El Libro Encantado

20. El Círculo

- Si mal no he entendido - empezó a decir Scott. - Un titán adquirió un poder inmenso y por eso se desató una guerra. Los titanes perdieron la guerra y las demás razas sellaron el poder del titán. Después se formó el consejo para proteger el lugar dónde fue sellado el poder.

Zarut asintió.

- Me falta información, hay muchos cabos sueltos.
- Pregunta, ahora que puedes - dijo Zarut sonriendo. - Porque me parece que te quedaste con las ganas en la última reunión.

Scott le miró con odio, respiró profundamente y dijo:

- ¿Cuál es ese poder qué no queréis que se encuentre?
- La magia.
-¿Cómo?

Scott estaba muy desconcertado, no sabía a que se refería con lo que había dicho. Zarut, al ver su expresión de desconcierto, comenzó la explicación.

- Como te he dicho antes, antiguamente los titanes gobernaban el universo. Eran poderosos y poseían habilidades increíbles, a las que llamamos don. Los dones de los titanes son muy diferentes a la magia, son poderes que posee el propio usuario sin poder ser aprendidos por otras personas a menos que sea su descendencia.

Hizo una pausa y dijo:

- Te voy a poner un ejemplo: ahora mismo, yo puedo crear un hechizo nuevo ante tus ojos, puede ser sencillo o extremadamente complejo, pero tú a base de prácticar llegará un día en el que lo domines y puedas utilizarlo con tanta precisión que parecería que lo has creado tu en vez de yo. Es cierto que la magia es de cada uno y blah, blah, blah, pero de una forma u otra puedes aprender hechizos de otras personas y hacerlos tuyos, en cambio, los dones de los titanes no se pueden aprender debido a que son el propio poder. El titán de fuego no puede aprender nada del titán de agua y viceversa, porque no tienen el poder del otro.
- Entonces - empezó a decir Scott mientras analizaba la información. - los dones de los titanes ¿son el poder que ha creado a la magia?
- No vas muy desencaminado.

Scott se quedó pensativo y Zarut siguió con su explicación.

- Un día, hubo un titán que, sin saberlo, obtuvo un poder increíble. Un don que se moldeaba a los otros, los podía copiar e incluso robar. Con el paso de los siglos ese don fue conocido como magia origen. Cuando ese titán fue consciente de su poder, se volvió contra el rey titán, su propio padre, Urano.
- ¿Urano? Entonces... ¡¿el titán rebelde era Cronos?!

Zarut asintió y dijo sorprendido:

- Vaya, ¿cómo sabes eso? Vienes de otro lugar donde la magia no se conoce ¿no?
- Aunque allí la magia no exista, existe la mitología. Son leyendas contadas por nuestros antepasados sobre héroes, dioses..., pero allí se consideran relatos de ficción creados para dar una explicación a las cosas que sucedían y no sabían porque.
- Interesante..., bueno cómo sea. Te sigo contando. Cuando Cronos derrocó a su padre se proclamó Rey Titán y el caos reinó el universo. Cegado por su poder, comenzó una dictadura. Huyendo de Cronos, nuestros antepasados encontraron este lugar el cual Cronos desconocía de su existencia, era el único lugar del universo sin conquistar. Se refugiaron en ese lugar, formando un pequeño reino que luego se convertiría en el estás ahora. Pasaron los años y llegó un momento en el que todas las razas, cansadas de su dictadura, formaron una alianza y se prepararon para el contraataque. Se inició una guerra brutal entre los titanes y la alianza que duró siglos. Hubo masacres, victorias, traiciones..., hasta que los líderes de cada raza de la alianza aunaron fuerzas, entraron en escena y con la ayuda de un titán que estaba en contra de la dictadura plantaron cara a Cronos. Fue una batalla dura, siete contra uno, pero ese uno poseía un poder que superaba con creces el poder de los siete juntos. A duras penas pudieron ganarle y con sus últimos esfuerzos extrajeron el poder del cuerpo de Cronos y lo sellaron en un lugar del universo, donde los dólmenes te hablan cuando los miras y la niebla juega entre tus pies. Ese lugar es conocido como El Círculo. Cómo te he dicho antes, con el paso de los años se ha ido olvidando la ubicación exacta de dicho lugar y hoy en día, los únicos que sabemos algo de él, sin llegar a conocer su ubicación, somos nosotros, los integrantes del consejo.

Scott estaba callado, estaba alucinado por todo lo que le había contado Zarut.

- Hay algo que no me encaja. Según lo que me acabas de contar, Cronos es el creador de la magia y su poder se selló, ¿en qué momento la magia apareció en el universo? - preguntó Scott.
- El poder de Cronos era tan grande que sólo pudieron sellar la mitad, la otra mitad se fundió con el ambiente dando lugar a las partículas mágicas y apareciendo así la magia.
- Guau.

Hubo un pequeño silencio mientras Scott analizaba todo eso en su cabeza.

- Vale, respondidas las preguntas sobre el misterioso lugar al que no queremos que nadie entre. Dime, ¿qué son esas tablas de escritura de las que hablasteis en la reunión pasada? - preguntó Scott.
- Como he comentado antes, siglos después de que la guerra haya terminado, un sabio tuvo una profecía: cuando la luna y el sol se encuentren cara a cara, siete personas en El Círculo se encontraran, levantarán el sello y la tierra temblará de nuevo. Esta profecía la escribió en un pergamino que con el paso del tiempo se perdió y antes de morir escribió de nuevo la profecía en su pared de la habitación. Por circunstancias de la vida, la pared se derrumbó y la profecía vagamente se recuerda, salvo para el consejo, que la tenemos muy presente debido a nuestro cometido.
- Vale... y que tiene que ver eso con las tablas de escritura sobre las que te he preguntado.
- Déjame acabar impaciente - le dijo un poco mosqueado. - Antes de que la pared se derrumbara, nuestro antecesores del consejo descubrieron que había un mensaje escrito dentro de la profecía, estaba escrito con magia. Tardaron unos meses en descifrarlo, pero cuando lo hicieron el mensaje que leyeron no les tranquilizó mucho que digamos. En el mensaje ponía: nuestros antecesores repartieron ocho tablas de arcilla escritas. Al juntar las ocho la ubicación de El Círculo será revelada. Un octavo integrante aparecerá para proteger con el resto el poder que un día asoló el mundo.
Ese octavo integrante eres tú.
- ¿El resto? Supongo que serán los demás miembros del consejo ¿no?
- Sí.
- Y por lo que acabo de escuchar, que aparezca yo significa que cada vez queda menos para que se cumpla la profecía.

Zarut asintió, Scott se quedó en silencio, pensando en todo lo que le acababa de contar Zarut.