El Libro Encantado

80. Sur III

Theron aterrizó suavemente sobre la superficie a unos pocos metros del lugar donde estaba Kryox. El hombre levantó su cara del suelo sin borrar su sonrisa del rostro y miró a Theron. En ese momento, la fuerza gravitatoria desapareció liberando a las chicas de la presión que las empujaba contra el suelo.

- No te voy a permitir que las mates - dijo Theron mientras se acercaba lentamente al hombre.
- Iba a mandarte sus cabezas por correo para provocarte, pero al final no ha hecho falta - dijo Kryox mientras se levantaba. - Has aparecido tú solito.
- Ya veo...

El silencio reinó el lugar. Durante unos segundos todos permanecieron inmóviles en sus posiciones. De repente, Kryox se lanzó contra Theron a gran velocidad. Mientras avanzaba llamó a su lanza con la mano y esta atravesó el campo a una velocidad imposible de seguir con la vista hasta llegar a él. Justo antes de posicionarse delante de Theron, agarró su arma y la punta de cristal comenzó a brillar intensamente. Cuando estuvo delante de él le golpeó con fuerza, además del golpe, al impactar la punta cargada de luz contra Theron se generó una explosión de energía que hizo retroceder al anciano varios pasos. Tras la explosión, Theron se sacudió un poco sus ropas con la mano a modo de burla, indicando que el ataque lo único que había generado era polvo. Acto seguido, comenzó a recitar un hechizo en arcano mientras dibujaba con el dedo una letra del alfabeto élfico, en cuanto terminó el hechizo la letra se iluminó brevemente y se convirtió en un rayo blanco que fue directo al pecho de Kryox. El hombre se protegió con la lanza, el arma recibió el ataque de lleno. Kryox se quedó inmóvil unos segundos y sonrió al ver que el ataque de Theron no había tenido efecto.

- No te precipites a la hora de sacar conclusiones - advirtió Theron.

En cuanto terminó de hablar, la lanza estalló en pequeños pedazos llenando las manos y la cara de Kryox de heridas debido a que los trocitos de su arma habían salido disparados en todas direcciones. El hombre miró en sus manos ensangrentadas lo que le quedaba de arma.

- Desgraciado - dijo lleno de rabia.

La rabia de Kryox era tan fuerte que podían sentirla perfectamente todas las personas que había a su alrededor. Los trocitos que había en su mano comenzaron a levitar sobre su palma, se formó un campo gravitatorio alrededor de cada trocito que atraía todos los objetos que había cerca de él que tenían poca masa. Poco a poco, a medida que se iban pegando piedras y otros objetos a los trocitos, fueron creciendo y aumentando su volumen hasta que fueron tan grandes como una cabeza humana. Kryox levantó el brazo y los objetos esféricos salieron disparados hacia el cielo, rápidamente bajó el brazo, señaló a Theron y los objetos bajaron a gran velocidad, directos al anciano, como si se tratase de una lluvia de meteoritos. Theron esquivó los primeros con gran facilidad, pero estos al chocar contra el suelo generaban polvo que entorpecía la visión del hombre provocando que los últimos le costara evadirlos hasta que fue golpeado por uno de ellos, que lo aplastó contra el suelo.

- ¡Maestro! - gritó preocupada Rory.

Tanto Rory como Rita seguían tiradas en el suelo, pendientes de la pelea. La aparición de Theron les había generado muchísima tranquilidad puesto que si no hubiera venido seguramente ya estarían muertas. Querían ayudarle, querían participar en la batalla pero sabían que solo le entorpecerían puesto que todos los ataques que se habían lanzado entre ellos habían sucedido en menos de dos o tres minutos, había movimientos que hacían que les era imposible seguir con la mirada. Estaban a un nivel completamente distinto. Rita formó un rectángulo con los dedos, miró a través de él al lugar donde estaba Theron y activó un hechizo pudiendo ver a través de los escombros. Respiró aliviada al ver que estaba perfectamente, solo tenía varias contusiones debido al golpe. Deshizo el hechizo y la expresión de su rostro cambió al ver que el grito de Rory había llamado la atención de Kryox.

- Me había olvidado de vosotras - dijo Kryox al darse cuenta de que las chicas seguían ahí. - Sois tan insignificantes que pasáis desapercibidas...

Se calló de repente, sonrió como un psicópata y en un abrir y cerrar de ojos apareció delante de Rory. La joven ahogó un grito al verle de repente tan cerca. Kryox parecía estar disfrutando muchísimo ver el miedo en los ojos de la joven, ver la tensión en sus músculos y ver como temblaba. La cogió de la pechera, la levantó del suelo y la mantuvo en el aire. Rory empezó a golpearle el brazo sin parar intentando que le soltara pero solo consiguió que le agarrara con más fuerza, entorpeciendo levemente su respiración. De pronto, soltó a Rory que cayó al suelo violentamente. La joven alzó la vista buscando una explicación rápida de por qué le había liberado. Se fijó que los músculos del cuello del hombre estaban en tensión, sus manos se cercaban a su cuello poco a poco y la expresión de su rostro mostraba que no podía respirar. Movió la cabeza hacia un lado, a lo lejos vio a Rita de pie con el brazo extendido hacia delante y su mano hacía el gesto de estar agarrando algo con mucha fuerza. Al momento supo que estaba pasando, rápidamente se puso de pie, cerró los puños y los puso en el pecho del hombre. Cerró los ojos para concentrar todas sus fuerzas en este ataque.

- Hechizo de sangre: músculos de piedra - se escuchó a Rita a lo lejos.

Rory sonrió al oir el hechizo de Rita. No le hizo falta abrir los ojos para saber cual era su efecto. Siguió concentrada sabiendo que la ayuda no iba a durar eternamente. A los pocos segundos una energía rosa envolvió las manos de la joven, lentamente la energía se fue traspasando al cuerpo de Kryox. En cuanto toda la energía fue enviada a al cuerpo del hombre, sus puños se empezaron a envolver de nuevo en energía pero esta vez de color morada. La energía recién transmitida al cuerpo de Kryox reaccionó con la energía que envolvía sus puños, de tal manera que se formó un círculo rosa alrededor de los puños morados de la joven.

- Qué me estás haciendo niñata - pudo decir el hombre a duras penas.
- Hechizo de la Guardiana de los Dragones Feéricos: Shock del hada del dragón.

Acto seguido abrió los ojos y su iris se volvió de color púrpura. Separó un poco los puños del hombre para después impactarlos con fuerza sobre su pecho. Todo sucedió muy rápido. En el instante antes de que Rory golpeara el pecho de Kryox, le salieron unas alas de mariposa de color rosa en la espalda y al mismo tiempo al hombre le salieron unas alas de dragón de color morado en su espalda. Seguidamente, las alas de mariposa se transformaron en energía y recorrieron el cuerpo de Rory como un torbellino hasta llegar a sus puños, mezclándose con la energía morada. Simultáneamente, las alas que le habían salido al hombre se transformaron en energía que recorrió el cuerpo del hombre con fuerza, quemándolo por dentro, hasta llegar a su pecho. En el momento del impacto, la energía explotó en el interior de Kryox destrozándole varios huesos y órganos. Después de la explosión interna, toda la energía que se había acumulado dentro de él abandonó su cuerpo, saliendo en forma de cabeza de dragón por su espalda, dañando sus vértebras. En el momento que la energía salió se desvaneció al instante. Rory cayó de rodillas agotada mientras sus ojos volvían a la normalidad, el hechizo le había consumido muchísima magia, miró a Kryox con la esperanza de haberle provocado algún daño y se dio cuenta que se había quedado inconsciente de pie. De la boca del hombre empezó a salir sangre debido a las heridas internas que la había provocado el ataque y momentos después cayó de espaldas al suelo. Rory respiró aliviada.