Bienvenida...

57 7 2
                                    

El sonido del casco de los Caballos era realmente emocionante para III, pues cada vez que veía a traves de la ventana del Carruaje de bello color rojo, envuelto en adornos de oro, con el símbolo Varian a lo alto, lo único que podía pensar era en el par de amigos que estaban esperándolos al final del tunel de hermosos colores calidos.

La brisa natural de aquel portal solo hacía resaltar a los soldados que les acompañaban, sus armaduras color negro dejando salir un pequeño tintineo, mientras ordenes eran gritadas por el comandante, quién ahora cambiaba una vez más la formación al ver los colores contrarios a ellos al final del camino. Élites y demás rangos superiores atendían al llamado, apretando las cuerdas de los caballos de bella piel marrón, con alas contraidas a los lados y ojos tan rojos como el fuego. Causando una sensación de nerviosismo ante lo que se veía a lo lejos. Pues para muchos de ellos, era la primera vez que cruzaban el portal a un Mundo distinto, y sobre todo, a un Reino que se supone estaban en Guerra hace tan solo un par de años atras. Así que realizando lo mejor que podían su vigilancia a sus alrededores, fue que avanzaron sin más excusas. Recordando el valioso y valiente discurso de su Rey. El cual solo aparentaba seguridad, pues bien se podía notar su nerviosismo en sus dedos o en su rostro.

Los demás Emperadores no estaban lejos de eso, a excepción de Vector y III, los cuales solo trataban de relajar o ignorar el estado de los presentes. Comprendiendo también que era la primera vez que iban al Reino del cual habían hablado maravillas y demás cosas increibles, mucho más magicas que el Reino Varian. (Aunque en realidad mantenían el mismo nivel). Shark sostenía un ritmo constante en sus dedos, moviendolos de arriba a abajo con suavidad, tocando su pierna, mientras sus muecas cambiaban de un momento a otro, pasando desde la confusión hasta la alegría. Esto sin duda desesperando a Durbe, quien también estaba en la misma situación.

-¿Podrías detenerte Ryoga? Me pones más nervioso...-Pido con amabilidad al otro. Sacandolo de su ensoñación. Atrayendo su atención.

-¿Eh? ¿Decías algo?

-...-Durbe se contuvo de darle un buen y merecido golpe, más controlandose fue que repitió sus palabras- Decía que me pones nervioso solo al verte tan ansioso... ¿Puedes calmarte aunque sea un minuto? Vamos a ver a nuestros amigos, no a ver una ejecución...-Volvio a pedir, acercandose un poco mas a su pareja. Tocando la mano contraria con la suya. Haciendo sonreír al mayor.

-Lo siento... Es... Bueno, supongo que es por que es nuestra primera vez en el Reino Astral... No puedo evitarlo...

-Entiendo, pero solo iremos a ver a nuestros amigos...-Menciono el peligris, atrayendo las miradas de los presentes.

-E-Es verdad... ¡Ja, mirate hermano te ves patético!-Exclamo de pronto Rio. Señalando de manera acusadora al mayor. Ganandose miradas escépticas de los demás.

-Ja, se nota que estan vueltos un caos solo por conocer el Mundo natal del Chicle azul-Se burlo el pelinaranja, ganandose un golpe en su costado, cortesía de su amado esposo. Quien sonrió con amabilidad a los Emperadores.

-No se preocupen. Es normal sentirse así, recuerdo también mi primera vez en el Mundo Astral... ¡Fue magnífico! ¡De principio a fin! Es algo que en realidad jamás llegué a imaginar... Los habitantes son amables y hay muchas cosas por descubrir...-Informo el pelirosa. Ganandose sonrisas aliviadas y comprendidas.

-¿De verdad? He escuchado muchas cosas buenas de ese Mundo también-Hablo de pronto Mizael. Sonriendo tenuemente.

-¡Sí! Hay bastantes cosas por hacer e incluso por probar. ¡Su comida es lo más delicioso que he probado! Y Vector no me dejará mentir-Menciono el pelirosa, mirando de soslayo a su esposo. El cual solo asintió de mala gana. Su boca salvando ante la idea de volver a probar las delicias antes ofrecidas.

Nueve Meses y Un Año [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora