Vatar fue el último en tocar la lácrima de transporte. Al aparecer, vio a los chicos tirados en el suelo, estaban agotados. Vatar se sentó en una piedra que había cerca de los jóvenes y soltó un suspiro. Él también estaba muy cansado, la pelea contra Fenser había sido bastante dura y había abierto en su interior heridas que no habían terminado de cicatrizar. Miró al suelo y se adentró en sus recuerdos.
- Vamos chicos, tenemos que salir de aquí cuanto antes - dijo Mike al rato. - En esta zona aún corremos peligro.
- ¿Y? - dijo Rory con un tono perezoso. - No puedo mover ni un solo músculo.
- No exageres - dijo Elisa mientras se levantaba del suelo. - Solo has tenido que buscar un libro, el que ha peleado ha sido Vatar.
- Pero... - empezó a decir Rory mientras hacía pucheritos.
- Sin "peros" - dijo Mike incorporándose - Y poner cara de pena no te va a servir de nada.
- No quiero ser inoportuno - empezó a decir Jack. - Pero aunque estemos en la frontera, seguimos en el reino de los elfos, aún nos pueden matar.
- Además, cruzar la frontera y entrar en el reino de las hadas no impide que nos maten, seguimos en peligro - dijo Vatar mientras volvía a la realidad. - Debemos empezar a movernos ya.Hizo un breve pausa. Se levantó de la piedra y dirigió su mirada hacia la capital élfica antes de continuar:
- Fenser ya se debe de haber librado del bucle temporal en el que le encerré y habrá enviado tropas en nuestra búsqueda. Ese maldito elfo tiene la costumbre de hacer todo a lo grande, seguramente ahora seamos de los elfos más buscados de todo el reino.
- Ejem... - se carraspeó la cargante Elisa.El sonido provocó que Vatar mirase a Elisa, acto seguido desvío la mirada y se puso en marcha mientras decía con un tono irónico:
- Disculpame, "humanos".
Al ver que el elfo se alejaba, los muchachos se espabilaron y le siguieron rápidamente para no alejarse mucho de él.
- Espéranos - dijo Rory un poco mosqueada.
- Venga, aún nos quedan unos cuantos días hasta llegar a Hudisia - dijo sin mirar atrás y aumentando la marcha.Pasaron las horas, el grupo caminaba en silencio y sin descanso. Estaban abstraídos del mundo real, recordando y analizando todo lo sucedido. Jack no se podía quitar de la cabeza el momento en el que mataron a Inés, estaba atrapado en ese recuerdo, lo reproducía en bucle en su mente y su tristeza aumentaba. Apretó los puños frustrado, Inés murió protegiéndolo, protegiendo a una persona que realmente no pertenece a este mundo. Se maldijo a sí mismo por ser tan débil y no haber sido él el que le protegiera a ella. Una lágrima cargada de ira, frustración y tristeza asomó por su ojo. El joven se limpió la lágrima antes de que recorriera la mejilla. El movimiento rápido de Jack provocó que Rory le mirase aunque seguía sumida en sus pensamientos. Al ver la expresión de Jack, volvió a la realidad de inmediato y se acercó hasta él. El joven sintió una presencia a su lado, cambió la expresión rápidamente y giró la cabeza para saber quién era, pero antes de que pudiese realizar dicha acción, unos brazos le rodearon y le apretaron con fuerza y cariño contra su cuerpo. Desvío la mirada y sus ojos se encontraron con los ojos de Rory, que le estaban mirando con una expresión de cariño y ligeramente de tristeza. Jack cerró los ojos y respiró hondo mientras se dejaba llevar por aquel abrazo.
- Todo el mundo necesita desahogarse de alguna manera cuando la situación le supera - dijo Rory. - Grita, llora, golpea, lanza hechizos..., pero no te lo guardes, por qué luego puede pasar factura. No se lo que estás pensando, pero creo que puedo hacerme una idea. Ninguno te culpa de ello.
Jack abrió los ojos lentamente mientras la última frase de Rory resonaba en su cabeza una y otra vez. El joven miró al suelo y dijo:
- Yo sí, soy una carga y eso es lo que ha desencadenado todo.
