72. Prisas

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La llegada de Leo, Rita, Laya y Luxus alegró a todos, pero su felicidad no duró mucho tiempo. Luxus al ver la expresión en sus rostros supo que la pregunta que había formulado no iba a tener una buena respuesta.

- Sois los últimos en llegar - dijo Zarut con un leve tono de tristeza.

Rory y Elisa corrieron a abrazar a los recién llegados. El cálido abrazo de sus amigos provocó que las dos chicas se desmoronasen y rompieran a llorar. Al escuchar sus llantos, Scott no pudo contener las lágrimas y se llevó la mano a la cara para taparse la mirada. Luxus miró a los jóvenes sin entender que estaba pasando, alzó la vista y palideció al ver a Mike inconsciente tumbado en la mesa.

- No.... ¿Qué ha pasado? Está...

Leo, Laya y Rita miraron preocupados en la misma dirección que Luxus debido a sus palabras.

- ¡Mike! - gritó Rita.

La joven corrió hasta la mesa mientras sus lágrimas empañaban sus ojos.

- Como estés muerto pienso pegarte una paliza idiota.

Cuando estuvo al lado de Mike le tomó el pulso y al descubrir que seguía con vida cayó de rodillas al suelo.

- Qué susto...
- Podéis estar tranquilos, vuestro amigo Mike está bien, solo necesita descansar. Está fuera de peligro.

La dulce voz de la Reina Hada les tranquilizó y se pudo ver claramente como la tensión en los cuerpos de Laya y Leo desaparecía y Luxus daba una bocanada de aire aliviado.

- Por favor, no nos deis estos sustos.

Elisa y Rory se secaron las lágrimas de sus rostros, pero su expresión de tristeza no desapareció. Zarut apoyó la mano en el hombro de Scott y apretó un poco con cariño su hombro para darle ánimos. Cuando Leo y Laya se recuperaron del susto, se fijaron en el estado emocional de Scott y se dieron cuenta de que la situación no marchaba nada bien. Laya echó una mirada rápida a la sala, mientras Leo se acercaba a Zarut que seguía con la mano puesta en el hombro de Scott.

- ¿Qué le pasa?¿Ha pasado algo en el reino remoldán?

Zarut negó con la cabeza mientras retiraba la mano del hombro de Scott, abrió la boca para hablar pero antes de que pudiera decir algo fue interrumpido por Laya.

- ¿Vatar?¿Qué haces aquí? Además falta gente... ¿Dónde están Jack e Inés?
- Creo que debéis sentaros, tenemos muy poco tiempo y mucho de lo que hablar.

Escuchar esas palabras provocó que la preocupación invadiese el cuerpo de los chicos y obedeciendo a Zarut, se sentaron alrededor de la mesa donde estaba Mike tumbado.

- Vamos a ignorar que Mike está aquí tumbado ¿vale? - dijo Elisa intentando poner un poco de humor a la situación.
- Parece que lo teníais todo planeado - comentó Rory mientras se sentaba.
- ¿El qué? - dijo Leo.
- Llegar a la vez que nosotros al reino de las hadas.
- Realmente no estaba planeado. Luxus y Rita aparecieron en el reino de los dioses porque después de que Luxus hablara con el Maestro....
- Siento interrumpir la explicación y este momento tan emotivo de reunión pero hemos perdido mucho tiempo curándonos las heridas y reencontrándonos. Como no ideemos ya un plan y pasemos a la acción seremos masacrados.

Todas las miradas se dirigieron al elfo.

- Vatar tiene razón - dijo Zarut.
- Reina Hada, despliega tu ejército ahora mismo mientras les contamos todo lo que ha pasado - continuó Vatar. - La ciudad está rodeada de demonios.
- Ya lo sé - dijo la Reina Hada.

Todos en la sala se quedaron en silencio.

- Antes de que llegaseis vi como la niebla de el Bosque Perdido se disipó en un abrir y cerrar de ojos - señaló las paredes de cristal de la sala. - Sin pensarlo dos veces llamé a las Cuatro Hadas de la Corte para enviarles a que investigaran, pero antes de poder darles dicha orden, observé que la ciudad estaba siendo rodeada por demonios. En cuanto se presentaron las cuatro hadas les di la orden de dividir el ejército en cuatro y que salieran a frenar el ataque de los demonios. Abandonaron esta sala minutos antes de que llegarais.

