58. Pelea

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Mike estaba muy sorprendido, no daba crédito a las palabras que acababa de escuchar decir a Roger.

- A qué te refieres con que vuestro luchador estrella es el Guardián de las aguas estrelladas - dijo Mike, todavía sin creerselo.
- Te lo puedo decir más alto pero no más claro: es el Guardián de las aguas estrelladas - dijo Roger. - Joder, me ha tenido que tocar el mejor amigo más subnormal del mundo.

Mike dió un pisotón al suelo y de este salieron dos raíces grandes que apresaron a Roger. El hombre no reaccionó, se dejó capturar por Mike.

- Corta el rollo y explicate - dijo Mike enfadado. - La persona que buscáis está muerta.
- Es posible, si se ha resistido mucho - dijo Roger sin alterarse.
-¿Cómo? - preguntó Mike.

Roger sonrió y dijo:

- Ahora mismo el Rey Demonio está con el Guardián de las aguas estrellada. Estará intentando convencerle de que se una a nosotros, aunque conociendole, lo hará por las malas o le matará si se resiste mucho.

Acto seguido Roger soltó una fuerte carcajada. Mike apretó el puño y las raíces que retenían a Roger se apretaron más, provocando que parara de reírse y emitiese un pequeño gruñido de dolor.

- Quién de vosotros es el nigromante - pregunto Mike serio.
- ¿Por qué quieres saber eso? - dijo Roger con una leve expresión de dolor en el rostro.
- Porque la Guardiana de las aguas estrelladas está muerta - respondió Mike enfadado. - Mataré a cualquier demonio que la esté controlando.
- ¿La Guardiana? Querrás decir el Guardián, a menos que le guste que se dirijan a él en femenino, yo ahí no me meto - dijo Roger.

Se produjo un silencio durante unos segundos, la cabeza de Mike analizaba a toda velocidad las palabras de Roger. "¿El Guardián?" pensó Mike, "¿Han descubierto antes que nosotros quién es la persona que se ha convertido en Guardián? No, no es posible, hace apenas unos días que murió Inés. A no ser...". De repente, el joven movió la cabeza como si hubiese llegado a una conclusión.

- ¿Quién es el demonio que ha adquirido los poderes del Guardián? - preguntó Mike.
- ¿Demonio? - dijo Roger mientras se reía. - Si el próximo Guardián llega a ser un demonio, el Rey Demonios se habría ahorrado la charla con el chaval.
- ¿Dónde está teniendo esa charla el Rey Demonio? - preguntó Mike de nuevo.
- Está aquí, en el Bosque Perdido - respondió Roger. - Si queremos que lidere el ataque, dónde va a estar, ¿en el país de la sabiduría? Mira que llegas a ser idiota.

Mike se quedó en silencio de nuevo. "Si ha dicho "chaval" significa que el poder del guardián lo tiene una persona joven y además está aquí, pero no es un demonio, entonces es humano porque Vatar ya no es un chaval, pero todos los que entramos al bosque somos guardianes, excepto..." pensó de nuevo.

- ¡Jack! - dijo Mike sorprendido.

Roger sonrió y dijo:

- Te ha costado adivinarlo, ¿eh?
- Deja de hacerte el chulo conmigo - dijo Mike enfadado mientras apretaba aún más el puño, provocando que las raíces apretaran más a Roger. - Jack no se va a convertir en vuestro peón.
- Eso por qué tú lo digas - dijo Roger con una gran expresión de dolor en el rostro. - Nuestro rey puede doblegarle fácilmente.
- Entonces te mataré aquí y ahora e iré a ayudarle - dijo Mike.

Dicho eso, el guardián envolvió su puño con la otra mano y apretó levemente. Acto seguido, las raíces que apresaban a Roger le apretaron con fuerza sus extremidades hasta que sonó un fuerte crujido. Roger aulló de dolor, Mike sonrió, separó las manos y abrió el puño, haciendo que las raíces volviesen dentro de la tierra. El hombre cayó de boca contra el suelo al no poderse mantener en pie, Mike le había roto todas las extremidades. Desde el suelo, Roger levantó la cabeza y sonrió.

