El Libro Encantado

61. Nigromante

Elisa, Mike, Rory y Vatar estaban en guardia. En un abrir y cerrar de ojos, habían sido rodeados por un ejército de zombies. Rory y Vatar se acercaron a Mike y Elisa para reagruparse. Los cuatro se encontraban sorprendidos por lo que había dicho el hada.

- Es imposible... - empezó a decir Mike.
- Claro que es posible - dijo el hada cortando a Mike. - Las hadas somos capaces de controlar la niebla mágica y misteriosa que invade el Bosque Perdido. He controlado la niebla de tal forma que nadie de aquí sabe absolutamente nada de lo que está pasando fuera de la niebla.

Hizo una breve pausa, se rió y dijo:

- La invasión de Hudisia empezó hace rato.
- ¿¡Invasión!? - dijeron Rory y Elisa a la vez.
- ¿Qué os pensabais que era?¿Un simple ataque por diversión? - dijo el hada con un tono sarcástico.

Mike, totalmente ausente de la conversación, se giró para mirar al resto del grupo y dijo preocupado:

- El ataque no iba a comenzar hasta que su "luchador estrella" diese la orden de empezar. Ese "luchador" es Jack.

La expresión de Rory, Elisa y Vatar cambió radicalmente al escuchar las palabras de Mike. Los tres tenían un montón de preguntas e iban a preguntárselas al joven para que les diese una explicación, pero fueron interrumpidos por un grito que dio Rory al notar que alguien agarró su tobillo. La joven se giró rápidamente para ver quién le estaba agarrando y vio a una mujer tirada en el suelo, sin media cara y sin medio cuerpo. Elisa chasqueó los dedos y la mujer comenzó a flotar en el aire, rápidamente la joven movió los dedos hacia arriba y hacia abajo provocando que la mujer se estampara contra el suelo varias veces hasta que lo único que quedó de ella eran su cuerpo totalmente destrozado.

- Ahora no es el momento de explicar nada, tenemos que salir de aquí - dijo Elisa.

Mike, Vatar y Rory asintieron y se lanzaron al ataque junto con Elisa. Todos estaban concentrados en la batalla, atacando y defendiendo, lanzando distintos hechizos. Todos los zombies que se enfrentaban a Elisa, al mirarla siempre decían la misma frase: "¿Por qué lo hiciste?". Las joven, al escuchar la misma frase tantas veces, empezó a agobiarse, porque sabía perfectamente a lo que se estaban refiriendo. Se sentía muy culpable y se estaba agobiando cada vez más a medida que iba enfrentando más zombies. El hada comenzó a sentir las emociones negativas de Elisa, sonrió y dijo:

- Ya eres mía de nuevo.

Acto seguido, levantó su mano a la altura del pecho y dijo:

- Control de emociones: prisión de recuerdos.

En ese mismo instante, Elisa se quedó quieta en el sitio y comenzó a llorar de nuevo, mientras tanto iba siendo rodeada por más y más zombies. Rory oyó a su amiga llorar, se giró y corrió hacia ella.

- No, no, otra vez no - dijo Rory mientras corría hacia Elisa.

La joven se fue abriendo paso hasta Elisa a base de puñetazos envueltos en energía de dragón. Cuando llegó hasta ella, extendió los brazos y dijo:

- Polvo de hada: anulación de hechizo sensorial.

En cuanto terminó la frase, una especie de polvo color rosa empezó a salir de sus manos y a envolver a Elisa. Pasados unos segundos, el polvo rosado desapareció y Elisa miró a Rory sin saber que acababa de pasar.

- Por tus reacciones de antes, estaba dudando si estabas en estado de shock o hechizada, pero ahora mismo, tú estado de ánimo ha cambiado tan repentinamente que ha tenido que ser por obra de un hechizo - dijo Rory.
- Gracias - dijo Elisa mirando a Rory con una sonrisa.
- Ahora solo céntrate en pegar a estos sacos de carne sin vida y deja el pasado atrás - dijo Rory. - Como he dicho antes, ya hablaremos más tarde.