Jack estaba de pie, inmóvil, su rostro no expresaba ninguna emoción. Revivió de nuevo el momento en el que mataron a Inés y se había convertido en un Guardián. Volvió a sentir la caricia de la joven en su rostro, cómo el poder brotaba en su interior mientras le acariciaba. El Rey Demonio tenía razón, él era un Guardián y se había olvidado por completo. Desde el momento en el que la vio muerta entre sus brazos se había estado autocompadeciendo y culpando por ello. Se sintió frustrado e inútil, en vez de sobrellevarlo de alguna manera como sus amigos, había estado regodeándose en su tragedia. De repente las voces empezaron a chillar, le empezó a doler la cabeza terriblemente, provocando que se llevase las manos a la cabeza. Pasados varios segundos, las voces cesaron y la cabeza le dejó de doler. Separó las manos de su cabeza, sus ojos verdes se volvieron amarillos durante un segundo y con una mirada firme, miró al Rey Demonio. Este sonrió satisfactoriamente, como si acabase de conseguir algo.
- Ahora podremos mantener una conversación como adultos - dijo el Rey Demonio sin dejar de sonreir.
Jack, sin cambiar la expresión de su rostro, dijo:
- Cómo sabes mi nombre.
El Rey Demonio le miró extrañado, no se esperaba comenzar la conversación con esa pregunta.
- ¿Eso es lo que más te interesa? - dijo el Rey Demonio.
- Sin rodeos - le exigió Jack.
El Rey Demonio se quedó pensando durante varios segundos y dijo:
- He venido a buscarte.
Jack no dijo nada, espero a que el Rey Demonio se explicase.
- Quiero ofrecerte un trato - continuó hablando el Rey Demonio. - Desde que uno de mi raza te secuestró, te he estado observando, me pareces un sujeto interesante y quiero que te unas a nosotros.
Jack le miró sorprendido al oír su propuesta.
- Me estás vacilando - dijo Jack sin creerselo.
El Rey Demonio se echó a reir.
- ¿Por qué iba a mentirte? - dijo el Rey Demonio con una sonrisa.
Jack le miró con una ceja levantada y dijo:
- ¿No es obvia la respuesta? Como acabas de decir: uno de tus súbditos me secuestró. Además me torturó para que le proporcionara una información de la cual desconocía.
- Corrijo: uno de mi raza - dijo el Rey Demonio.Jack se sorprendió levemente al escuchar eso.
- Entonces, ¿me estás diciendo que como rey no tienes control sobre toda tu raza? - preguntó Jack.
- Técnicamente sí tengo control sobre los demonios - respondió el Rey Demonio. - Pero yo no fui el que dio la orden de secuestrarte.
- A qué te refieres con técnicamente - dijo Jack. - Y cómo que no fuiste tú el que ordenó eso.Se produjo unos segundos de silencio.
- Hace menos de un año, las cosas se empezaron a complicar en el reino de los demonios, los cinco magos negros empezaron a adquirir mucha importancia en el reino y en cuestión de días dieron un golpe de estado y me echaron del reino - dijo el Rey Demonio.
Jack le miró con desconfianza, su historia no tenía sentido. Según lo que le han enseñado, uno de los reyes con más poder e influencia en todo el lugar, ¿derrocado? Después de todas las batallas y las luchas que ha librado para intentar conquistar a los demás reinos, ¿le echan del suyo así por las buenas? Cuantas más vueltas daba en su cabeza a la explicación que le había dado el Rey Demonios, menos sentido le veía.
- ¿Tú te piensas que me voy a creer eso? - dijo Jack finalmente. - Todo esto suena a que es una trola de las gordas.
El Rey Demonio se quedó en silencio.
- Ahora no dices nada - le reprochó Jack - Qué estás, ¿pensando en otra excusa?
- No - respondió finalmente el Rey Demonio. - Esa es la verdad.Se produjo un silencio nuevamente. Jack, viendo que el Rey Demonio no iba a decir nada más, se giró para irse de allí.