Todos los presentes dirigieron su mirada a las paredes de vidrio. La vista era amenazante, no eran capaces de localizar ni una sola brecha en el círculo de demonios que rodeaba la ciudad.

- ¡Ahí, mirad! - dijo Rita señalando la parte norte de la ciudad.

Una parte del ejército de las hadas se dirigía al exterior de la ciudad por el norte. Se podía observar como la gente a su alrededor entraba en pánico lentamente, ver a todo el ejército desplegado era una situación casi inimaginable.

- ¿Dónde está Jack? - preguntó Scott intentando localizar a su amigo en el círculo.

Elisa y Rory le miraron y acto seguido negaron con la cabeza.

- No sabemos dónde está - dijo Elisa sin apartar la mirada.
- ¿Qué? - preguntó Luxus alarmado.
- ¿Lo habéis perdido de camino aquí? - preguntó Leo. - ¿Dónde fue la última vez que lo visteis?

Elisa, Rory y Vatar negaron con la cabeza al mismo tiempo.

- Scott no ha preguntado eso por el motivo que vosotros creéis - dijo Vatar.

Escuchar esas palabras heló la sangre a los jóvenes.

- ¿Entonces a qué te refieres Scott? - preguntó directamente Leo a Scott.

Justo después de terminar de formular la pregunta se escuchó un ruido que parecía entre un golpe y una explosión. Todos miraron a través de las paredes de vidrio para localizar el ruido. El sonido procedía de la zona este de la ciudad, había sido provocado por un potente hechizo mágico. Desde donde estaban se podía apreciar siete circulos amarillos suspendidos a gran altura en el aire y de cada uno de ellos caía un potente rayo, parecido a un laser. El hechizo estaba destrozando al ejército de las hadas.

- Ese hechizo.... - Laya se quedó muda al reconocer la magia con la que se había lanzado el hechizo. - ¡Es de Inés!¡¿Pero qué hace?!

La expresión de Luxus, Leo y Rita cambió radicalmente, estaban muy confundidos.

- ¿Por qué Inés está atacando a las hadas? - dijo Leo alarmado.
- Tenemos que ir a frenarla - ordenó Luxus.

Pero justo antes de que se pudieran poner en marcha una voz fría y potente les frenó.

- Inés está muerta.

Los cuatro se quedaron paralizados en el sitio, giraron sus cabezas lentamente hasta posar su mirada en una chica con los ojos vidriosos.

- Qué...

Laya no era capaz de gesticular más palabras.

- Qué quieres decir, Rory.

Leo comenzó a sonreír inconscientemente, los nervios y la tensión no le permitían poder controlar sus emociones.

- Estas de broma, ¿verdad?

Tan pronto como acabo la frase su sonrisa se transformó en una mueca de tristeza. Rita se llevó la mano a la boca sin creerse lo que acababa de escuchar, no se lo podía creer, pero sabía que era cierto, porque en su cabeza se repetía en bucle el inicio de la conversación entre Theron, Luxus y Picara que escuchó a escondidas:
" - Además tengo que informaros de algo. El último Guardián ha despertado.
- Esperemos que estén todos bien - dijo Picara.
- ¿Sabes si ha sido por muerte o renuncia? - dijo Luxus. "

- El último Guardián ha despertado...

Rita repitió en voz baja la última frase dicha por Theron, como si estuviese hipnotizada. El único que escuchó dicha frase fue Luxus, puesto que se encontraba a su lado, y como si hubiese recibido un buen puñetazo, recordó de golpe toda la conversación que había mantenido con Theron. Laya no fue capaz de contener las lágrimas y lloró desconsoladamente. Leo, con lágrimas en los ojos, abrazó a la joven intentando consolarla. Luxus empezó a atar cabos y señaló la zona atacada por el hechizo.

- Ahí esta Jack.

Su expresión era fría, pero era la más desgarradora, mirándole directamente a los ojos podías apreciar una profunda tristeza indescriptible. Dio un golpe a la mesa con ambas manos.

- En pocas palabras. Qué hace ahí Jack.

El Libro EncantadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora