Jack e Inés se encontraban sentados en la terraza, cuando de pronto se oyó una voz detrás de ellos.
- ¿Inés? - dijo la voz.
Los dos jóvenes se giraron para ver quién había hablado y vieron a una persona un poco más alta que ellos, de orejas puntiagudas, de ojos levemente rasgados color bronce y pelo delicado, largo y negro, era un elfo.
- Qué sorpresa, ¿qué te trae por aquí? - dijo el elfo.
- Estamos realizando una misión, Vatar - dijo Inés. - No tengo tiempo para ti y tus excusas.
- ¿Quién es? - susurró Jack a Inés.
- Es Vatar, un elfo oscuro, mi ex. Es una larga historia - respondió Inés susurrando.
- ¿Vuestra misión es beber? - dijo Vatar riendo.
- No, estábamos descansando, ya nos íbamos - dijo Inés tirando de Jack para que se levantase.
- Pero Inés... - empezó a decir Vatar.
- Además, tengo pareja - dijo Inés.
Jack al oír eso la miró impresionado y en su interior se desilusionó.
- Es Jack - terminó Inés la frase.
Acto seguido, pasó la mano por el rostro de Jack y cuando este la fue a mirar, le dio un beso en los labios. El joven, inconscientemente le siguió el beso y en cuanto se separaron se quedó impactado por lo que acababa de suceder. Después del beso, Inés se giró para mirar a Vatar y dijo:
- Así que, adiós.
Cuando estuvieron a punto de empezar a caminar para alejarse de ahí, Vatar agarró del brazo a Inés y la tiró hacia él.
- Me da igual tu novio. Te vengo a avisar, os están observando - dijo Vatar en su oído.
- Sueltala - se oyó decir a Jack.Jack estaba en posición de ataque, con una expresión de furia en el rostros y con las manos envueltas en agua.
- Sueltala - repitió Jack.
Vatar soltó a Inés y esta fue hasta donde estaba Jack, le agarró del brazo y dijo:
- Vámonos.
- Pero...
- Nos vamos - dijo esta vez mirando a Jack a los ojos con una expresión seria.El agua que rodeaba las manos de Jack desapareció y el chico se giró para seguir a Inés.
- Primero, qué te ha dicho. Segundo, el beso ¿es de verdad? - dijo Jack a Inés mientras caminaban a toda prisa en dirección al hotel.
- Primero, que estamos siendo vigilado. Segundo, tú me dirás - respondió Inés.
- Pues antes de enzarzarnos en una pelea... - dijo mientras agarraba a Inés por el brazo.Jack frenó a Inés, hizo que le mirase a los ojos y se lanzó, Inés le recibió y los dos jóvenes se fundieron en un beso. Después del beso, reanudaron la marcha. Estaban girando la esquina que daba a la calle del hotel cuando Inés frenó en seco a Jack y gritó:
- ¡Cuidado!
Después de ese grito, se oyó como un proyectil atravesaba la carne de un cuerpo.
*******
El Rey Dios preparó tres habitaciones para el grupo. Leo y Scott se metieron en una, Laya en la segunda y Zarut en la última. Leo y Scott se encontraban en la habitación cuando Leo, con un bañador de bermuda en la mano, dijo:
- ¿Te vienes a dar un baño?
Scott asintió, cogió su bañador parecido al de Leo, y los dos jóvenes salieron de la habitación. Scott siguió a Leo por los pasillos del templo hasta llegar a los vestuarios donde se cambiaron y salieron a la piscina de aguas termales. Los chicos se metieron en el agua y soltaron un suspiro de satisfacción. Scott se fijó en él, tenía los músculos bien marcados y definidos, pero parecía que tenía un poco menos de músculo que Zarut, aunque la diferencia era pequeña.
Movió la cabeza, apartando esos pensamientos de su mente y dijo:- El agua está buenísima.
Leo asintió dándole la razón. Durante unos minutos, el silencio reinó la estancia en la que se encontraban, solo se escuchaba el movimiento del agua.
- No se si es un buen momento para preguntar - dijo Scott rompiendo el silencio. - Pero, ¿por qué te ha llamado sobrino?
Leo suspiró, agachó la cabeza y dijo:
- En realidad es mi padre, técnicamente.
- ¡¿Tu padre?! ¿Y cómo que "técnicamente"?
- Te acuerdas lo que te dije, que sentía que la infancia que había tenido no me correspondía.Scott asintió.
- Pues es por esta razón, fui criado por los dioses, pero no soy uno de ellos. Mi tío, bueno, mi padre, me crío con todo tipo de lujos, siempre tuve un lugar para entrenar, nunca me faltaba nada..., pero siempre estaba solo. No tuve ni un amigo hasta la adolescencia que descubrí que era un Guardián y conocí al resto. Además, como habrás podido comprobar, no soporto la arrogancia de mi padre.
Se quedó callado durante unos segundos y continuó:
- El día que me fui de casa, volvía de entrenar con las tropas cuando mi padre me dijo que me había concertado una boda para que "la imagen de la familia sea buena". Imagínate la cara que se le puso cuando exploté y le conté que estaba liado con un soldado y una ciudadana.
Hizo una pausa y soltó una pequeña carcajada antes volver a poner una expresión seria y continuar.
- Tampoco me pudo decir nada sobre ese tema, puesto que algunos dioses se tiraban hasta a sus propias hermanas, séase Zeus. Pero siempre me dejaba al margen de todo y decidía sobre mi vida como quería. Ese día cuando me dijo eso, detone, me fui del reino de los dioses y dejé de llamarle "papá". Después de un tiempo, me llegaron rumores de que había cambiado, pero después de esta conversación me doy cuenta de que no.
Después de decir eso, dio un golpe al agua, frustrado. Scott le miró a la cara y se dió cuenta de que tenía los ojos vidriosos.
- Está vez no te puedo decir que te entiendo - dijo Scott. - Pero, como me dijiste en su día, hoy y ahora te devuelvo las mismas palabras. Me tienes aquí y cuando caigas, no dudaré en tenderte la mano para que te levantes.
Leo sonrió y le dijo:
- Gracias.
Pasado un rato, salieron del agua y se secaron con unas toallas que había. Cuando estuvieron secos, Scott se acercó hasta Leo y le dió un abrazo.
- No te preocupes seguro que le logramos convencer - dijo Scott mientras le abrazaba.
Leo, cuando escuchó esas palabras, abrazó a Scott con un poco más de fuerza. Cuando terminaron de abrazarse, Scott dijo sonriendo:
- Venga, o llegaremos tarde a cenar.
Leo asintió y los dos jóvenes fueron al vestuario a cambiarse de nuevo. En el camino de vuelta a la habitación, Scott se quedó pensando en cómo iban a convencer al Rey Dios y qué iba a decir cuando Zarut le preguntase lo que habían hablado por el camino. Cuando llegaron a la habitación, pusieron a secar los bañadores y se fueron al comedor donde les esperaban Laya, Zarut y el Rey Dios.
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El Libro Encantado
FantasyEsta es la historia de Scott, un chaval con una vida normal... O eso creía él hasta que descubrió un libro que lo cambiaría todo. Se dará cuenta de su potencial y del secreto que hay detrás de el libro... O ¿tal vez no? Una gran guerra, la cual él d...