- De qué te ríes - dijo Mike mientras se acercaba a Roger, a la vez que en su mano izquierda se creaba una lanza de tierra.
- Te crees que soy el mismo que antaño - dijo Roger sin dejar de sonreír.

En cuanto acabó la frase, una ráfaga de viento envolvió su cuerpo, le levantó del suelo y empujó a Mike unos metros hacia atrás.

- Qué... - dijo Mike sorprendido.

No le dió tiempo a acabar la frase cuando se fijó que el cuerpo de Roger estaba envuelto en un líquido viscoso de color negro y morado. Pasados unos segundos, el líquido desapareció y el hombre se miró las extremidades mientras las movía, comprobando que se habían curado del todo. Cuando terminó la comprobación, la ráfaga de viento que le envolvía se disipó y Roger aterrizó en el suelo de pie.

- ¿Impresionado? - dijo Roger mientras calentaba un poco sus extremidades. - Lo sé, el poder demoníaco es asombroso.

El rostro de Mike expresaba rabia y enfado, lanzó la lanza de tierra contra Roger, pero justo antes de que impactara contra su pecho, se levantó un muro de hielo color ceniza que detuvo la lanza. El hombre rodeó el muro con tranquilidad, observó detenidamente la lanza, miró al joven y dijo:

- Tienes puntería mejor amigo.
- Eres odioso - dijo Mike enfadado.

Acto seguido, el joven alzó la mano y detrás de él aparecieron un montos de pequeñas hojas verdes, afiladas como cuchillas. Miró a Roger y dijo:

- Lluvia de hojas.

El joven bajó la mano rápidamente y las hojas que había detrás de él salieron disparadas hacia Roger. El hombre juntó rápidamente las manos y dijo:

- Temperatura cero.

De repente, la temperatura bajó drásticamente, se podía observar que se congelaba hasta el aire. Las hojas que habían disparadas contra Roger, se frenaron en seco en el aire y se congelaron en cuestión de segundos. Roger chasqueó los dedos y las hojas se rompieron en mil pedazos.

- Si tu poder mágico fue sellado, cómo es que puedes dominar el elemento del hielo - dijo Mike furioso mientras daba un pisotón al suelo y de este salían dos estalagmitas de tierra directas al pecho del hombre.
- Se selló mi poder de guardián, no mi poder mágico. Mi título de Guardián fue arrebatado, pero sigo conservando el poder que tenía antes de convertirme en un asqueroso guardián - respondió Roger mientras daba un pisotón al suelo y de este salían dos estalagmitas de hielo que chocaron contra el ataque de Mike, parándolo.

Se hizo un breve silencio.

- Soy incluso más poderoso que antes - dijo Roger riéndose con maldad. - El poder de un ex-guardián combinado con el poder de los demonios es una maravilla. Es una pena que te tenga que matar ahora y no puedas apreciar este maravilloso poder. Ah, perdona, ¿eras tú el que me ibas a matar a mí? Lo siento, parece que va a tener que ser al revés.

Dicho eso, hizo un gesto rápido con su mano derecha y de cada estalagmita de hielo salió un pincho de hielo negro como el azabache, directos a la cabeza de Mike. El joven rápidamente puso las manos al frente y del suelo emergió un muro de raíces para parar el ataque de Roger, pero los pinchos de hielo atravesaron el muro con gran facilidad. Se escuchó como los pinchos atravesaban la carne del muchacho. Roger soltó una carcajada, chasqueó los dedos y el hielo creado por él se desvaneció al instante. Se escuchó como se desplomaba el cuerpo del joven detrás del muro. Roger caminó con calma hacia el muro para ver el cuerpo sin vida de Mike.

- Primero el padre y ahora el hijo - dijo Roger mientras se acercaba al muro. - Son una familia de cabezotas. Qué pena que he tenido que matar a mi mejor amigo. ¿Debería mandar su cuerpo por correo a su padre para que se de cuenta de lo que le podría haber pasado si el imbécil de Theron no me hubiese detenido?

Antes de que pudiera llegar al muro, se escuchó a lo lejos el sonido de un cuerno de batalla. Roger sonrió y dijo:

- Que más da, lo haré luego. El ataque ha empezado.

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