96. Continuará

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Inés estaba contra las cuerdas. Mike, Rory, Laya, Rita y Elisa no dejaban de atacar. La joven solo era capaz de defenderse, pocas veces era capaz de atacar, solo cuando contrarrestaba algún hechizo, aprovechando el momento para lanzar el suyo o cuando conseguía unos pocos segundos para realizar un hechizo potente, pero todos eran parados por Vatar o Theron que estaban observando detenidamente la pelea desde la retaguardia, listos para actuar cuando la situación lo requería. Además, los cinco jóvenes estaba siendo apoyados por la Reina Hada y Picara que realizaban en ellos encantamientos que mejoraban sus habilidades físicas y mágicas. A medida que el tiempo avanzaba, el cansancio de Inés iba aumentando y su poder mágico iba disminuyendo, sabía que no iba a poder mantener ese ritmo por mucho más tiempo. De repente, apareció una gran esfera de agua en el lugar donde estaban luchando Scott, Leo y Jack, interrumpiendo la pelea. Todos miraron confusos hacia esa zona para averiguar que estaba pasando y en ese momento Inés aprovechó para invocar en el cielo tres constelaciones.

- Madre e hija, constelaciones de Casiopea y Andrómeda, que vuestra unión derribe a cualquier monstruo, con la ayuda de la constelación del arquero, Sagitario, arrasad con todo.

En cuanto terminó de pronunciar dichas palabras, alzó los brazos al cielo y las constelaciones comenzaron a brillar con fuerza. A los pocos segundos, las constelaciones de Casiopea y Andrómeda tomaron la forma de una madre abrazando a su hija y la constelación de Sagitario tomó la forma de un arco y una flecha gigante. La madre dejó de abrazar a su hija, agarró el arco y lo tensó, la hija agarró la flecha y la puso en el arco. Todos miraban al cielo, observaban aquella escena mientras se preparaban para defenderse. La madre apuntó con el arco a los cinco jóvenes y disparó la flecha, en el momento que la flecha se separó del arco, esta se transformó en cinco flechas de energía de color amarillo que fueron directas hacia ellos. Cada uno realizó su propio hechizo de defensa, parando el disparo, pero se dieron cuenta de que el ataque no había terminado, la flecha que habían parado desapareció y volvió a la mano de la hija como una única flecha, repitiendo el ataque de nuevo. Después de varios disparos, Theron decidió involucrarse porque veía que los chicos se iban a acabar agotando. El anciano se puso delante de ellos, abrió su mano y de su palma salió una capa de energía que atrapó las cinco flechas. Theron hizo un par de movimientos con las manos y la capa de energía se contrajo, uniendo todas las flechas en una sola a la fuerza. Cogió la flecha, la envolvió en una capa de energía de color gris y la lanzó contra la madre y la hija atravesandolas el vientre a las dos. Las mujeres gimieron de dolor y las tres constelaciones desaparecieron del cielo. Todos dirigieron su mirada a Inés, la joven estaba de pie en posición de ataque. Intentaba mantener la compostura pero se le notaba cansada, sabía que no iba a poder defenderse de ningún hechizo más, ese último que había lanzado le había dejado casi sin energía. De pronto, un portal oscuro apareció detrás de ella. La joven buscó con la mirada al Rey Demonio deseando que fuese un hechizo suyo y le vio cruzando un portal igual al que tenía detrás, supo de inmediato que la batalla había llegado a su fin. Rápidamente se giró para atravesarlo.

- Ah no - dijo Elisa. - Tú no te vas.

Elisa extendió el brazo al frente con la mano abierta y empezó a cerrarla poco a poco. A medida que iba cerrando el puño, el portal se iba haciendo más pequeño, pero no lo iba a poder cerrar a tiempo antes de que Inés lo atravesara. En el momento que la joven empezó a atravesarlo una bola de energía que parecía una luna en miniatura le golpeó por el costado, sacándola del portal y alejándola del lugar.

- Ha dicho que no te vas - dijo Rory mientras se acercaba hacia ella.

Inés miró a Rory con una mirada asesina y vio que la joven tenía el iris de sus ojos de color púrpura y en su vientre tenía marcada una runa que estaba brillando con fuerza. Pocos segundos después, Elisa consiguió cerrar el portal por completo.

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