Un Paso a la Vez...

136 10 13
                                    

Un par de días ya habían pasado para la pareja. La cual no solo aprovecho para descansar. Sino tambien para atender otros asuntos antes de irse de nuevo a cumplir sus responsabilidades en el mundo Astral.

Astral se hizo cargo de avisar al Cazador acerca de su pronta salida. Mientras Yuma se encargo de avisar a sus Guardias. Los cuales sonrieron aliviados... Por alguna extraña razón.

Akari escucho estos preparativos. Así que aun renuente con dejar solo a su bello hermano con aquel alienígena. Fue en busca de sus padres como apoyo. Los cuales solo le sonrieron con complicidad.

-Akari, Cariño... Se qué no confías en Astral... Pero, no podemos hacer nada al respecto-Menciono Mira mientras terminaba de revolver la comida que estaba casi llegando a su punto de cocción.

-¿A que te refieres? ¡Mamá Yuma tiene 16 años apenas! ¿No crees que es demaciada confianza que se tiene con ese tipo?...-Replico Akari ligeramente enojada.

-Puede ser. Puede ser. Pero ¿No crees que es algo normal después de lo que paso?-Cuestiono la Bella Dama tomando asiento junto a su marido quedando justo frente a su primogénita.

-¿Lo que paso? Mamá yo no recuerdo nada... ¿A que te refieres con eso?-Cuestiono ligeramente confundida.

-...-Mira observo por un momento a su hija para despues posar su mirada a su esposo. Quien rápidamente entendió esta señal.

-Akari-Llamo con ligera fuerza a su hija, quien ahora poso su mirada en él- Se que para ti es difícil todo esto. Se qué es más tu propio miedo hablando pero... ¿No crees que es hora de dejar ir a Yuma a explorar el mundo? ¿A dejarle vivir nuevas experiencias?

Akari se quedo por un momento muda. Descolocada. Pues a pesar de que sabía que su padre llegaba a ser muy directo. No espero que sacara la verdadera razon tras todos esos ataques al peliblanco. Y bajando un poco su mirada. Comenzo a pensar acerca de su propio hermano. Su pequeño y dulce hermano. Aquel que en todo momento siempre estuvo para ella. Quien le buscaba para que le protegiera de las tormentas. Ese dulce niño que ahora... Era todo un hombre en crecimiento.

Su vista se nublo por un momento. Era cierto. Y era difícil admitirlo. Muy difícil. Pero ¿cómo era posible que sus padres le dejaran ir tan fácil? ¿A tan tierna edad? Se supone Yuma debería estar sufriendo más por sus calificaciones, por proyectos. Por sus amigos, por una tonta pelea. Disfrutando de los pequeños momentos. No... No estando al frente de un mundo que ella ni conocía. 

Sí. Era difícil. Muy difícil reconocer que Yuma estaba creciendo. Y no solo eso... Se estaba alejando de ella.

Akari entonces miro de nuevo a sus padres, que sonreian comprensivos. Parecia que esperaran a que ella misma se diera cuenta de su falta. De su pequeña pelea que tenía, no con Astral, si no con ella misma. El peliblanco solo era el recordatorio viviente de lo sentía. No había odio. No había resentimiento. Solo dolor. Dolor a la perdida.

Y por fin. Akari lo comprendió. Y excusandose de entregar una nota. Fue que se dirigió a su habitación. Aquellos padres suspiraron con leve melancolía. La entendían, mucho más de lo que ella misma creía. Por eso, acordaron ir a dar una vuelta a su habitación. Verificando que todo estuviese bien. Y en orden.

-.-.-.-.-

Yuma por alguna extraña razón se sentía. Nostálgico. Melancólico. Lo medito por un tiempo mientras Astral terminaba a quella llamada con Kaito. Mirando la espalda de su amado. Se preguntaba el por qué. Quizá era por que se debía alejar una vez más de la Tierra.

Mmm. No. No era eso. Él podía regresar cuando quisiera. ¿Era acaso por que estaba por tener un bebé? No. Tampoco era eso. ¿Entonces qué? Algo iba mal. No lo sabía con certeza. Pero. Dentro de su corazón algo le decía que el día de hoy pasaría por una dura prueba. ¿Cuál? No estaba seguro.

Nueve Meses y Un Año [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora