La Arena del Tiempo (IX)

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Los días venideros fueron como una prueba de fuego para Astral. Pues su madre se mantenía al pendiente de cada una de sus acciones. Estas siendo reportadas cada cierto tiempo como si él fuese un espécimen de laboratorio. Algo Realmente molesto. Sin embargo pudo soportarlo hasta que en una buena oportunidad pudo escapar de nueva cuenta gracias a su primer Guerrero y mentor. El cual con señas, le indicó el momento oportuno para tomar un descanso. Dejándolo salir de incógnito a la cuidad, la cual, bien parecía brillar un poco más que en el día.

Amaba esos momentos de libertad. Le eran bastante refrescantes, y más aún sabiendo lo que aconteceria en el siguiente día. Daik y Lein habían sido muy amables de cubrir su ausencia, así como tapar su huída. Argumentando que al menos debía disfrutar de algo que él gustara antes de que su mundo cambiara por completo. Suponía que era de cierta verdad.

Con su mente vacilando de un tema a otro. De una orden a otra. De mantener su fachada para que su madre no sospechara, era algo realmente agotador. Así que con una sonrisa se dispuso a avanzar entre las personas cabizbajas. Dispuesto a dejar ir por un momento la agonía que terminaría mañana por la noche. No desaprovecharia la buena intención de su Guerrero y de su amigo. Aún cuando al principio se puso realmente renuente a aceptarlo.

Flash Back

Astral se mantenía sentado frente a su escritorio ignorando de manera olímpica a las dos personas detras de él. Quienes le hablaban con preocupación y con una ligera molestia ante sus constantes negativas los últimos días. Argumentandole una vez más en contra de lo que estaba realizando sin cesar los últimos meses.

-Astral-sama entienda que eso no es bueno para su salud. Pensar demaciado las cosas solo hara que surgan errores o malos entendidos. Por favor escucheme...-Hablo Lein. Acercándose a su Señor. Ocupando el lado izquierdo al lado del peliblanco, mientras Daik ocupaba el derecho.

-Astral, por favor solo tomate un solo descanso. No te matará descansar un día ¿sabes?

-...-Astral solo dio un giro más a su pergamino antes de seguir escribiendo al reverso.

-¡Astral!-Se quejo el pelinegro. Colocando sus brazos en su cadera, mirando de manera indignada a su Señor.

-Es suficiente-Anuncio Lein, arrebatando de manera limpia y rápida el trabajo del peliblanco, ocacionando una leve molestia en el mismo. Alzandolo en su mano fuera del alcance del menor.

-¡Oye!

-Vaya, hasta que por fin dejas de lado el trabajo para hablar. Es un milagro-Se burló Daik. Apenas conteniendo su sonrisa.

-...-Astral suspiró, dejando ir el enojo creciente así como el dolor de cabeza. Negando poco después- Daik, Lein. No es necesario que haga algo al respecto. Es mi deber velar que todo salga bien. Soy el principal organizador, así que por favor no se angustien por mí. Estaré bien una vez hayamos concluido todo esto...-Dijo, pasando su mirada a ambos hombres que aún le miraban con una ceja arqueada. Claramente incrédulos.

-No. Por mi parte no me detendre hasta que tomes un descanso. Has estado sentado en ese escritorio por cinco días seguidos-Acuso Daik, agitando su mano derecha antes de azotarla levemente en el escritorio. Como si señalara al culpable de que su Señor este de esa manera.

-Eso no es sano su Majestad. Debería saber que incluso en un entrenamiento es necesario el descanso, de otra forma solo se estancaria antes de seguir avanzando-Argumento una vez más el Guerrero. Provocando que el peliblanco cruzara sus brazos.

-Sé que no es nada sano. Lo sé...-Menciono Astral antes de desviar su mirada ante los presentes- Pero... Siento que es la única manera en la que no me puedo volver loco con la situación... Mantenerme activo me ayuda a no pensar de más...-Admitio. Haciendo que Guerrero y sirviente se miraran momentáneamente antes de negar levemente. Lein tomando la palabra después.

Nueve Meses y Un Año [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora