El Libro Encantado

16. Explicación

Scott cayó de rodillas al suelo y sus ojos recuperaron su color original, estaba confuso, le parecía que acababa de despertar de un sueño. El muro de hielo que frenó a Mike y Leo desapareció, estos corrieron hasta donde estaba Jack, Mike lo incorporó un poco, comprobó su pulso y respiró aliviado al notar que seguía teniendo pulso. Leo se calmó al ver a su compañero respirar tranquilo, eso le indicó que Jack estaba bien. Theron se acercó hasta ellos y dijo:

- ¿Cómo está?
- Bien - respondió Mike. - Solo esta inconsciente.

Leo dejó a Theron y a Mike que se encargaran de Jack y se acercó hasta Scott que seguía en el suelo de rodillas.

- ¿Cómo está Jack? - preguntó sin pensar en cuanto vio a Leo acercarse a él.
- Bien, su vida no corre peligro, ¿tú cómo estás? - dijo Leo mientras se agachaba, se pasaba el brazo de Scott por el cuello y le ayudaba a levantarse.
- Bien, eso creo. No sé muy bien lo que ha pasado - respondió Scott llevándose una mano a la cabeza, mientras se levantaba con ayuda de Leo. - Gracias.

Cuando se levantó del todo, vio que Elisa y Rory se acercaban hasta ellos corriendo, con una expresión de preocupación en sus caras.

- ¿Estás bien? - preguntaron las dos a la vez.
- Sí, sí, no os preocupéis - dijo Scott con una sonrisa. - ¿Dónde está Jack?
- Está con Mike y tu abuelo - respondió Leo, mientras señalaba dónde se encontraban.

Scott comenzó a caminar hacia donde había señalado Leo, pero al dar el primer paso se tambaleó y tuvo que agarrarse al hombro de Leo para poder volver a recuperar el equilibrio. Leo dejó escapar una pequeña sonrisa y dijo:

- Venga anda, agárrate.

Scott aceptó la ayuda de Leo con una sonrisa. Cuando los cuatro llegaron donde estaban Mike y Theron con Jack, Scott se soltó del hombro de Leo y mirando a su abuelo dijo:

- Tú sabías todo esto ¿verdad?

Theron permaneció callado, el resto de guardianes le miraron esperando una respuesta.

-Sí - dijo finalmente.
- Entonces, ¿por qué no has hecho nada? ¿Por qué te has quedado al margen? - le reprochó Scott.
- Porque te quería poner a prueba - respondió su abuelo mirándole a los ojos.
- ¿Por qué? - dijo Scott un poco alterado. - No tengo muy claro lo que ha sucedido, pero siento que ha sido un golpe de suerte que acabase de esta forma. ¡Mike podría haber asesinado a Jack sin saberlo!

Al oír esas palabras, Mike agachó la cabeza avergonzado.

- Estaba al margen, pero no estaba ausente. Si hubiese visto que las cosas se complicaban demasiado me hubiese metido - dijo el abuelo.

Scott se mordió la lengua, no quería seguir discutiendo, ahora solo le importaba su amigo que estaba tendido en los brazos de Mike.

- ¿Quién era ese "alguien" que controlaba a Jack? - dijo Scott un poco entre dientes.

- Jack estaba poseído por un demonio - explicó su abuelo. - Todos los demonios tienen esa habilidad, pero una vez poseen a alguien, si salen de su cuerpo, mueren. Solo unos pocos son capaces de poseer a una persona y abandonar el cuerpo sin morir.

- Los demonios fantasma - dijo Elisa.

Theron miró a Elisa, asintió y continuó hablando.

- Esos demonios están entrenados para realizar misiones espía debido a su habilidad. Jack fue poseído por uno de ellos, debió de ser cuando estaba secuestrado.

De repente Jack comenzó a abrir los ojos.

- ¿S... Scott? y... ¿Mike? ¿Dónde estoy? - dijo preguntó Jack confundido y desorientado.
- Es un poco largo de explicar - dijo Mike. - Antes cuéntanos qué te ha pasado.

Jack hizo una mueca de dolor y se llevó la mano a la cabeza, parecía que le dolía la cabeza al recordar lo sucedido.

- No sé... todo está borroso...- empezó a decir Jack intentando hacer memoria. - Estaba en la calle, me acababa de despedir de mis amigos Scott y Mike. De repente un hombre me cogió del brazo y me llevó a la fuerza no sé a dónde. Giramos una esquina y todo se volvió negro, cuando desperté, estaba atado a una silla y había una mujer que podía transformar sus extremidades en cuchillas que me decía algo de un libro.

Hizo una pausa y atormentado dijo:

- De verdad no sé nada, por favor creedme.

Al oír eso, la expresión de Mike y Scott cambió.

- Ha sido torturado - comentó Mike muy serio.
- Continúa por favor Jack - dijo Scott.

Jack asintió y continuó hablando.

- Después apareció Picara y me salvó, pero oí una voz detrás de mí, me giré y ya no recuerdo nada más.

Cuándo acabó miró a su alrededor y dijo:

- ¡Scott! ¡Mike! Menos mal que no os han capturado a vosotros también.

En cuanto dijo esas palabras cayó inconsciente de nuevo. Mike le levantó la camiseta y todos vieron su costado lleno de moratones. Scott y Mike estaban furiosos.

- Hay que llevarlo con Rita - dijo Mike.

Scott asintió y ayudado por Mike, levantó a Jack y se lo llevaron.
El resto se quedó en el patio, se produjo un silencio.

- Maestro, ¿Por qué quería poner a prueba a Scott? - preguntó Rory rompiendo el silencio.
- Como habéis podido ver, Scott posee un gran poder del cual no sabe nada. En estos casos de extrema necesidad, lo usa, pero no es consciente o por lo menos no del todo - explicó Theron.
- Por lo que el poder lo controla a él - completó Leo su explicación.

Theron asintió.

- El libro le eligió como portador de los poderes del Guardián de los Hielos huracanados y además es el que custodia el libro, ¿habrá sido por el gran poder que posee? - dijo Elisa.

"No, la generación definitiva de guardianes ha nacido, pero aún falta uno. El día que el libro encuentre a dicha persona, perderá su poder, porque estará repartido entre los guardianes, y los demonios se darán cuenta de que han estado siglos luchando para nada. Estallará una lucha que seguramente se recuerde siempre, pero siento que eso no es todo..." pensó Theron mientras miraba el libro, que estaba tirado en el suelo.

- Seguramente sea por eso - dijo Leo pensativo, respondiendo a la pregunta de Elisa.

Theron se acercó hasta el libro, lo recogió del suelo y dijo:

- Este chico..., por mucho que sea mi nieto, menudo guardian está hecho si siendo el que se tiene que encargar del libro lo deja tirado por cualquier lado.

Rory, Leo y Elisa dejaron escapar una pequeña carcajada. Theron les miró, sonrió y dijo:

- Está anocheciendo, me meto en casa a descansar y vosotros deberíais hacer lo mismo.
- Nosotros vamos a entrenar un poco más y nos metemos también - dijo Rory. - Únete a nosotros Elisa.
- Vale - respondió Elisa.

Theron asintió y se fue. Rory, Elisa y Leo se pusieron en guardia y siguieron con el entrenamiento.