- ¿Recuerdas lo que decía aquella nota cuando te secuestraron? - dijo el Rey Demonio antes de que Jack pudiera dar el primer paso.
El joven se quedó clavado en el sitio, recordando el momento en el que fue secuestrado. El hombre vestido de negro que se lo llevó sostenía una nota en sus manos que pudo leer con claridad aunque estuviese escrita en escritura antigua. "AYUDA" decía la nota. Acto seguido recordó la tortura que recibió después. Se llevó una mano a la cabeza mientras que su rostro expresaba sufrimiento. Pasados unos segundos, Jack bajó la mano y con una expresión muy seria miró al Rey Demonio.
- Si no diste la orden, cómo sabes eso - dijo Jack.
El Rey Demonio hizo una leve mueca y dijo:
- Porque yo sí que envié a la ciudad a un fiel siervo para que te entregara dicho mensaje.
- Si era tan fiel, ¿por qué me secuestró segundos después? - dijo Jack.
- Al parecer sus planes eran otros y fui completamente engañado por él - respondió el Rey Demonio.
- Mientes - dijo Jack.Los dos se quedaron mirándose a los ojos durante varios segundos sin decir nada hasta que el Rey Demonio se echó a reír.
- Eres increíble mocoso - dijo el Rey Demonio entre risas. - Si lo llego a saber me lo preparo mejor.
Jack le miró con odio y levemente extrañado.
- Los Guardianes siempre han estado ahí para mantener un equilibrio y proteger el reino, pero, no todo el mundo sabe que iba a llegar un momento en el que iba a nacer la generación definitiva de Guardianes - continuó hablando el Rey Demonio. - Cada uno de los Guardianes de dicha generación tiene más afinidad con una de las siete razas principales y tú, mocoso, tienes el poder de demonio recorriéndote las venas. Quiero que te unas a nosotros y que conquistemos este estúpido reino de una vez por todas, que paguen por lo que nos hicieron. La era de la oscuridad por fin ha llegado.
El joven se quedó impresionado por sus palabras, la verdad había salido a la luz.
- A qué te refieres con que la sangre de demonio recorre mis venas - dijo Jack.
- Como te acabo de contar, cada Guardián tiene más afinidad con una raza. Tú tienes afinidad con los demonios. Puedes ser capaz de dominar el poder demoníaco, vas aumentar de forma inconmensurable tu poder. Únete a nosotros para que esto que te acabo de decir se haga realidad - dijo el Rey Demonio tendiéndole la mano.Jack miró la mano del Rey Demonio y acto seguido le dio un manotazo, apartándola.
- No voy a entrar en tu juego - dijo Jack mirándole a los ojos. - Y mucho menos voy a ser tu peón.
- ¿Quién a dicho que seas mi peón? - dijo el Rey Demonio con una sonrisa. - Serías mi mano derecha, mi luchador más preciado, mi consejero de guerra...
- Me niego - dijo Jack cortándole.La tensión entre ellos se podía notar en el ambiente. Se quedaron los dos callados. Jack mantenía una expresión seria mientras que el Rey Demonios tenía una sonrisa en el rostro. Pasado un rato, el demonio, al ver que no iba a poder convencer al joven, dijo:
- Bien, pues te tendré que obligar.
Acto seguido el iris de su ojo derecho adquirió un color rojo intenso y en una de sus manos se empezó a formar una pelota negra como el azabache. Jack se puso en guardia, pero el poder que desprendía aquel hechizo era tan grande que provocaba que las piernas del joven temblaran de miedo. Segundos después, el Rey Demonios lanzó la pelota contra Jack. Pasados unos instantes se escuchó un fuerte impacto y un grito desgarrador.
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El Libro Encantado
FantasyEsta es la historia de Scott, un chaval con una vida normal... O eso creía él hasta que descubrió un libro que lo cambiaría todo. Se dará cuenta de su potencial y del secreto que hay detrás de el libro... O ¿tal vez no? Una gran guerra, la cual él d...