88. Sureste

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Rita corrió hacia Rory y, cuando estuvo cerca, se lanzó hacia ella con los brazos abiertos. Rory la recibió, pero del impulso que había cogido Rita, perdió el equilibrio y ambas cayeron al suelo.

- Lo has conseguido - dijo Rita con alegría mientras la abrazaba con fuerza.
- Sí - respondió Rory con un suspiro de alivio mientras miraba de reojo el cuerpo inconsciente de Kryox.

Theron salió de entre los escombros, se puso rápidamente de pie y envolvió sus manos en un aura de color blanco. Miró hacia todos lados buscando a Kryox, pero en vez de ver al hombre vio a las chicas abrazándose. Theron viendo aquella escena, se relajó un poco, el aura que había alrededor de sus manos desapareció, se sacudió un poco el polvo de la ropa y se acercó hacia ellas lentamente. A media que se iba aproximando se fijó que a su lado, tirado en el suelo, estaba el cuerpo inconsciente de Kryox.

- Vaya, no os ha hecho falta mi ayuda - dijo sorprendido Theron cuando estuvo lo suficientemente cerca como para que le escucharan.

Rita se separó de Rory y le tendió la mano para ayudarla a levantarse.

- Sí que nos has ayudado Maestro, si no hubieses aparecido es muy posible que ahora estuviésemos muertas - comentó Rory mientras se levantaba del suelo.
- Tu repentina aparición nos ha salvado - dijo Rita mientras sus manos se envolvían en energía curativa. - No te muevas mucho Rory, voy a curarte las heridas.

Theron miró a las chicas y sonrió.

- Os habéis vuelto muy fuertes, habéis luchado contra un mago negro y le habéis vencido.
- A duras penas - aclaró Rory.

Se produjo un breve silencio.

- Por cierto, Maestro, ¿qué haces aquí? ¿Y cómo sabías que estábamos aquí? - preguntó Rory.
- Qué pregunta es esa, fui yo el que os envió a esta misión.

La joven le miró esperando una respuesta mejor. Theron respiró profundamente.

- Estamos aquí porque después de investigar un poco y sacar nuestras propias conclusiones, deducimos que la corazonada del Rey de las criaturas místicas era cierta.
- ¿Estamos?
- Picara y yo.
- ¿Mi maestra está aquí también? - preguntó Rita sorprendida.

Theron respondió a la pregunta asintiendo con la cabeza.

- Por favor, ¿puedes no andarte con rodeos? - le pidió Rory.

El anciano permaneció en silencio unos segundos.

- Luxus y Picara llegaron a casa después de una misión y se presentaron en mi despacho. Después de comentar lo que les había pasado durante su misión y su camino de regreso, Luxus se enteró que en el reino de los dioses estaban Leo, Laya y Scott y Xenres se dirigía hacia allí, por lo que partió inmediatamente junto con Rita para ayudarles. Picara y yo nos quedamos en mi despacho investigando varios asuntos y llegamos a la conclusión de que, en el ataque al reino de las hadas, seguramente os ibais a encontrar con algún mago negro - señaló a Kryox. - Por esa razón salimos en seguida para apoyaros en la batalla, pero lo que no sabía ni yo, era que el ataque iba a ser tan grande. En cuanto llegamos, la situación era horrible, había gente desesperada intentando huir y había sangre por toda la ciudad. Después de limpiar el lugar de demonios, Picara usó un hechizo de reconocimiento para identificar mediante su energía quienes estaban peleando y valoramos que zona necesitaba más ayuda, pero antes de que nos dirigiéramos al sur, donde estabais vosotras, Elisa apareció de repente pidiendo auxilio, nos resumió la situación en escasas palabras y Picara se fue con ella.
- Entonces ya sabéis lo de Inés y lo de Jack - dedujo Rory.

Theron asintió.

- Entiendo.
- ¿Puedo preguntar por qué Kryox quería verte con tanta desesperación? - preguntó Rita.
- Por esto - respondió Theron.

Mientras respondía hizo un movimiento con la mano y de la nada apareció el libro levitando a su lado.

- Menos mal que a Scott se le olvidó el libro en la casa porque si lo hubiese perdido por ahí tendríamos un problema aún mayor - soltó Rory con un tono de alivio pero al mismo tiempo le daban ganas de estrangular a Scott.

Theron asintió dándole la razón a la joven mientras realizaba otro movimiento con la mano, como si estuviese dejando pasar al libro para que se aproximara a las chicas. El libro se acercó hacia ella mientras se abría y pasaba sus páginas a toda velocidad. En el momento que lo tuvieron delante, dejó de pasar páginas y se quedó abierto por una página donde había dibujadas dos runas. Las jóvenes miraron a Theron confusas, sin saber que les quería decir.

- Cuando me enfrenté a Kryox para recuperar el pergamino realicé un hechizo de drenaje de energía mágica - explicó Theron. - En ese momento, le despojé de su poder y gracias a eso pude ganar el encuentro, pero al parecer, su poder se quedó dentro del libro, dibujado entre las páginas en forma de runa.

Las chicas hicieron un gesto con la cara dando a entender que habían comprendido la explicación de Theron, en cambio, las miró sabiendo que no lo habían entendido del todo y que en breves momentos empezarían a preguntarle. Rory fue a realizar la primera pregunta pero algo pasó por delante de ella a gran velocidad, llevándose el libro. Sus expresiones cambiaron al instante, rápidamente miraron a la vez hacia el lado donde se había dirigido la criatura desconocida y vieron a Kryox que a duras penas se podía sostener en pie. El hombre sostenía entre sus manos el libro abierto por la página donde estaba la runa dibujada. Su cara parecía la de un loco asesino que estaba a punto de sentir mucho placer porque iba a matar a su presa.

- Estabas aquí... - dijo Kryox entre jadeos.

Tocó la hoja que contenía la runa y la página empezó a brillar con fuerza. Poco a poco empezó a salir del libro un orbe de energía oscura con la runa iluminada en su interior. Cuando el orbe se desprendió del libro, este se quedó levitando en el aire delante del hombre. Kryox se lo quedó mirando con tanta admiración y deseo que dejó caer el libro al suelo.

- No... - susurró Theron.

Kryox levantó la mano lentamente con la intención de tocar el orbe. Theron, Rita y Rory se lanzaron al mismo tiempo a impedir que el hombre tocara la esfera oscura. A las chicas les había costado vencerle sin ese poder, no se querían imaginar como de fuerte sería si llegaba a recuperarlo, sería imposible detenerle. Kryox estaba a escasos centímetros de tocarlo cuando, de pronto, alguien apareció sobre él y dando una grácil pirueta le quitó el orbe antes de que entrase en contacto con él. En ese instante, un brillo intenso provocó que todos tuvieran que protegerse los ojos. Cuando el brillo cesó, el hombre miró a la persona y vio a una hada de cabello delicado y levemente ondulado de color bronce, vestida con una blusa que hacía juego con sus pantalones y de su espalda salían dos alas de mariposa enormes de colores llamativos.

- No se que es esto, pero parece que he llegado a tiempo - dijo la Reina Hada mostrando la esfera oscura en su mano.

Los tres miraron a la Reina Hada con una leve expresión de alegría en sus rostros, miraron el orbe y se dieron cuenta de que había cambiado de color, ahora era de color rosa y la runa grabada en su interior era blanca. Kryox, al quedarse con la miel en los labios, gritó de rabia. La tierra a su alrededor empezó a temblar, debido a su ira había perdido el control de su magia. Su cuerpo estaba al límite pero no le importó. Estaba dispuesto a sacrificar su vida por matar a todos los que le rodeaban.

El Libro EncantadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora