Zarut respiró hondo, todas las hadas que había en el hall habían empezado a reunirse a su alrededor, atraídas por el jaleo que se estaba provocando. Observaban a los tres con miradas curiosas, queriendo saber qué estaba pasando.
- ¡Aquí no hay nada que ver cotillas de mierda!
Los gritos de Zarut, causados por el agobio de ver a tantas criaturas a su alrededor, los atraían más en vez de alejarlos que era lo que pretendía.
- O me mostráis quiénes sois u os marcháis - insistió el hada con un tono seco.
Scott se llevó las manos a la cabeza, no se le ocurría nada para salir de esa situación y Zarut estaba comenzando a desesperarse.
- Tranquilo, vamos a intentar explicárselo.
Zarut miró a Scott e hizo un gesto con la cabeza como si hubiese aprobado la idea del joven. Scott se dirigió al hada:
- Venimos del reino de los dioses, hemos llegado lo más rápido que hemos podido porque tenemos la corazonada de que este reino está en peligro.
- ¿Peligro?Scott asintió.
- Los demonios planean atacar esta ciudad, Hidu...
- Hudisia - corrigió el hada al joven.
- Eso. Creemos que planean atacar Hudisia, no sabemos las razones ni cuando será el ataque pero debemos hablar con la Reina Hada para advertirle.El hada se quedó pensativo durante unos segundos.
- Me acabas de decir que todo lo que me has contado se basa en creencias y corazonadas ¿no?
Scott asintió un poco a regañadientes sabiendo por donde se iba a dirigir la respuesta del hada.
- Si solo son especulaciones no os puedo permitir pasar.
Zarut se desesperó.
- Es que no entiendes que estáis en peligro si es cierto lo que os estamos diciendo.
- Supongamos que es cierto - dijo el hada haciendo un gesto con la mano para indicar calma a Zarut. - Hudisia dispone del mejor ejército de hadas de todo el reino y si eres el Rey de las criaturas místicas, sabrás de sobra que nosotros, las hadas, somos usuarios de magia antigua.
- La magia antigua no siempre es poderosa - interrumpió Zarut.
- Pero la que maneja nuestro ejercito sí y también supongo que sabrás que disponemos de cinco almirantes, las cinco hadas más poderosas del reino, sin contar a la Reina Hada y su ejército personal, las Cuatro Hadas de la Corte.Zarut le miró fijamente, toda esa información que estaba diciendo ya la sabía.
- Todo eso ya lo sabía.
- Entonces por qué sigues insistiendo en ver a la Reina Hada para avisarle de....El hada no pudo acabar la frase, de repente en mitad del hall aparecieron dos chicas, una pelo rubio y otra de pelo castaño y un elfo de pelo delicado, largo y negro. Al lado del elfo había una persona que parecía estar inconsciente y al lado de la joven rubia había una burbuja en la que parecía estar encerrada un hada.
- ¡Ayuda!
El grito de la chica de pelo moreno atrajo la atención de todos los presentes, provocando que se giraran en su dirección.
- ¡Eli!, ¡Rory! - gritó Scott.
Las guardianas miraron en todas direcciones al escuchar sus nombres hasta que sus miradas se encontraron con la mirada de Scott.
Elisa y Rory echaron a correr hacia el joven sin creer los que estaban viendo, pero Elisa a mitad de camino cayó de rodillas al suelo, estaba agotada. Rory corrió hasta que estuvo a pocos metros de Scott, saltó sobre él con los brazos abiertos y ambos aterrizaron en el suelo.- Qué alegría verte.
La joven no fue capaz de contener las lágrimas. Scott la abrazó con fuerza.
- Yo también me alegro de verte.
El abrazo duró unos segundos más. Después Rory se separó de Scott, se incorporó y le tendió la mano al joven para ayudarle a levantarse.
- ¡POR FAVOR, UN MÉDICO!
Vatar gritó todo lo fuerte que pudo al ver que su hechizo de congelación temporal iba perdiendo fuerza y el tiempo de Mike iba volviendo a la normalidad.
- ¿Quién es ese? - Scott se quedó mirando al elfo.
- Ese es Vatar, pero no hay tiempo de explicaciones, Mike se muere.El rostro de Zarut y de Scott se volvió pálido al escuchar la respuesta de Rory. Scott dió un paso para ir a donde estaba Mike y se dio cuenta que había podido mover los pies, que Rory le tirase al suelo había roto el hechizo del hada. Sin pensárselo dos veces empujó a Zarut lo más fuerte que pudo, derrumbándolo. Cuando el Rey de las criaturas místicas se levantó furioso, dispuesto a pedirle una explicación a Scott, se dio cuenta también de que el hechizo se había roto. Se dirigió al hada y le dijo con voz potente:
- Por esta razón sigo insistiendo en ver a la Reina Hada.
En cuanto terminó la frase le asestó un potente puñetazo que le tiró al suelo. Toda la sala estaba alterada por todo lo que estaba sucediendo.
- ¡UN MÉDICO!
Vatar gritó de nuevo al ver que nadie le hacía caso. Zarut y Scott corrieron hasta donde estaban Vatar y Mike y la expresión en sus rostros cambió radicalmente al ver el estado del joven. Sin pensárselo dos veces Zarut comenzó a presionar la herida abierta y Scott aplicó frío sobre ella.
- Esto nos dará un poco de tiempo, aunque sea segundos.
Scott y Vatar asintieron a la vez ante las palabras de Zarut. Scott buscó a Rory con la mirada y la localizó un poco más atrás, ayudando a Elisa a levantarse del suelo. El joven se acercó hasta ellas y Elisa se dejó caer en sus brazos. Scott la abrazó con fuerza.
- Qué alegría que estéis bien.
Scott asintió sin decir nada y pasó el brazo de Elisa por detrás de su cuello, convirtiéndose en su punto de apoyo para ayudarla a caminar hasta donde estaba el resto.
- No puedo aguantar más tiempo el hechizo - murmuró Elisa cuando casi habían llegado.
La joven chasqueó los dedos y la burbuja se rompió. El hada que estaba inconsciente en su interior cayó al suelo como su fuese una muñeca de trapo.
- Tenemos que subir hasta el último piso - señaló Zarut el ascensor. - La Reina Hada nos puede ayudar.
Todos asintieron a la vez. Zarut con la ayuda de Vatar, movieron a Mike, Rory cogió del pie al hada y la arrastró hasta la puerta del ascensor y Scott y Elisa les siguieron con paso lento. Cuando el ascensor llegó al hall, sonó un leve tintineo y automáticamente las puertas se abrieron.
- ¡Fuera! - gritó Zarut a la gente que había dentro del ascensor.
Las criaturas salieron corriendo del lugar y cuando el ascensor estuvo completamente vacío se metieron todos. Scott fue a pulsar el botón del último piso pero se dio cuenta que se necesitaba una llave para accionar el botón.
- Mierda.
Todos miraron a Scott y este se quedo pensativo. De repente miró al frente como si se le acabara de ocurrir una solución.
- Aguantar un segundo.
Dicho eso salió corriendo y fue hasta donde estaba el hada que les había retenido al principio. Rebuscó en su bolsillos hasta que encontró un llavero con varias llaves en él.
- Te lo cojo prestado.
- ¡Eh!¡Ladrón!Salió corriendo al ascensor, buscó la llave que más se parecía a la cerradura y la probó. Acto seguido las puertas se cerraron y el ascensor comenzó a subir a gran velocidad. En cuestión de minuto y medio llegaron al último piso.
- Hemos llegado - dijo Zarut mientras salían todos del ascensor.
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El Libro Encantado
FantasyEsta es la historia de Scott, un chaval con una vida normal... O eso creía él hasta que descubrió un libro que lo cambiaría todo. Se dará cuenta de su potencial y del secreto que hay detrás de el libro... O ¿tal vez no? Una gran guerra, la cual él d...