26. Conjeturas

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Pasaban los días y los dos grupos avanzaban hacia su destino.
El segundo grupo se encontraba subiendo la ladera de la montaña, ya habiendo atravesado el bosque.

- Vamos a hacer un pequeño descanso - dijo Zarut.

Los chicos asintieron y se instalaron en unas rocas que habían al lado del camino.

- A este ritmo, llegamos a la cima esta tarde - dijo Leo.

Scott se sentó y suspiró cansado. Laya vio su expresión y le ofreció agua de su cantimplora. Scott se lo agradeció y le dió un buen trago.

- Voy a adelantarme un poco para ver si podemos continuar por este sendero o tenemos que desviarnos - dijo Leo. - ¿Alguien más se viene?
- Yo - dijo Laya.

Leo asintió y los dos jóvenes se alejaron, dejando a Zarut y Scott descansando en las rocas.

- Hoy te he visto distraído, ¿qué te pasa? - dijo Scott.
- Estaba pensando en que tengo que hablar con el Rey Dios, después de que le pidamos ayuda - dijo Zarut mientras se sentaba en una de las rocas.
- ¿Hablar con él? ¿De qué?
- En la última reunión que hubo, hace ya dos meses aproximadamente, el Rey Remoldán nos informó de que había encontrado otra de las tablas.

Scott asintió, dándole la razón.

- Bien - continuó Zarut. - Pues las otras tres tablas las tenemos el Gran Sabio, el Rey Dios y yo.

Scott se quedó muy impresionado al escuchar eso.

- ¡¿Tú?! ¿Tú tienes una tabla de escritura? - preguntó Scott. - Se supone que yo también pertenezco a ese consejo ¿no? Entonces, ¿cuándo me lo ibas a decir?
- No te aceleres, al ser miembro del consejo, antes o después te ibas a enterar.
- Eso no responde a mi pregunta.

Zarut suspiró y dijo:

- Estuviste en la reunión pasada, ¿verdad? Sólo te bastaba con preguntarme quién o quiénes poseían las otras tres tablas.

Scott se quedó callado.

- Tienes razón - dijo Scott finalmente. - Pero también podrías habérmelo dicho cuando me contaste todo en la terraza de casa.

Zarut permaneció en silencio. El ambiente se tornó algo tenso, pero enseguida se calmó cuando Scott respiró hondo y dijo:

- Vale, dejando eso aparte. ¿Por qué quieres hablar con el Rey Dios?

Zarut le miró durante unos segundos, suspiró y dijo:

- Bien, esto que te voy a contar no se lo digas a nadie más del consejo. Me da la sensación de que los miembros que poseen una tabla saben algo, pero no se atreven a decir nada por lo que podría pasar.

Scott asintió con un poco de miedo y Zarut continuo:

- Como te conté, al juntar las tablas se revelaría la ubicación de El Círculo.

Scott asintió de nuevo.

- Pues creo que eso no es todo, aparte de revelar dónde se encuentra el poder sellado, mostraría algo más y creo que es la forma de levantar el sello.

Scott tragó saliva.

- Entonces, me estás diciendo que quién junte las tablas sabrá dónde está El Círculo y como deshacer el sello - dijo Scott.
- Es solo una suposición.
- ¿Y qué te ha llevado a pensar eso?
- Cuando encontré una de las tablas, simplemente la guarde en un lugar seguro, pero un día me entró la curiosidad de leer lo que había escrito y aparte de frases cortadas debido a que sólo es una de las ocho tablas, la última frase decía:  Cuando se reúnan las.

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