ¿Para?
- Él también salía de joda.
- Pero nosotros vamos a...
- Colta, lo sé.
- Pero zona VIP.
- Lo sé también.
- ¿Querés que los deje pasar?- levanté mi mirada del celular y levanté mis hombros indiferente.- ¿Entonces?
- Pensaba irme un tiempo con ellos.
- ¿Y dejarme solo? Listo, les digo que les dejen pasar vos solo decime los nombres de todos.
- Te lo dije hace tiempo.
- Lo sé, pero, ¿Vos pensás que me acuerdo de todo?
- Con todo lo que fumas difícil.
- Habló.
- Sólo tabaco ché.
- Igual de malo, pelotuda.
- Bueno, pero uno está aceptado y otro no.- le saqué la lengua y él rió.- Dale, andate a peinarte, que te electrocutaste o algo.
- Vos que casi me quedas calvo.
Dijo peinándoselo con los dedos de su mano, haciendo mover las pulseras de Roque que se acababa de poner. Reí levemente, negando con la cabeza a la vez que volvía mi mirada al chat con mi amigo para decirle lo que él me acababa de contar de la zona VIP.
- ¿Ya estás?
- Bueno, lo mejor que puedo.
- Yo te veo bien.
- A ver, un buzo de mi novio, una campera también suya, unos pantalones que por suerte son míos y unos zapatos que también son míos y por suerte quedan bien.
- ¿Viste? Todo piola.- sonrió y puse los ojos en blanco.
- Sólo me falta tener algo más tuyo para que se vea vaya a donde vaya que soy tu novia.
- Listo, espérame acá.
Levanté una ceja viendo cómo desaparecía riendo. Como dijo, le esperé unos segundos y ya había vuelto con uno de sus colgantes, exactamente el que ponía "Lucifer" y ya había visto llevarlo a una de sus ex parejas y a él cuando terminaron.
- Mauro, era joda.
- Ya tarde, tomá.
- Sí, dale, el colgante de la ex.
- Pelotuda.
- Joda, joda.
Negó con la cabeza, aunque sonriendo viendo cómo me lo ponía. Después, me levanté de donde estaba sentada esperándole y agarré las llaves de mi casa, guardandolas en el bolsillo de su campera junto a la plata.
- Lista.
- Y fachera.
- Atrevido.
Rió y me dejó pasar a su lado para ser al final la primera en salir de su casa, encontrándome con que el Uber estaba apareciendo por la avenida.
Al salir cerrando la puerta tras de sí, puso su brazo alrededor de mis hombros y luego un cigarro entre sus labios, comenzando a buscar el encendedor. Le miré divertida y al final agarré el que tenía en la campera, encendiendoselo.
Sonrió echando el humo y luego me dejó dar una calada mientras caminábamos hacia el Uber que recién estaba aparcando delante de nosotros.
Entramos, saludamos al conductor y le devolví el cigarro para quedarme hablando con Juan de donde encontrarnos con su brazo de nuevo alrededor de mis hombros, echando el humo por la ventanilla.
Llegamos y aunque intenté ser más rápida, pagó antes él, así que me bajé molesta sólo por unos segundos, exactamente hasta que me besó y me dejó darle la última calada al cigarro. Después, comenzamos a andar como antes hacia la entrada.
Le dejaron pasar y yo con él, yendo directamente hacia la zona VIP, donde estaban todos menos nosotros.
- Por fin.
- El desaparecido.
Dijo uno entre risas mientras que él reía, saludándoles. Yo iba detrás, saludándoles también lo más simpática que podía porque aún había gente que no conocía aunque también estaban los de siempre.
- ¿Le secuestraste o qué?
- No tuve que hacer fuerza, se dejó.
- Yo también lo haría, la verdad.- puse los ojos en blanco y Alejo rió, dejándome después su vaso para irse a por otro.
Le di un trago y milagrosamente no parecía ser una bomba de alcohol, así que todavía estaba bien. Aunque estábamos juntos, él se fue ha hablar con algunos entre risas y yo me quedé junto a los que conocía, es decir, con C.R.O y Alejo, conociendo más al primero porque nunca había hablado realmente con él.
- ¿Me la cuidaron bien?- apareció de repente poniendo de nuevo su brazo alrededor de mis hombros, dando después una calada a su porro.
- Me cuido sola eh.
- Uh, pelea.
- Eso no lo dirás cuando acabes tropezandote como siempre que bebés.
- Ya lo veremos.
Le sonreí desafiante mientras que él, cómo sus dos amigos, se divertían con la situación. Estuve un tiempo con ellos hasta que Mauro decidió llevarme con los que menos conocía para que no acabase hablando siempre con los mismos.
Hasta que, por suerte, cuando miré la entrada vi a Nicolás buscando a alguien con la mirada a la vez que pasaba a la zona VIP con los demás detrás. Sonreí y fui a por ellos.
- ¡Angie!
- Se hicieron esperar eh.
- Nos extrañabas.- dijo Diana abrazándome.
- Bueno, eso siempre.
Claudia sonrió tras lo que dije, siendo la última en ser saludada y en entrar en la zona VIP. Fui junto a ellos a por algo nuevo que beber y por supuesto decidí hablar con ellos hasta que parecían verse más valientes y se fueron a conocer a más gente, aunque por suerte yo me pude quedar con Juan.
- Tu hermano no nos perdona aún la broma que le hicimos.
- ¿Qué querés? Que aprenda a guardar secretos el pelotudo.- rió negando con la cabeza y sonreí.- ¿Y vos qué onda?
- ¿Qué de qué? Todo piola, hoy me han dejado una noche libre para mañana de vuelta a laburar, que querés.
- ¿Ninguna piba por ahí?
- Nena, es llegar a casa y dormirme entre los gritos de mis hermanos pequeños jugando o discutiendo entre ellos.
Reí antes de beber y después él también decidió conocer a más gente, dejándome de nuevo sola para buscar a alguien que conociese. Acabé bailando con Claudia y Diana, que se habían cansado por unos minutos de hacer nuevas amistades y querían estar con las antiguas hasta que se vaciasen sus vasos.
Después, Alejo me rescató y fui junto a él a hablar con más gente con su ayuda, ya que tampoco era muy buena en ser sociable.
- ¿Vos sos la que bailabas antes?- me susurró por detrás, abrazándome suavemente alrededor del cuello.
- Puede ser, ¿Vos?
- Te estaba viendo y pensé "No, wacho, tengo que bailar con esa piba.".
- Listo entonces.
Me di la vuelta y sonreí cuando nuestros ojos por fin se encontraron, viéndole sonreír también a él antes de besarme. Cuando llegó la canción correcta bailé con él cómo le dije, riéndome cuando hacia sus famosos pasos que luego se atrevió a enseñarme pero por suerte yo ya había intentando hacerlos y sabía más o menos como eran.
- Al final todos parecen unos pelotudos bailando así menos vos.
- Gracias, beba, es todo estilo, vos sabés.
Reí y él sonrió, abrazándome por la cintura con sus ojos achinados por la marihuana fijos en los míos. Sonreí y una vez más me besó, dejándome saborear el Hennesy y distintos rones que se había bebido junto a los cigarros y porros que también se había fumado como cualquier noches de este estilo.
Pasé mis brazos también alrededor de su cuello para no perder el equilibrio ya que, aunque no había bebido mucho, lo justo para comenzar a ser más torpe de lo normal pero no para caerme al suelo.
Sonreí al separarnos y una vez volvió a besarme, bajando sus manos poco a poco desde mis caderas para acercarle más y mejor así.
Una vez más, sonreí entre el beso pero no me separé hasta que el aire se hacía realmente necesario. Mordí su labio inferior al separarme como solía hacer y luego volvió a pasar su brazo alrededor de mis hombros, girandonos para ir hacia donde estaban los demás.
Buscando con la mirada a mis amigos fue entonces cuando me di cuenta que no sólo nosotros habíamos venido hoy acá de joda ni teníamos pase a la zona VIP.
Sus ojos estaban fijos en mí y yo, al verla, tampoco pude quitar los míos de ella, dejando entonces que Mauro me llevase a donde quisiese porque todo se había paralizado en aquel momento donde Candela nos había visto más juntos de lo que unos amigos se suponían que debían estar.

Piensa En Mí (Duki)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora