El Libro Encantado

2. Leyenda

"Corría desesperadamente, en una calle desierta, huyendo.... Miraba hacia atrás y no había nadie, pero sabía que no estaba solo. Las farolas parpadeaban constantemente y una sensación de agonía recorría todo su cuerpo. "No todo es lo que parece" se oía decir una y otra vez a lo lejos de la calle. Dobló la esquina y se encontró a escasos centímetros de él a la señora mayor con la cabeza agachada. Pegó un salto hacia atrás del susto, ella levantó la cabeza y le miró con unos ojos negros y vacíos, sin vida, empezó a llorar sangre, sonrió y mirándole fijamente dijo despacio: "No todo es lo que parece". Acto seguido pegó un grito y se abalanzó contra él... "
De repente se despertó sobresaltado.
- ¡AAAAAHHHH! - gritó Scott muy asustado.
Estaba pálido, una gota de sudor frío le bajaba lentamente por la mejilla, tenía los ojos vidriosos y la respiración muy agitada.
Después de un rato se consiguió relajar, se incorporó y se sentó en la cama. Cerró los ojos y respiraba profundamente mientras se decía a sí mismo: "solo era un sueño, solo era un sueño...". A la media hora, por fin pudo levantarse de la cama y empezar a prepararse para ir al instituto. Muy despacio, comenzó a hacer la rutina mañanera: desayunó, se vistió, se lavó la cara..., llegaba tarde, eso lo sabía, había tardado mucho en levantarse de la cama, pero las circunstancias lo pedían. Cuando por fin acabó su rutina y salió a la calle. Fue por un camino distinto al de siempre, era un poco más largo pero le dio igual, quería evitar a toda costa aquel paso de cebra. Caminaba decidido, rápido y mirando al suelo, estaba completamente sumido en sus pensamientos, haciendo caso omiso al resto del mundo.
A escasos metros del instituto sintió una presencia detrás de él, con el corazón en la garganta aceleró el paso sin mirar atrás. De repente alguien le posó la mano en el hombro, provocando que Scott, sobresaltado, pegara un bote mientras gritaba de horror.
- ¿Se puede saber que te pasa? - preguntó Jack sin quitarle la mano del hombro.
Scott miró a Jack horrorizado mientras movía la cabeza de un lado a otro, negando, sin poder gesticular ni una sola palabra. Jack cogió a Scott por los hombros obligándole a que le mirase a los ojos y dijo:
- Ahora te vas a relajar, te vas a tranquilizar y me vas a contar despacio lo que te ha pasado.
Scott asintió. Después de un rato, cuando Scott se tranquilizó del todo, se decidieron a entrar a clase. Llegaron muy tarde y la profesora Picara les dejó entrar por los pelos, en cuanto entraron y se sentaron, esta empezó la clase.
Estaba cerca el momento en el que un timbre iba a sonar, indicando que la clase había terminado, cuando Jack llamó la atención de Scott dándole un toquecito en el hombro.
- ¿Me vas a contar que ha pasado? - dijo Jack susurrando para a la profesora no les pillase.
Scott le miró y asintió. Acto seguido, le contó todo lo sucedido anoche y el sueño de esta mañana. Jack se quedó boquiabierto.
- Parece una historia sacada de una película de miedo - dijo.
Scott no comentó nada más, giró la cabeza y miro al libro de lengua.
Picara había escuchado todo lo que le había contado Scott a Jack, mientras estaba corrigiendo un ejercicio en la pizarra.
- No es posible... - susurró un poco agitada.
Acto seguido se giró para mirar a los alumnos, fingiendo que no había pasado nada. Cerró sus libros y dijo:
- Recordad, el trabajo de la historia hay que entregarlo durante esta semana, que no se os olvide.
En cuanto acabó de decir eso, se giró y escribió en la pizarra una frase con una letra indescifrable, cogió sus libros y se fue, sin haber sonado el timbre antes.
Scott y Jack se quedaron mirando la pizarra confusos y algo horrorizados.
- Son las mismas letras... - empezó a decir Scott.
- Que vimos ayer... - continuó Jack
- ¡En la página web! - terminaron los dos la frase.
Segundos después sonó el timbre.
Durante el cambio de clase ninguno de los dos se levantó del sitio, estaban paralizados mirando la pizarra. En cuanto sonó el timbre, que marcaba el inicio de una nueva clase, un hombre entró a clase, no sobre pasaba los 32 años, tenia el pelo corto y marrón oscuro, al igual que sus ojos. Era alto, algo musculoso, de espalda ancha y carácter alegre. Era el tutor.
- Bien chicos - empezó diciendo. - Vamos a empezar la clase de Historia con una leyenda griega algo particular, más tarde comentaremos sobre ella.
Acto seguido comenzó con la historia.
- "En un lugar remoto, donde los titanes nunca llegaron a conquistar, vivían felices y en armonía todo tipo de razas: hadas, ninfas, duendes, dioses... Y sobre todo magos. La paz reinaba aquellas tierras, todas las razas se ayudaban mutuamente y los conflictos no eran usuales. Los magos jugaban con los duendes, las hadas despertaban a todos por la mañana con su dulce canto, los dioses prestaban ayuda a las personas cuando era necesario.... La paz se respiraba en el aire. Y así, pasaron los años, las décadas, los siglos..., pero un fatídico día, un titán logró pisar por primera vez aquellas tierras, Lelanto, el titán de lo invisible. Un grupo de magos que pasaba por allí en aquel momento se quedaron extrañados al ver aquella criatura desconocida para ellos. Este se les acercó y les propuso un trato, sin saber a que se arriesgaban dijeron que sí sin pensarlo dos veces. Gran error. Acto seguido el titán les entregó un pergamino con letras escritas en negro oscuro y les dijo que si custodiaban aquel pergamino, él se iría, dejaría estas tierras y diría a los demás que no ha visto nada especial para que ningún titán se acercase por allí jamás. Los magos guardaron el pergamino y poco después Lelanto se fue con expresión sombría y algo malvada. El grupo de magos, sin saber que ponía en el pergamino, lo abrieron y en el momento que vieron las letras empezaron a leerlo como si estuviesen poseídos. Acto seguido un círculo rojo sangre se dibujo bajo sus pies y un vórtice negro se formó sobre sus cabezas. Poco después empezaron a salir criaturas horrorosas de aquel vórtice y comenzaron a provocar el caos. Eran demonios. Cuando acabaron de leer el pergamino los magos volvieron en sí y vieron el desastre que habían provocado. Uno de los magos del grupo reconoció las letras, era magia negra, un tipo de magia inexistente en aquellas tierras. Acto seguido salió corriendo hacia el pueblo a anunciar el desastre que se avecinaba, los otros cinco restantes se sintieron muy atraídos por aquel tipo de magia y pidieron a los demonios que les enseñasen más, ellos aceptaron. Después de aquel incidente, la magia negra se extendió como la pólvora y se desataron varias guerras contra los demonios que querían conquistar aquellas tierras. Las guerras duraban meses, años, incluso siglos, algunos magos se pasaban al lado oscuro y apoyaban a los demonios, lo que dificultaba la resistencia, pero los demonios nunca llegaron a conquistarlas y frustrados se resguardaron hasta su próximo ataque." Cuenta la leyenda que los demonios aún siguen preparando su ataque.
- No he terminado de coger la leyenda, Luxus - dijo la listilla de la clase.
El tutor miró a Scott, este se dio cuenta, y acto seguido le dijo a su alumna:
- No hace falta entenderla, vamos a comentarla ahora.
Casi no terminó la frase cuando sonó el timbre.
- Vaya, que mala suerte, la comentaremos mañana en clase - dijo Luxus.
Después de decir eso, se levantó y se fue. Scott se quedó confuso.

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La puerta del despacho se abrió.
- Te has pasado, vas demasiado deprisa - dijo una voz femenina.
- No hay por qué alterarse mujer, todo sigue su curso, el único inconveniente es que hay que darse un poco de prisa si no queremos después problemas. - dijo el hombre sentado en la silla del despacho sin levantar la cabeza del escritorio.
- Te estas pasando la justicia por tu mano, y esto va a acabar mal, deja que las cosas pasen como tengan que pasar. - le reprochó la mujer.
- Te estas poniendo histérica, ya dije que de esto me encargaba yo. - respondió el hombre.
- Allá tu, Luxus. - respondió .
Acto seguido se dio media vuelta y se fue.