23. Misión

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Cuando llegaron a la primera planta, todos se sentaron en los sofás, excepto Leo y Laya, que cogieron una silla cada uno y se sentaron a los lados, para no estar apretujados en el sofá.

- ¿Eres el actual mago supremo? - preguntó Scott a Luxus, aún sin creerselo.

Luxus asintió.

- Pero, cómo es posible que estuvieses en mi escuela, teniendo que hacer un papel tan importante aquí - dijo Scott.
- ¿Eso es lo que te preocupa? - dijo Luxus riendo. - Digamos que fue un encuentro casual, me gustó la gran ciudad y me quedé a vivir allí, ¿verdad Picara?

Picara asintió y añadió.

- Que nos encontráramos en una escuela fue obra del destino. Por cierto, tus notas de lengua estaban empezando a bajar un poco y aún, Jack y tú, no me habéis entregado el trabajo de la historia.

Todos se echaron a reír. Mike miró serio a Luxus por unos segundos, sabía que eso que acababa de contar no era cierto.
"¿Por qué habrá mentido? Es que no quiere que lo sepa Scott o es que no lo sabe el resto" pensó Mike.

- Con lo poquito que venís por aquí, ya se os estaba empezando a echar un poco de menos - dijo Rory.

Luxus y Picara se echaron a reír.

- Pero... - empezó a decir Scott. - Si fue un encuentro casual, ¿Por qué aquel día nos escribiste en la pizarra aquellas letras?
- Porque os oí la conversación que estabais manteniendo en clase, al parecer os encontrasteis con esas letras buscando ideas para vuestra historia, ¿me equivoco? - respondió Picara.

Jack y Scott negaron con la cabeza, dándole la razón a Picara.

- En una ciudad donde la magia no existe, esas letras no las encuentra uno por casualidad. Investigando, Luxus y yo llegamos a la conclusión de que el "encuentro" fue causado por los demonios, que de alguna forma sabían lo que el futuro te tenía preparado. Por lo que tuvimos que ponernos en marcha nosotros y adelantar las cosas. Avisamos a tu abuelo de lo ocurrido y por diversos sucesos que no estaban calculados, resultó que eras un Guardián, pero los demonios ya habían realizado su primer movimiento secuestrando a Jack - explicó Picara.
- ¿Entonces Jack estaba secuestrado por mi culpa? - preguntó Scott sintiéndose culpable.
- No - respondió Jack mirando al suelo. - No fue tu culpa, me secuestraron pensando que sabía algo del libro que te toca custodiar. Más que saber lo que el futuro te tenía preparado, descubrieron una ubicación aproximada de dónde se encontraba el libro y de alguna forma descubrieron que tú eras su nieto.

Scott se quedó callado. Luxus y Picara se impresionaron de la deducción de Jack.

- Bueno, habrá que cenar ¿no? - dijo Elisa cambiando de tema de conversación.

El resto asintió y se dividieron las tareas de la cena. Cuando todo el mundo se levantó del sofá, Jack se quedó sentado, callado. Inés le vio y se sentó a su lado.

- No se qué hago aquí - le dijo Jack.

Inés no dijo nada esperando a que continuase.

- Yo no pinto nada aquí, Scott es un Guardián, pero yo no soy nada.
- Eres el amigo de Scott y aunque no seas un Guardián, has aprendido a usar la magia en muy poco tiempo. Tienes madera de ser un gran mago y ¿qué haría Scott sin tí? Eres el único apoyo que tiene ahora mismo. Se siente seguro porque estás aquí y según lo que me han contado habría sido capaz de remover cielo y tierra para encontrarte. Que no se te olvide.

Jack sonrió al oír esas palabras de ánimo. Inés abrazó a Jack, este recibió su abrazo y sin saber por qué, entre ellos nació una conexión especial. Después del abrazo, Jack e Inés se levantaron del sofá y se pusieron a hacer sus respectivas tareas.

El Libro EncantadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora