Scott, Leo, Laya, Zarut, Luxus y Rita salieron rápidamente del comedor, seguidos por el Rey Dios. En cuanto salieron por la puerta, Scott frenó en seco y dijo:
- ¿Cómo vamos a llegar allí rápidamente? No sé dónde se sitúa el reino de las hadas, pero que yo recuerde, el grupo de Mike, Inés, Rory, Elisa y Jack fueron en dirección contraria a nosotros. Si vamos caminado vamos a tardar varias semanas y tenemos que llegar cuanto antes, ¿no? Además, Leo no creo que pueda correr en ese estado.
Rita negó con la cabeza dándole la razón a Scott.
- Qué dices - dijo Leo. - Estoy perfectamente. Pero tienes razón, la manera más rápida sería abrir un portal o usar un hechizo de transporte.
En cuanto Leo dijo eso, todos miraron a Luxus. El hombre levantó los manos como si no hubiese hecho nada y dijo:
- A mí no me miréis, os recuerdo que tuve que hacerle una transfusión de poder mágico a Leo. El hechizo de transporte que haga nos llevará como muy lejos a casa, que es el punto intermedio entre el reino de los dioses y el reino de las hadas.
Todos le miraron un poco decepcionados al escuchar esas palabras.
- Lo siento - dijo Luxus. - Siendo tantos a los que trasportar es lo más lejos que puedo llegar.
Todos se pusieron a pensar rápidamente en otra solución. Pasados unos segundos, Laya miró a Zarut y dijo:
- ¿No hay alguna criatura que nos pueda llevar hasta allí? Como algún dragón o pegaso.
Zarut negó con la cabeza y dijo:
- Muy bien te tienes que llevar con un dragón para que te deje montar en su espalda. Son criaturas muy orgullosas, no dejan a nadie montar en su lomo.
- Vaya... - dijo Leo desilusionado al ver que la escena que se había montado en su cabeza subido a un dragón se había chafado en un instante.
- ¿Y un pegaso? - preguntó rápidamente Scott.Zarut negó nuevamente con la cabeza:
- Son criaturas que van mucho a su aire, es muy difícil encontrarlas y no tenemos el tiempo necesario para salir en su búsqueda.
- ¿Qué hay de los mus volans? - dijo Rita.Zarut se quedó pensativo.
- Si, nos pueden servir, son bastante rápidos - dijo Zarut. - A su velocidad tardaríamos dos días en llegar. El problema es que su habitat natural está en el reino remoldán.
- Dos días... - empezó a decir Leo. - Haciendo cálculos, se suele tardar unos días más llegar al reino de las hadas que al reino de los dioses. Si no han tenido ningún problema en el reino de los elfos ahora mismo deberían estar llegando al Bosque Perdido, si nos damos prisa es muy posible que lleguemos a la vez o un poco más tarde que ellos.
- Genial - dijo Laya. - Pero esos cálculos están hechos si salieramos ahora mismo de aquí. ¿Cómo se supone que vamos a llegar al reino remoldán?
- De eso no os preocupes - dijo el Rey Dios con tranquilidad. - Mis ángeles os pueden acercar hasta la zona donde habitan los mus volans en el reino remoldán.Todos miraron al Rey Dios como si les acabase de salvar la vida.
- Pues en marcha, no hay tiempo que perder - dijo Luxus.
El Rey Dios asintió y dio dos palmadas, acto seguido apareció Yehiba por el pasillo y dijo:
- No hacen falta explicaciones, he escuchado la última parte de la conversación. Ya están los seis ángeles que os van a llevar preparados en la puerta del templo.
En cuanto escucharon esas palabras, todos salieron casi corriendo del templo. En la entrada había seis ángeles en fila, los seis vestidos con el mismo chándal gris y blanco. Unos tenían el pelo negro, otros castaño y otros rubio. Se notaba que se dedicaban al transporte debido a su gran complexión física, tenían los músculos bien marcados. Cuando los ángeles vieron aparecer al grupo, cada uno de ellos se puso detrás de uno y les agarraron de la cintura.
- Ay, por favor, que se me cae la baba - dijo Laya en bajito, mirando a Scott y Leo.
- Te entiendo - le dijo Rita a Laya en el mismo tono.Los chicos soltaron una pequeña risita debido a la situación.
- ¿Destino? - dijo uno de los ángeles.
- Reino remoldán - dijo Luxus.El ángel asintió, todos desplegaron las alas a la vez y emprendieron el vuelo. Durante un rato del trayecto todo lo que se podía ver eran nubes que pertenecían al reino de los dioses, pero cuando las nubes se disiparon, Scott se quedó alucinado con el paisaje que se extendía ante sus ojos, parecía de cuento. A su derecha, había una zona donde los árboles eran gigantes y podía observar como varias criaturas saltaban de copa en copa. A su izquierda, se extendía una zona llana y rocosa al mismo tiempo, podía ver cómo varias criaturas parecidas a un avestruz corrían por allí en manada. Al frente podía ver una montaña gigante, posada en su cima había una isla bastante grande.
- ¿Es la primera vez que vuelas? - dijo con una sonrisa el ángel que llevaba a Scott al ver su cara de asombro.
- Eh... Si... Se podría decir que es mi primera vez en todo - dijo Scott sin quitarle ojo al paisaje.El ángel levantó una ceja extrañado por la respuesta de Scott, pero no le dio mucha importancia.
- Pues si eres nuevo en todo te voy a hacer un poco de guía - dijo el ángel riéndose levemente. - La isla encima de aquella montaña que ves a lo lejos es el reino remoldán.
Scott se quedó sorprendido descubrir que esa isla era el reino remoldán y al instante de acordó del comentario de Laya en la enfermería. En ese momento se dio cuenta de la referencia que hizo su amiga y de lo complicado que iba a ser engañar a su abuelo. El joven movió la cabeza de lado a lado para quitarse esos pensamientos de la cabeza y poder disfrutar las vistas.
- Guau - dijo Scott simplemente.
El ángel sonrió al ver que Scott de sorprendía por todo, como si fuese un niño pequeño.
- Aumentemos la velocidad - dijo de pronto el ángel que llevaba a Zarut. - Que se note que somos la élite.
El resto de ángeles asintieron, sonrieron y aumentaron la velocidad de tal manera que Scott se agarró fuerte a los brazos de su ángel del susto que se llevó. Pasadas unas horas llegaron a su destino. Mediante indicaciones de Zarut, los ángeles dejaron a todos en el hábitat de las criaturas llamadas mus volans.
- Gracias - dijo Luxus.
Los seis ángeles hicieron una leve reverencia y se fueron volando. Scott observó la zona, era bastante rocosa, no había suelo llano por ningún lado y apenas había vegetación.
- Por cierto - dijo Scott. - ¿Qué es un mus volans?
En cuanto acabó la frase, entre las rocas se asomó una criatura muy parecida a un ratón de orejas grandes, el morro un poco largo y con alas en su lomo.
- Eso es un mus volans - dijo Rita respondiendo a Scott, mientras señalaba a la criatura que acababa de aparecer. - Montados en eso vamos a ir al reino de las hadas.
Zarut, ignorando la conversación entre Scott y Rita, se acercó hasta la criatura y la empezó a hablar, explicándole por qué necesitában su ayuda. La criatura le miró como si hubiese entendido todo lo que le había dicho, se dio media vuelta y se fue.
- Ahora toca esperar - dijo Zarut mientras se acercaba al resto.
Varios minutos después, apareció de nuevo la criatura, seguida de cinco más. El único rasgo que las diferenciaba era el color de su pelaje. Zarut miró al grupo, extendió el brazo y dijo:
- Vámonos.
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El Libro Encantado
FantasyEsta es la historia de Scott, un chaval con una vida normal... O eso creía él hasta que descubrió un libro que lo cambiaría todo. Se dará cuenta de su potencial y del secreto que hay detrás de el libro... O ¿tal vez no? Una gran guerra, la cual él d...