Rory se separó de Jack, le puso una mano en el hombro y con expresión seria dijo:
- Si es culpa tuya que los demonios supieran que estábamos en la capital élfica y hayan organizado un plan para asesinarnos, te torturó lentamente hasta matarte aquí y ahora.
Jack miró a Rory pensando que era una broma y le estaba consolando, pero su expresión no daba impresión de que estuviese de broma.
- Eres una carga, sí - continuó Rory. - Todavía eres un novato, por mucho que hayas mejorado en este tiempo aún te faltan muchas cosas por aprender. De la experiencia nace el conocimiento: no sabes cómo usar un hechizo hasta que no lo pones en práctica y no sabes mejorarlo o darle otros usos hasta que no te enfrentas a distintas situaciones y te das cuenta de que no es muy efectivo si lo usas de esa manera. Aún así, por muchas experiencias que tengas, vas a seguir siendo una carga, porque nunca vas a saberlo todo. Por eso están tus compañeros y amigos, te cubren y te apoyan a la vez que tú les cubres y les apoyas, de tal manera que si tú no puedes solo, porque aún no tienes ni la experiencia, ni la fuerza suficiente, ellos te cubrirán las espaldas y te apoyarán proporcionadote la fuerza que te falta. Desgraciadamente, algunas veces suceden accidentes muy desafortunados, pero no dejan de ser accidentes.
Jack se quedó sorprendido al escuchar a Rory, le pareció una forma curiosa de consolarle y al mismo tiempo decirle que va a estar ahí siempre.
- Gracias - dijo Jack sonriendo levemente.
Mientras tanto, Elisa observaba desde la distancia el libro que habían robado de la biblioteca y que Vatar tenía en la mano. La joven aceleró el paso hasta alcanzar el ritmo del elfo. Vatar miró de reojo para identificar a la persona que se acababa de posicionar a su lado.
- No te voy a dejar el libro - dijo Vatar mirando al frente.
- Primero, aún no me ha dado tiempo a decir nada. Segundo, ¿por qué no? Joo - dijo Elisa.
- No quiero que cometas ninguna locura - respondió Vatar.
- Por qué iba a hacer alguna locura - dijo Elisa. - Según nos has contado, en ese libro hay hechizos que son capaces de manejar las líneas temporales o viajar al pasado, ¿me equivoco?Vatar negó con la cabeza, dándole la razón a la joven.
- Son hechizos que nunca me hubiese creído que existen - dijo Elisa. - Aún así, no soy estúpida, por muchas ganas que tenga de aprenderlos, son taboo. Un ser humano no debe manejar el tiempo a su antojo, además de que se necesita una gran cantidad de magia.
- Bien, veo que has atendido a las "clases de historia" que hemos impartido durante nuestra estancia en el castillo - dijo Vatar con un tono irónico.
- Si conozco los riesgos y limitaciones que tengo, ¿por qué no me dejas verlo?
- Porque no.
- Eso no es una respuesta.El elfo suspiró hondo y dijo:
- Porque un ser humano no debe conocer esta información, puesto que una vez sepa el contenido, no va a querer el libro por su amor por la sabiduría, si no por su codicia. Los hechizos contenidos en estas páginas son más poderosos de lo que te puedas imaginar.
- Estás repitiendo lo que he dicho yo - murmuró Elisa entre dientes.
-¿Has dicho algo?
- No, nada jeje - dijo Elisa rápidamente para que no se diera cuenta de lo que ha dicho.Los dos se quedaron en silencio, hasta que Elisa se dio cuenta de algo y dijo:
- No me lo quieres dar porque estás planeando usarlo para viajar al pasado e intentar rescatar a ese tal Siltor ¿verdad?
Acto seguido se produjo un silencio muy incómodo.
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El Libro Encantado
FantasyEsta es la historia de Scott, un chaval con una vida normal... O eso creía él hasta que descubrió un libro que lo cambiaría todo. Se dará cuenta de su potencial y del secreto que hay detrás de el libro... O ¿tal vez no? Una gran guerra, la cual él d...