El distingible olor de la sangre llego hasta sus fosas nasales, impidiendole pensar por un segundo sobre lo recién descubierto. Inmovilizandolo en la puerta, la cual, apenas iba abriendose para dejarle pasar.
Un mal presentimiento crecio en su pecho, roboandole el aire y menguando su mente.
Esto estaba mal. Muy, muy mal.
El ambiente de un momento a otro paso de ser pesado a sofocante.
¿Acaso alguien se había adelantado a la tarea de asesinar al Reina? ¿Acaso fue alguno de los Guerreros? ¿O acaso...?
Su cuerpo temblo.
¿Les abran descubierto?
Una mirada horrorizada se poso en su rostro.
¡No! No. No. No. Y mil veces no.
Astral mismo se ocupo de todos los detalles. No había posibilidad siquiera que eso pasara. ¡Se aseguro por meses! Pero ahora... ¡No! Debía mantenerse enfocado. Quizá algo más ocurrio. Algo que concluyo en que la sangre tan preciada terminara derramada en el pristino suelo. Dando un aspecto espeluznante al solo mirar.
Sí, debía ser eso. ¡Tenía que ser eso!
Dio un paso más, abriendo por completo la puerta, sosteniendo con fuerza la espda en su otra mano, sus nudillos volviendose mas claros ante la acción. Su piel pasando a desgarrarse ante la presente tensión.
Dando un largo suspiro, volviendo a enfocar su mente, fue entonces que se apresuro a moverse entrando a la dichosa habitación.
El lugar en donde le arrancaria la vida a su madre. Donde lastimaria a su propia sangre a corde a los planes ya trazados con meses de antelación.
El click que hizo la puerta el cerrarse detras de él fue lo suficiente para hacerlo reaccionar ante lo que vino después.
Una espada larga, de un brillante filo y hermoso mango, fue dirigida a su cuello, y apenas moviéndose levemente fue que pudo redireccionar el ataque con la suya, haciendo un movimiento elegante, dejando sonar el inevitable sonido del metal contra el metal, el filo chocando contra otro.
Sus pasos se alejaron por instinto de su agresor, queriendo dar una mirada rapida a su entorno para saber como moverse en la batalla que él creía se avecinaria. Quedando entonces mudo ante lo que sus ojos volvieron a mostrarle.
Una armadura brillante hizo acto de presencia, así mismo su bella espada y figura. Ella era Han. Una de los gemelos Guerreros a cargo de custodiar a los inocentes.
Gerrera que se supone debería estar fuera del Palacio.
La capa detras de ella ondeandose como se supone debe hacer para cada heroe en un campo de batalla, le hizo saber el horrible panorama que más temía.
Su plan de conspiración contra su propia sangre había sido descubierto.
¡Todo ya pasaba a derrumbarse!
Astral negó levemente con su cabeza. Alejándose con cuidado de aquella Guerrera que en su momento fue su mayor protectora, topandose entonces con el sonido de un suave tintineo chocando contra su espalda.
Fue tarde para reaccionar, pues mientras su mirada viajaba de la Guerrera frente a él a observar que era lo que le detuvo. Su espada fue arrojada lejos en un movimiento rápido y contundente, mientras sus rodillas en un impacto casi inimaginable tocaban el suelo en un duro golpe, sus brazos siendo sometidos poco después, obligandolo a bajar la cabeza como reflejo ante el dolor y morder sus labios para no dejar salir algún quejido.
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Nueve Meses y Un Año [Editando]
FanfictionAstral después de recuperar sus recuerdos, ha hecho viajes al mundo Astral y al mundo Humano. Ha descubierto nuevas habilidades y con ello el amor de su compañero. Ahora, concluido su ultimo viaje al mundo Astral, espera ver de nuevo a Yuma, sin emb...