Haruto era un niño bastante curioso e inocente. Y como tal, siempre se dejaba llevar por las cosas nuevas que atraían su atención. Con sus bellos ojos mirando a su alrededor, se sentía como en una gran feria donde solo el podía disfrutar de tanta belleza y diversión. El Mundo Astral para él, era simple y sencillamente, atrayente. Como si de alguna manera sus sueños más fantasiosos estuvieran cobrando vida.
Yuma amablemente le había mostrado tanto él quisiera. Desde ir señalando los bellos candelabros de cristal preciso, hasta las decoraciones más extravagantes que a sus ojos jamás imagino precenciar. Se detuvo en uno de los grandes ventanales en alguno de los pasillos, encontrandose con algo que desafiaba la misma realidad. Pues una fuente de bello diseño, mostraba con elegancia y orgullo, agua cristalina combinada con lo que parecían estrellas y luz. Desprendía una luminicencia por sí misma. Y edo encanto a su corazón. El cual rebosaba de felicidad al descubrir tantas cosas nuevas y llamativas.
Astral veía las reacciones del infante a lo lejos. Sonriendo tenuemente al imaginarse a su hijo o hija colocando la misma expresión la primera vez que vea su propio mundo. Eso de alguna manera lograba derretir su corazón. El anhelo apoderandose de sus sueños y esperanzas. Yuma no estaba lejos de ello, pues al ver al más pequeño solo atinaba a colocar una mano discretamente en su vientre. Dando pequeñas palmaditas, orgulloso a su hijo no nato.
Por otro lado, Kaito estaba realmente agradecido con todo aquello, pues a pesar de que él mismo disfrutaba de la visualización de un nuevo mundo. Lo que más atesoraba era ver la bella mirada de su hermano en cada cosa lograba observar y analizar. Era como retroceder a aquellos días felices de ambos. Antes de la batalla casi interminable de los números o la batalla contra el Mundo Varian.
Sonriendo con cariño al menor fue que se posiciono a su lado. Dando apenas unos ligeros pasos. Descubriendo también lo que tanto llamaba la atención de su hermano. Permitiéndose sentirse curioso de todo aquello también.
III miraba al igual que Haruto todo a su alrededor. Tomaba notas mentales acerca de lo que más agradaba a su vista. De lo que él creía era realmente digno de ser replicado en la Tierra. Su mirada pasaba de aquí allá. Entreteniendose con casi todo lo que encontraba. Hasta que en cierto momento noto a una linda Dama acercarse a ellos. Esta parecía portar un cierto uniforme, parecido a una sirvienta común en la Tierra. Sus ojos brillantes y felices era lo que la hacia diferente. Pues parecía que incluso estar así, su postura cambiaba a una verdadera devoción a lo que III creía era su trabajo.
Aquella linda sirvienta. Al acercarse lo suficiente saludo como debía a sus Monarcas e invitados de los mismos.
-Mis señores...-Dio una reverencia suave, tomando parte de su vestido, inclinandose ante los mencionados- Se me ha notificado que necesitan de mis servicios...
La pareja miro entonces a la sirvienta. La cual ahora retomaba su postura. Feliz. Y alegre de ayudar a sus Señores. Kaito y Haruto apenas y observaron a la recien llegada, sonriendole de paso.
-Oh. Lía... Me alegro hayas llegado-Menciono con una sonrisa aquel Reina. Acercandose a la mencionada, la cual de inmediato se emociono. Tener tan cerca al Reina era todo un sueño. Y más si este estaba en espera.
-Por supuesto mi Señor. ¿En que puedo ayudarles?
-¿Han preparado ya las habitaciones de nuestros invitados?-Cuestiono con amabilidad Astral, acercandose a su amado. Posicionandose a un lado de él. La sirvienta lo medito unos segundos antes de responder afirmativamente.
-Por supuesto. Justo como lo ha ordenado con anterioridad la Reina Yuma...
Kaito y III no pudieron evitar ver esta acción un poco extrañados. Pues aunque ya sabían de antemano que papel jugaba Yuma. Nunca se imaginaron verlo de cerca.
ESTÁS LEYENDO
Nueve Meses y Un Año [Editando]
FanfictionAstral después de recuperar sus recuerdos, ha hecho viajes al mundo Astral y al mundo Humano. Ha descubierto nuevas habilidades y con ello el amor de su compañero. Ahora, concluido su ultimo viaje al mundo Astral, espera ver de nuevo a Yuma, sin emb...